RECIBE EL PERDÓN DE DIOS AHORA MISMO



¿Qué es el PERDÓN?
El perdón implica absolución de una condena, dar por cancelada una deuda. Cuando hacemos daño a alguien, necesitamos de su perdón a fin de poder restaurar esa relación.

¿Por qué necesito perdón?
Soy una buena persona, no le hago mal a nadie, hago lo correcto. No me meto en problemas y creo en Dios. ¿Por qué necesito PERDÓN?

La Biblia enseña que TODOS los seres humanos hemos cometido pecado. Hasta el más bueno ha cometido pecado, toda vez que vivimos en este mundo bajo la naturaleza caída heredada de nuestro padre natural Adán.

"Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros". (1ra. Juan 1:8)

Es verdad que Dios ama inmensamente al pecador, sí; pero aborrece en la misma medida el pecado. El pecado no tiene parte en Su Santidad. La Biblia enseña que, mal que nos pese, TODOS necesitamos del perdón de Dios y que si nuestros pecados no son perdonados, nos aguarda toda una Eternidad bajo las consecuencias del pecado.

“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23)

No obstante, Su Palabra también revela que no hay mérito que podamos hacer o haber hecho para ser ACREEDORES de ese perdón.

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. (Efesios 2:8-9)

¿Cuál es la consecuencia del pecado?
La muerte.

“Porque la paga del pecado es muerte,…” (Romanos 6:23)

¿Por qué tan drástico? La mayoría de nosotros tal vez ha cometido algunos pecadillos, pero no ha matado a nadie, ni ha hecho nada tan grave como para merecer la muerte.

Las leyes de algunos países establecen una condena de prisión por el homicidio simple. Pero si la víctima es un magistrado, funcionario, o policía, la condena es muerte. ¿Qué hace la diferencia, entonces, si se trata exactamente de la misma ofensa? No es la ofensa. Es la magnitud del ofendido.

En un mismo orden de cosas, delante de Dios no importa si mataste a alguien o sólo tienes unas cuantas “licencias”, “deslices”, “mentirillas piadosas” y “pecadetes” tipo “todos lo hacen”. Para Dios no hay una especie de “escala” de pecados. Delante de Dios “pecado” es “pecado” y ofende a nada más ni nada menos que, al Dueño, al Creador, al Hacedor, al Director Supremo del Universo, al Infinito Dios. ¿Será suficiente la magnitud del ofendido? En razón de ello, el castigo justo es la muerte.

¿Cómo obtengo el perdón de Dios?
Afortunadamente, Dios es bueno. Él no trajo al mundo a los seres humanos para condenarlos. ¡Él, en verdad, está ansioso por perdonar todos nuestros pecados!

Dios es, "...paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento". (2da. Pedro 3:9)

La segunda parte de Romanos 6:23 (citado más arriba) declara:

"mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro."

Los dioses de la antigüedad exigían a los seres humanos terribles sacrificios de sus hijos. Dios en cambio, Él ofreció a su propio Hijo en sacrificio, en la persona de Jesucristo.

"Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él". (2da. Corintios 5:21)

¿Quieres que tus pecados sean perdonados? ¿Sientes culpa o tal vez remordimientos? 
Bueno, te tenemos buenas noticias:¡Jesús murió en la cruz, llevando el castigo que nosotros merecíamos! Él tomó el lugar que nos correspondía a nosotros. Jesús pagó la deuda por nosotros para que fuésemos perdonados.

"En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia".(Efesios 1:7)

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. (1ra. Juan 1:9)

Todo lo que tienes que hacer, ahí donde te encuentras, en este mismo momento, es pedirle a Dios que te perdone y decirle que ACEPTAS a Jesús como tu Salvador.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él". (Juan 3:16-17)

Parece demasiado fácil ¿verdad?
¡Pues, sí! No lo fue para Jesús, pero ¡para nosotros es así de fácil! ¡Así de simple! Ya vimos que no hay mérito que puedas hacer para pagarle a Dios por tu perdón. Entonces, si puedes creer que Jesús murió para pagar por tu perdón, ¡Él te perdonará! Sólo recibe por fe el regalo que hoy Dios te ofrece, 100% gracia.

¿Y qué es la “gracia”? 
La “gracia” es un don inmerecido que se da a alguien a título absolutamente gratuito. No obstante, pagado a un precio muy alto por quien lo da. El don es el perdón. El precio es la muerte de Jesús en la cruz.

Si quieres aceptar a Jesús como tu Salvador, entregar tu vida a ÉL y recibir el perdón de Dios, aquí te sugerimos una sencilla oración. No hay un lugar para hacer esto ni una persona con quien debas hacer esto. Es allí donde te encuentras, sin intermediarios. Es sólo entre tú y Jesús.

Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. (1ra. Timoteo 2:5 y 6)

Pero… ¡cuidado! Esta oración no tiene poderes especiales. NO ES UNA ORACIÓN MÁGICA. Tus pecados no van a ser perdonados sólo por decirla. Esta oración tiene que poner en palabras el deseo de tu corazón; tu decisión de creer en Él, de confiar en Él para Salvación, y tu gratitud por Su perdón. Si no es así, de nada te va a servir. TIENES QUE CONFIAR con toda tu mente, con todo tu corazón y con toda tu alma; que Jesús perdonará TODOS tus pecados; los pasados; presentes y por venir.

"Dios, he pecado contra ti. Reconozco y me arrepiento de todos y cada uno de mis pecados. Merezco el castigo y no hay nada que yo pueda hacer al respecto. Pero Jesús tomó mi lugar. Él pagó el precio de mi condena. Hoy creo en ti, Jesús. Hoy creo que tú moriste por mí para que yo pueda ser perdonado. Hoy quiero que seas mi Salvador. ¡Gracias por Tu maravillosa gracia y perdón! ¡Amén!".

¿Hiciste tu decisión por Jesús hoy?

Si es así, compártelo con nosotros. Queremos ser los primeros en saberlo y orar por ti.

laroca.ministeriointernacional@gmail.com  


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