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Mostrando las entradas de abril, 2013

Patito feo

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Patito feo Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Todos conocemos, aunque sea a grandes rasgos, el famoso cuento escrito por el dinamarqués Hans Christian Andersen en 1843. Un huevo de cisne que por esos intrincados caminos de la vida, va a parar por error a una granja de patos. Cuando todos los huevitos eclosionan, las diferencias no tardan en aparecer. Obviamente el cisne parece ser más feo, torpe, grande y desproporcionado en comparación con sus “hermanitos” los patitos. Y es que evidentemente es un ser distinto. El rechazo, el aparteid, la indiferencia del resto del grupo se hacen más y más crudos y vehementes, inclusive su propia “mamá pata” lo vapulea por ser como es. Triste, apartado, solitario, logra verse en el espejo de agua de un estanque y su figura distorsionada por el movimiento del agua le hace sentir un ser realmente feo y abominable. Una mamá cisne, pasa por allí en ese momento, reconoce en él a la bellísima ave que será algún día c

Adoración Sucia

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Adoración sucia Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Días atrás leía un artículo sobre los basurales a cielo abierto que existen en nuestro país. Estos sitios, junto a la falta de una adecuada legislación y sistemas eficientes de procesamiento y reciclado de los residuos domiciliarios están convirtiéndose en un grave problema para las ciudades y afectando la salud de la población. Esto sin mencionar el aspecto del paisaje, la incomodidad de los fastidiosos olores y la proliferación desmedida de toda clase de insectos, roedores y alimañas que encuentran en estos lugares su hábitat y fuente de alimento abundante. Aunque la comparación sea desagradable y grotesca, esto me recordó ciertas situaciones y épocas de mi propia vida en cuanto a lo que a mi relación con Dios se refiere. Y es que muchas veces me encontré asistiendo a un culto, cantando a voz en cuello con increíble fervor y entusiasmo, pero retirándome al final de la reunión tan vacío, pobre

Solidaridad y compromiso

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Solidaridad y compromiso Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Hace unos pocos días, una importante ciudad de nuestro país sufrió la terrible tragedia de una tormenta que se cobró vidas y bienes en forma cuantiosa. La solidaridad no se hizo esperar. Desde distintos sitios del país comenzaron a salir camiones cargados con ropas, víveres, medicamentos, elementos de higiene personal, abundante agua envasada entre otras cosas; para ayudar a las víctimas del penoso evento de la naturaleza. Y todo eso está muy bien. Es lo que corresponde hacer. Sin embargo, cada día, cada momento de nuestras vidas, hay personas más cerca de nosotros de lo que podemos notar necesitadas no solamente de nuestra solidaridad, sino también de nuestro compromiso. Los mensajes que se emiten desde una estación de radio o TV llegan a la audiencia a través del éter transportados por pulsos electromagnéticos emitidos desde las antenas. Este es el medio de transporte de esos mens

Huellas o heridas

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Huellas o heridas Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Alguien se jactaba malévolamente de sí mismo cuando decía: “Por donde pisa Billy no crece más el pasto!” La idea del personaje era inspirar miedo a sus rivales, transmitir la idea de que él era malo, muy malo. El más malo y cruel de todos. Sin embargo, más allá de la ficción existen muchos “Billys” en la vida real. Hay quienes son capaces de dejar huellas, profundas e indelebles huellas en la vida de las personas a su paso. Otras, en cambio van dejando un reguero de caídos, de gente lastimada, de almas heridas. Justamente, donde ellos pisan no crece más el pasto. No hay posibilidad de fruto a su paso. Es curioso: una huella se parece bastante a una herida. Son marcas que quedan en el suelo. Un arado es capaz de crear algo bastante parecido a las heridas en la tierra al profundizar los surcos. No obstante ello, son “heridas buenas” necesarias para permitir sacar las impurezas de la tier

Cuando el árbol nos tapa el bosque

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Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Los que saben, coinciden todos en afirmar que un duelo es una de las situaciones más difíciles de elaborar. Es un proceso que por ser de nivel inconciente que no se pone en evidencia claramente, no se percibe a simple vista, pero que sin que uno se dé cuenta de ello, consume ingentes cantidades de la energía vital de las personas. Sobreviene entonces, la sensación de cansancio, desánimo, desgano, agotamiento e inclusive depresión en ciertos casos y no sabemos porqué. Pero un duelo no solamente se desencadena a raíz de la triste y lamentable partida hacia la eternidad de un ser amado. La pérdida del trabajo, una ruptura, una separación, una partida, inclusive la pérdida de un objeto o un bien; no importa su valor material, sí en gran manera su valor afectivo; también pueden ser determinantes de una situación de duelo. Pero aún hay más. El no poder lograr lo que tanto deseamos es capaz de generar un duelo. Hay