Administradores de Dios: Empleadores y trabajadores

Andrés Estrada
Iglesia Evangélica Bautista "Jesucristo Rey de reyes"
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Staff



Qué grandioso Dios tenemos, y aún más que nos ayuda y nos da su dirección, sus principios para ser buenos administradores de Él aquí en esta tierra. Dios les bendiga a cada uno de ustedes, a todos los que me escuchan en esta oportunidad. 

[Salutaciones] 

Estamos en una serie de mensajes sobre las Verdades Fundamentales de la Biblia, que nos ayudan a crecer y a vivir especialmente fortalecidos espiritualmente. Y estamos en el tema sobre la administración cristiana. Gracias a Dios por esos grandes principios de su Palabra. Y vamos a seguir adelante con esos temas. Vamos a dar lectura a Santiago la carta de Santiago capítulo 5 versículo 1 hasta el versículo 12. Por favor lea conmigo. La Palabra de Dios dice: 

¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.

Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta. Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.

(Santiago 5:1-12 RV 1960) 

Como administradores de Dios debemos desarrollar actitudes correctas al administrar las finanzas o nuestro dinero. Es importante que como hijos de Dios tengamos actitudes correctas al administrar nuestros bienes materiales y aún más debemos ser agradecidos a Dios por todo lo que Él nos da. Por la vida, por el trabajo, por la familia y un sinnúmero de cosas que Dios cada día está proveyendo y bendiciéndonos.

En la carta de Santiago capítulo 5 versículos del 1 al 12, donde hemos leído, nos dice una gran verdad: todo lo que es material, como las riquezas, se  consumen y desaparecen. Y si tienes a cargo personas que trabajan para ti y no le das o no le dieron lo justo, Dios recompensará esa injusticia y lo que tienes se terminará completamente. Es importante por eso, que como cristiano siempre esperar con paciencia en el Señor. En esta oportunidad vamos a ver la cuarta actitud correcta que debemos de tener como administradores de Dios. 

Los creyentes como administradores de Dios, administran bien

sus bienes materiales y desarrollan actitudes correctas 

Las tres actitudes correctas que hemos visto son las siguientes:

Primero la actitud correcta hacia las posesiones materiales. Debemos ser agradecidos con lo que tenemos y si deseas que Dios te bendiga, siempre debes de administrar bien lo que Él te da.

La segunda actitud correcta es hacia tu empleo y la fuente de tus entradas. Es importante trabajar y hacerlo bien, como para el Señor, nos aconseja la palabra de Dios.

En la tercera actitud correcta es hacia los que no tienen empleo pero tienen necesidad. Ayuda, es importante ayudar, pero también es importante examinar bien a quien ayudas. En estos tiempos hay personas que sólo esperan que se les dé. Están pidiendo y muchas veces no quieren trabajar, y hay que tener bastante cuidado. He visto y aquí en Sullana, siempre veo mucha gente, que hay trabajo pero no quieren trabajar. No! Dicen. Me pagan muy poco! Pero hay que trabajar! Porque no es bueno siempre estar pidiendo. Es algo que denigra la dignidad, especialmente como creyentes, como hijos de Dios y aún como humanos. Si tienes dos buenas manos, tienes los pies, estás completo, trabaja! El trabajo dignifica la vida humana y especialmente aún como cristiano, es un buen testimonio.

La cuarta actitud correcta que vamos a ver en esta oportunidad, es hacia tú, empleador; y también hacia ti como trabajador. 

Debes de tener en cuenta estos principios que son importantes. 

El primero: tú como empleador, quien es el empleador, el que da trabajo, tienes que rehusar defraudar a tus trabajadores y es claro en Santiago donde hemos dado lectura del capítulo 5 versículo 1 hasta el 6: no dejes que tus trabajadores clamen a Dios por tu mal proceder, por no darles el justo pago. Recuerda que de lo contrario te quedarás sin nada y no servirá todo lo que tengas o todo lo que has ahorrado injustamente. Ten  mucho cuidado con tu trabajador o tus trabajadores.

En segundo lugar, el empleador o tú como empleador, tienes que tratar bien a tus trabajadores y en todo momento. Y la palabra de Dios en Colosenses capítulo 4 el versículo 1, nos dice lo siguiente: 

Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos.

(Colosenses 4:1 RV 1960) 

Interesante! Debemos siempre proceder con justicia, amados hermanos.

Lo tercero que tienes que tener siempre en cuenta, ahí con esta actitud correcta. Tú como como empleador o como trabajador, el empleador tiene que tratar a todos sus trabajadores por igual, y sin favoritismos, sin  menosprecios. Y Efesios capítulo 6, versículo 9, la Palabra de Dios nos dice lo siguiente: 

Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.

 (Efesios 6:9 RV 1960) 

Ten mucho cuidado si tú eres empleador, hacer favoritismos, tratar  desigualmente a tus trabajadores. Dios está viendo eso.

Y el cuarto principio que tenemos que tener en cuenta en esta actitud correcta, tú como empleador o como también como trabajador. Como empleador tienes que pagar justamente a tiempo lo que es justo a tus trabajadores. Y vayamos al libro de Levítico capítulo 19 el versículo 13, la palabra de Dios dice: 

No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana.

(Levitico 19:13 RV 1960) 

Entonces, puntualmente debes de pagar. Si eres cristiano, claro que sí. Si no eres cristiano, de repente hasta una semana, dos semanas; muchas veces hasta un mes… Pero ten cuidado! Dios está viendo cuántas personas se hunden en la miseria a pesar que han tenido mucho, por no hacer lo justo, por no pagar justamente y a tiempo como el Señor lo dice. que Dios te ayude a hacer lo justo.

Y el quinto punto y último, ya es en sí, un principio como trabajador. Si eres tú aún también como empleador, pero eres trabajador, mira, debemos  como trabajadores, como empleados, como obreros; hacer todo como para el Señor. Si vas a trabajar haz bien las cosas. Si vas a trabajar, a hacer algo no lo hagas desganadamente, porque recuerda, Dios nos dará el justo pago que merecemos. Capítulo 3 de Colosenses, versículos 22 al 25 dice: 

Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.

(Colosenses 3:22-25 RV 1960) 

Cuántas veces nosotros como seres humanos no procedemos a trabajar en una manera correcta! Cuántas veces, siempre he visto a los trabajadores que cuando el empleador los ve, hacen las cosas bien y tal, pero cuando se vayan se ponen a hacer otras cosas, a leer el periódico a ver su celular, y no hacen nada! Y hay que tener mucho cuidado. Hay que tener mucho  cuidado! Cuántas personas hay que no aprecian su trabajo y tampoco a su empleador. Muchos aún critican que no les pagan bien, pero alguna vez te has preguntado tú, si trabajas bien?

Es por eso, es importante si en el trabajo donde estás no te sientes a gusto, busca otro y que puedas ganar mejor. Pero eso sí es importante, que te capacites. Que sepas lo que vas a hacer. Y haz lo mejor que puedas en tu trabajo y Dios te va a bendecir cada día. Si no te alcanza lo que ganas,  recuerda, ora a Dios! Estudia una carrera corta, y aún si eres joven todavía estás a tiempo para llegar a ser un buen profesional. Estudia bien; hazlo bien. Recuerda que en el tiempo en que estamos, la gente los profesionales, mas bien viven por el dinero, pero no viven para hacer las cosas correctas.

Cuántos puentes se derrumban, porque en lugar de hacer lo correcto, los ingenieros ¿qué hacen? Lo incorrecto! Aún aquí en Sullana vemos las calles, siempre las arreglan. Pero llega una lluvia y se malogra todo.

No es como antes. Antes, en tiempos pasados, habían buenos profesionales. Todo duraba bastante. Ahora, no. Todo es comercial. Especialmente, el problema, es que miran más el dinero. Pero no lo hacen por hacer las cosas, correctas y porque de verdad aman a Dios y son administradores de Dios. 

Oremos que Dios nos ayude a hacer lo correcto, a tener esta actitud correcta, tanto como empleador y trabajador. 

Padre obra en la vida de mis hermanos, de mis hermanas. Que tengan esta actitud correcta en su vida, como empleadores, como trabajadores. Ayúdales a vivir para ti.

Si hay alguien todavía, que nos escucha y no ha aceptado tu Palabra, a tu Evangelio, no te ha aceptado en su vida, no se ha arrepentido de sus pecados; abre sus corazones para que puedan vivir bien, mejor cada día y ser felices. En el Nombre de Jesús, te lo pido. Amén. Amén.

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