Llamada de emergencia al "101"

Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Ante cualquier problema que compromete a la sociedad, hay que llamar al 101. 101, sí, el Salmo 101.

Mirá lo que dice el salmo 101:

Cantaré de tu amor y de tu justicia, oh SEÑOR; te alabaré con canciones. Tendré cuidado de llevar una vida intachable, ¿cuándo vendrás a ayudarme? Viviré con integridad en mi propio hogar. Me negaré a mirar cualquier cosa vil o vulgar. Detesto a los que actúan de manera deshonesta; no tendré nada que ver con ellos. Rechazaré las ideas perversas y me mantendré alejado de toda clase de mal. No toleraré a los que calumnian a sus vecinos; no soportaré la presunción ni el orgullo. Buscaré a personas fieles para que sean mis compañeros; sólo a los que sean irreprochables se les permitirá servirme. No permitiré que los engañadores sirvan en mi casa, y los mentirosos no permanecerán en mi presencia. Mi tarea diaria será descubrir a los perversos y liberar de sus garras a la ciudad del SEÑOR.

(Salmos 101:1-8 NTV)

Si vos sabés cuál es la “ciudad de mi Señor”, entonces vas a entender claramente, vamos a entender todos claramente, yo también. Qué te hacés  el que vos está afuera! Vos también estás en el mismo barco! Estamos en el mismo barro todos “manoseaos”. Eso no dice la Biblia. Lo dijo Discépolo (*), que era un "profeta" secular argentino.

Este Salmo que acabo de leer, me gustaría hoy hacer algo distinto, como  hago cuando explico y aplico los textos bíblicos que traigo en los tips. Yo, como uno es, como vos mismo sos, cualquier persona es; tiende a hacer siempre lo mismo. Entonces una cosa que se hace siempre lo mismo, es aburrido. Entonces, yo quisiera de este salmo, mostrarte las cosas que dice, que pueden ayudar a nuestro carácter; que finalmente, es finalmente lo que llamamos nuestra vida cristiana. No es otra cosa que el carácter. No  miremos a la vida religiosa sólo, porque eso es muy poco, o un evento en la vida; sino a la vida como una cosa holística, una cosa integral, una cosa gestáltica. Ah! Qué linda terminología, che! Te pasaste, Petronilo! Argentina te queda chica! Necesitás dos números más grande! Ese dicho, también de un “profeta” argentino que todavía vive, que se llama Carlos Balá (**). Sí señor! Y hay sabiduría en ello.

Yo te voy a puntualizar cosas que están en el texto, que no son todas, porque se me va a escapar alguna; pero que vos podés abrir su Biblia, tu teléfono, tu tablet, donde tengas una Biblia; y si no, la bajás gratis. Hay cientos de Biblias gratis por todos lados. Bajate una y buscá el Salmo 101, acordate: “Cualquier problema social llamá al 101”, y buscá el salmo 101. Está por la mitad de la Biblia. Fácil de encontrar.

Y te voy a mostrar unos tips, unos mini-tips, de este tip del día de hoy.

Primero: el Salmo arranca con un verbo de felicidad. Dice cantaré de tu amor y de tu justicia. Es un motivo de felicidad para nosotros, la justicia de Dios? O es una carga? Te alabaré con canciones.

Bueno; Salmos 101:2 Trataré de llevar una vida intachable. Bien! Porque entonces, ahí te das cuenta de otro ítem, que uno tiene que tratar en medio del barro éste, como la flor de loto, que crece en el pantano inmundo y mantiene sin embargo su color blanco. Qué esa flor de loto, es muy parecida al “irupé” que hay en la provincia de Corrientes, acá en la Argentina. Es tan hermoso! Lo mismo que el “camalote”. Aunque estén en un lugar de barro medio, podrido la flor está intacta, no tiene una manchita. Así debería ser el hijo de Dios en el mundo, que es bastante corrupto, pero eso no quiere decir que él se tiene que corromper también. Es como el  barco. El barco está en el mar, pero no necesita estar el mar en el barco. Huy! Hoy me levanté tipo libro de autoayuda! Ahí mismo en el versículo 2 dice: “cuándo vendrás a ayudarme?” Es decir, uno reconoce automáticamente que necesita la ayuda de Dios para tener esta integridad moral que es difícil de mantener en el tiempo que estamos viviendo. Me negaré, dice, a mirar cualquier cosa vil o vulgar. Ahí habla de una capacidad de discriminar, de decir: “esto está bien”, “esto está mal”; “esto lo acepto”, “esto lo acepto con gusto”. Porque no es tan fácil como algunos hacen; como todo lo que es religioso, lo acepto, de mi religión, por supuesto; lo que es de las otras… y… rechazo todo lo que no es religioso. Entonces estás comiendo demasiadas grasas? Ah! No me importa! Estás obrando poco? Ah! Sí me importa! Te das cuenta? Eso es dualismo.

Rechazaré las ideas perversas y me mantendré alejado de toda clase de mal. Te ofrecieron un puestito? Te ofrecieron una vacuna? Qué te ofrecieron? La vas a agarrar? Y por qué la vas a agarrar? No te preocupa que tu vida sea una vida íntegra? Pero todos roban las biromes en el trabajo! Sí, pero vos no sos “todos”. Si todos se tiran a un pozo, vos también te tirarías en un pozo? Es malo, eso! Ese dicho es malo!

Dice: no toleraré a los que calumnian a sus vecinos, no soportaré la presunción y el orgullo. Tenemos que tener un filtro! Un filtro moral para vivir con cierta tranquilidad. Porque el que tiene esta mentalidad, tiene una mentalidad moral. Entonces, si él mismo hace algo malo, también se siente mal, aunque la haga él.

Buscaré a personas fieles, el compañerismo, etc., que sean irreprochables y buscaré que los irreprochables solamente me puedan servir. Cuando estaba en Tierra del Fuego, trabajé en YPF (®) había varias empresas básicamente norteamericanas, pero había alguien inglés también, trabajando en el  petróleo como contratistas o subcontratistas de YPF (®). Algunas eran como una empresita que había, que era un ingeniero norteamericano jovencito, un muchacho de unos 40 años, y tenía cuatro o cinco empleados. Y eso era todo. Y sabés lo que hacía este hombre cuando tenían un laburante que era bueno? En YPF (®) era todo un engorro, que la ley, que los decretos, que los diez minutos para tomar mate cocido a las diez de la mañana, que todas las conquistas sociales del justicialismo, toda esa milonga. Era una milonga y en YPF (®) éramos todos una manga de vagos y de tramposos. Se llevaban el aceite en sus bidoncitos, para cambiar el aceite al auto, lo cambiaban con aceite de YPF (®) y todos lo hacían todo el tiempo. Este hombre que les cuento, este norteamericano, tenían este criterio: si tenían un empleado que andaba mal, que lo veían, lo agarraban así por ejemplo haciendo fiaca mientras tenía que estar haciendo algo, lo llamaba y le decía: “mire señor, por el momento la empresa está pasando un momento difícil, y vamos a tener que prescindir de sus servicios. Cuánto le tenemos que pagar?” Entonces decían: “Bueno le tienen que pagar un mes de sueldo por cada año trabajado, pa-pa-pá, pa-pa-pá… ponele les, decía: $: 50 mil! Entonces el hombre decía: “Mire estamos contentos que usted ha estado con nosotros. Le vamos a dar $: 100 mil! Y le daban mucho más de lo que les correspondía! Y entonces, el tipo se iba tranquilo y no los embromada con un juicio laboral. Y si tomaban un empleado y lo veían al mes, a los dos meses, a los tres meses; lo veían que el tipo era prolijito, que era cuidadoso, que cuidaba los horarios, que era responsable; el tipo los llamaba y les decía: “Ah! Qué contentos estamos de haber elegido a usted! Estamos muy contentos y aunque no le corresponde por la ley, nosotros le vamos a dar un 30% más de lo que dice los compromisos nacionales de las leyes laborales!” Y entonces el tipo estaba chocho, volvía a su casa, invitaba con asado a todos sus parientes. Mientras el tipo fuera así, la empresa estaba feliz, la empresa producía mucho más y el tipo vivía mucho más feliz!

Dice el Salmo varias cosas más, que por hoy vamos a dejar. Pero solamente para decir eso: No hay fe cristiana, realmente cristiana, sin la capacidad moral de discriminar lo que está bien y lo que está mal, y simplemente, rechazar lo malo y darle a lo que está bueno. Y a darle, como dicen en España: A darle con alegría!

 

NdE:

(*): Enrique Santos Discépolo. Buenos Aires; 27/03/1901-23/12/1951. Compositor, músico, dramaturgo y cineasta argentino, también conocido como “Discepolín”. Autor de famosos tangos, entre ellos: “Cambalache” (1934).

(**): Carlos Salim Balaá (Buenos Aires; 13/08/1925), conocido como Carlitos Balá. Humorista y actor argentino, famoso por su dedicación al entretenimiento, principalmente para los niños, y con más de 50 años de trayectoria artística.

YPF (®): Sigla de “Yacimientos Petrolíferos Fiscales”. La petrolera oficial de bandera argentina. Es Marca Registrada.




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