DISPUESTOS A DEJAR EL VIEJO PLUMAJE

William Brayanes
Haz de Sabiduría
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El águila no es precisamente un ave común en nuestro país (Ecuador). No obstante de niño escuchaba a mis maestros relatar variadas historias de dicha especie. 

Por ejemplo –según mencionaban- dicha ave en determinada etapa de su existencia, emprendía en una renovación, al percibir que sus garras,  pico y  plumaje  desmejoraban, al punto de volver ineficaz  su tarea de  cazar, devorar  y  remontar vuelo hacia las altas cumbres.
 
¿De qué se trataba tal renovación? pues : de  retirarse a las más  apartadas cimas, en donde durante un tiempo  se dedicaban a  golpear  su pico contra la roca  hasta  desgarrarlo  y  permitir la salida de otro nuevo; remover sus inútiles y envejecidas garras, para asimismo dar paso a unas flamantes; y, finalmente, arrancarse una a una sus viejas plumas, para estimular el crecimiento a posterior de nuevo plumaje. Es fácil darse cuenta lo doloroso que les resultaría dicho proceso de renovación o cambio.

Querid@ Amig@:

Tal vez tú consideres estos datos como parte de una simple leyenda, o quién sabe los tengas por reales.  Sea como fuere, nos sirven como ilustración para entender que los humanos también necesitamos cambios radicales en diferentes áreas de nuestra vida. Esto significa aceptar a Cristo, e ir a sus pies para clamar que nos ayude a ser renovados, a desprendernos de nuestro “viejo plumaje” compuesto quizá por : vanidad, orgullo, ira, intolerancia, falta de perdón, avaricia, lujuria, resentimientos, murmuración, adicciones… cualquiera de ellos, o algunos otros que  interfieren en nuestra relación con Dios, y con el prójimo.

Quién sabe esta pandemia del Covid 19, ha estimulado a millones de seres humanos –nos guste o no- a emprender en ciertos cambios, sea por un tiempo limitado, o en forma definitiva.
     
El punto es que muchas veces, con pandemia o sin ella,  nos resistimos a tales cambios, a lo mejor por no ceder a la vieja y equivocada manera de vivir, o de pronto  por  temor a que nos produzcan dolor e inconveniencia a nuestros intereses mundanos.

¿Y tú?... Decidiste ya dejarte renovar? 

De modo que si alguno está en Cristo,
ya es una nueva creación; 
atrás ha quedado lo viejo: 
¡ahora ya todo es nuevo! 
(2  Corintios: 5:17).

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