Hoy tuve que acortar el texto que había elegido porque no entraba ni con calzador! Cómo, qué es un “calzador”? Qué, no se usa más el calzador? Qué macana! Bueno, anyway, sea como sea, el texto que elegí para leer hoy está en Santiago 3:1 y yo voy a leer hoy hasta el 12, pero hasta el final, todo el capítulo habla sobre LA LENGUA.
La lengua, bla, bla, bla! Y es interesante porque cuando empieza el texto fíjate, que habla del main, de ser maestro. Porque uno dice bueno, para ser maestros buenos son gente que estudia para eso etc. No, no, no! En este texto te vas a dar cuenta que en alguna forma, todos somos maestros, porque en cualquier discusión nosotros decimos: “-Sí y lo que pasa es que acá lo que habría que hacer es más testeos”. Lo que estás haciendo al hacer ese comentario, es hacer con tu boca, con tus palabras, estás haciendo fuerza de un argumento y lo estás difundiendo. Y eso es la tarea de un maestro. Entonces, uno, aunque no quiera, es maestro. Si tenés un hijo, y le decís: “-Mirá, nene; si vos querés ser alguien en la vida, vas a tener que empezar aprendiendo a hacer los deberes. Eso es magisterio puro! Entonces, te leo el texto y te animo si querés… Y de paso! Le doy la bienvenida a los que se suscriben al canal de Youtube. Por favor suscribite al canal de Youtube porque le dan más difusión y más personas, personas que no conocemos en persona lamentablemente, reciben los tips en la versión de vídeo que hay en Youtube.
Pero, por lo demás compartí este! Compartíselo a algún amigo. Si lo ves medio bajoneado y a riesgo de que cuando pase la pandemia se va a olvidar de Dios, de la santidad de la vida espiritual y todo, éste es el momento para que nos volvamos a dar cuenta de lo que importa y lo valioso que es la fe en momentos como éste. Sí, efectivamente! Te cambia el tono espiritual y emocional en la dificultad. Y decía: si quierés leer el resto del texto, yo leo Santiago 3 del 1 al 12, pero el resto del capítulo habla sobre lo mismo. Sobre esta vida, y la vida en santidad, que es la vida dedicada a Dios, la vida que pone a Dios en primer lugar y después es una vida común. La misma vida que cualquiera, pero con una posición especial para Dios. Dice Santiago, hermano de Jesús:
No queráis ser maestros muchos
de vosotros, hermanos míos, sabiendo que tendremos un juicio más severo, pues
todos caemos muchas veces. Si alguno no cae al hablar, ése es un hombre
perfecto, capaz de refrenar todo su cuerpo. Si ponemos a los caballos frenos en
la boca para que nos obedezcan, dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las
naves: aunque sean grandes y vientos impetuosos las empujen, son dirigidas por
un pequeño timón adonde la voluntad del piloto quiere. Así también la lengua es
un miembro pequeño y puede gloriarse de grandes cosas. Mirad qué pequeño fuego
y qué bosque tan grande incendia. La lengua es también fuego, es un mundo de
iniquidad; la lengua, que es uno de nuestros miembros, contamina todo el cuerpo
y, encendida por la gehena (cementerio, el lugar que arde, la quema-NdE) prende
fuego a la rueda de la vida desde sus comienzos. Toda clase de fieras, aves,
reptiles y animales marinos pueden ser domados y de hecho han sido domados por
el género humano; en cambio ningún hombre ha podido domar la lengua; es un mal
turbulento; está llena de veneno mortífero. Con ella bendecimos al Señor y
Padre, y con ella maldecimos a los hombres, hechos a imagen de Dios; de una
misma boca proceden la bendición y la maldición. Esto, hermanos míos, no debe
ser así. ¿Acaso la fuente mana por el mismo caño agua dulce y amarga? ¿Acaso,
hermanos míos, puede la higuera producir aceitunas y la vid higos? Tampoco el
agua salada puede producir agua dulce.
(Santiago 3:1-12
Biblia de Jerusalén-III Ed. 2001)
La verdad? Qué lindo! Espectacular! Va la descripción de esto:
Una persona tiene influencia sobre los demás siempre. Una persona positiva y proactiva es una persona que arrastra tras de sí, gente a una vida más optimista y más positiva sobre la situación que está encarando. Es el típico: “Vamos! Vamos! Vamos! Che, dale p’adelante!”
El depresivo es un lastre que va colgado en la retaguardia, que hay que irlos tirando entre todos. Uno “-Dale, vamos, vamos, vamos!” Y el otro: “-No, que estoy cansado… pero, para qué si total es lo mismo. Más adelante es lo mismo que acá…”
Hay una historia de un hombre de la India que se convirtió al cristianismo y fue un gran predicador, hace como casi un siglo un siglo más o menos, que se llamaba el Sadhu -el maestro indio- Sadhu Sundar Singh. Él encontró a una persona accidentada y lo arrastró cuesta arriba en la montaña en medio de la helada y de la nieve y siguió y siguió arrastrando este hombre muy malamente herido. Se encontraron en el camino con otro que se había quedado sentado porque ya no daba más, y el frío y el viento y la nevisca arreciaba; y entonces la historia para hacerla corta, Sadhu Sundar Singh y su amigo malherido que no podía caminar, salvaron sus vidas porque con el esfuerzo y la adrenalina mantuvieron sin querer su cuerpo un poquito más templado de lo que necesitaban para no morir congelados, como aquél que encontraron en el camino, que murió congelado.
Moraleja: si vos te quedás y te quedás, esperando que vengan tiempos mejores, y todo… Escuchame: te vas a vencer! Fijate que debés tener, en algún lado dice: “vence el día tal”. Te va a llegar el día del vencimiento y sonaste, eh!
La otra es, cuando vos hablás, cuando yo hablo; perdón, porque yo hablo de vos como si fuera un capo que tiene autoridad para hablar sobre los demás, encima enseño, he enseñado clases bíblicas desde que tenía 14 años. Era un chiquito, pero me gustaba esto, he sido maestro de institutos bíblicos en las iglesias donde estado. He predicado, ahora mismo tengo dos canales en Youtube más este canal de los tips y me gusta meter la cuchara y siempre hacer chistes y ese tipo de cosas, de manera que claramente sé que hago una influencia sobre otras personas. Y que muchas de las personas con las que yo me contacto son personas que me dan esa “pila”; que me dicen: “-Bueno, mirá, vamos a hacer así y así” y me da “pila”. Y entonces, yo digo: “-Ah! Si éste hace eso, entonces, yo hago lo otro. Y así, me da “pila” para seguir adelante, me da fuerza para seguir adelante. Alguien que manda un corazoncito, una cosa así… Ah! Qué lindo! Porque vale la pena el esfuerzo! Entonces, ya hace más de un año que todos los santos días; porque todos los días son santos, ¿no? están saliendo los tips. Y hay gente que es así.
Y hay gente que me escribe y dice: “-Mirá, Daniel orá por nosotros, porque estamos pasando un momento difícil…” Y yo sé que esa persona no necesita que yo no le diga: “-Sí, la verdad; tenés razón! Qué mal que está todo!” Porque eso es algo que él está experimentando y se le puede convertir en la única verdad de su vida. Está todo mal, a dónde vamos a ir a parar.
O, quizás, vos podés contarle un chiste, podés decirle un dicho gracioso o algo así, que a él le dé UNA sonrisa. Y si vos lográs con tus comentarios, poner una sonrisa en la boca de alguien, ese día no ha pasado en vano, ¿no te parece?
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