3 llamados a una vida centrada en Cristo

Marcela Santamaría
Coalición por el Evangelio
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Todos los derechos reservados-Publicado con permiso

Su nombre era María Paula. Estaba entrando en la década de sus veinte y se enfrentaba a un diagnóstico desalentador a causa del cáncer. En medio de la incertidumbre mostraba una fe admirable, la cual le permitía alegrarse por cada quimioterapia que recibía y considerar la muerte como el inicio de una nueva vida al lado de su Amado.

María Paula partió a la presencia del Señor, pero sus palabras se quedaron para tocar el corazón de muchos. El mío, por ejemplo.

Me estremecí cuando conocí su historia, pero sobre todo cuando leí sus palabras: “Por eso cuando la muerte toque a mi puerta, le pido a Jesús que la abra, porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”.

María Paula mostraba frutos de un carácter maduro. Encontrar testimonios como este me lleva a preguntarme: ¿cómo podemos llegar a este tipo de madurez espiritual? En las páginas de Vivir es Cristo, morir es ganancia, Matt Chandler nos ofrece una respuesta a esa interrogante.

Chandler es pastor en The Village Church, en Texas. Jared Wilson, colaborador en este libro, es pastor en Middletown Springs Community Church en Vermont. Es autor galardonado y escribe regularmente en su blog The Gospel-Driven Church. Juntos nos animan a vivir atesorando a Cristo.

Llamados a crecer espiritualmente

Tal vez escuchaste acerca del Señor en tu vida adulta o quizá naciste en una familia cristiana por generaciones; cualquiera sea tu caso, todos tenemos algo en común: fue necesario que naciéramos de nuevo (Jn 3:1). Lo que sigue ahora es madurar espiritualmente. Mediante un estudio de la carta de Pablo a los filipenses, los doce capítulos de Vivir es Cristo, morir es ganancia nos ofrecen directrices para cumplir este propósito. El autor lo afirma así: “Dios quiere que pasemos de ser bebés en Cristo a ser maduros en Cristo” (p. 11).

No hay manera de madurar en los caminos del Señor sin el poder del evangelio obrando en nuestra vida

Desde las anécdotas divertidas del autor, hasta una mirada profunda en la vida de Pablo, la lectura de este libro es bastante amena. Chandler aborda el tema de manera precisa mientras nos reta cálidamente a mirar en nuestro interior para detectar si estamos sufriendo algún retraso en nuestro crecimiento espiritual. Sin duda, este recurso no solo direcciona a los nuevos en la fe sino que también confronta a los cristianos maduros.

Dios ha iniciado la buena obra en nosotros y la perfeccionará hasta el día del regreso de Cristo, pero esto no significa que debemos sentarnos a esperar que Él se encargue de todos los detalles. En las páginas de Vivir es Cristo, morir es ganancia no solo encontramos dirección, también llamados a la acción para vivir centrados en Jesús. Me gustaría destacar tres:

Primer llamado

Chandler considera que el momento decisivo para todos aquellos que quieren alcanzar una auténtica madurez cristiana, es tomar la determinación de correr con pasión tras Cristo en el evangelio. No hay manera de madurar en los caminos del Señor sin el poder del evangelio obrando en nuestra vida, pues por medio de Él somos transformados y encontramos poder para la vida cristiana. “Volver al evangelio una y otra vez es de vital importancia en ir tras Cristo. No podemos correr tras Él apasionadamente de otro modo. El evangelio está donde está el poder” (p. 117). 

Segundo llamado

El propósito de alcanzar una auténtica madurez cristiana debe estar motivado por un anhelo de conocer profundamente a Jesús, pues cuando nuestra vida está tan sumergida en Él, todo lo demás es nada en comparación. El autor nos exhorta a escudriñar en nuestro corazón qué es lo que despierta nuestro afecto por Cristo, así como identificar que situaciones en nuestra vida cotidiana, estimulan o apagan nuestro afecto hacia Él. “Al final, si nos vemos bien, parecemos buenos y actuamos bien, pero no conocemos a Jesús, ¿qué importa todo eso?” (p. 93).

El propósito de alcanzar una auténtica madurez cristiana debe estar motivado por un anhelo de conocer profundamente a Jesús
Tercer llamado

Cuando Dios ha empezado a obrar en nosotros tenemos dos opciones: conformarnos o adquirir una “insatisfacción santa”. Chandler nos reta a adquirir una insatisfacción santa, mediante la cual podemos ser conscientes de nuestras debilidades; porque son ellas las que nos llevan a buscar más de Cristo cada día. ¿Y cómo el ser consciente de mis debilidades no puede hacerme sentir indigno? Una palabra clave: Gracia. “En el descontento sano ejercitamos lo que Dios ha obrado en nosotros por medio de su Espíritu. Sí siempre se puede tener más de Jesús, hacia allá voy” (p. 129).

Morir es ganancia

Este libro está escrito con una estructura ordenada, lo que nos permite interactuar con ideas puntuales a medida que avanzamos en la lectura. El autor expone Filipenses detalladamente, entregándonos capítulo a capítulo las características que definen una auténtica madurez cristiana. ¿Cuál es mi identidad en Cristo? ¿Cómo cultivo una vida de oración significativa? ¿Cuál es la importancia de permanecer en comunión con otros? ¿Cómo encuentro mi propósito? Sobre esto también nos habla Chandler en Vivir es Cristo, morir es ganancia.

La historia de María Paula me cautiva, pero también me confronta. Ella enfrentó su mayor prueba con la seguridad de que aunque la muerte llegara, esto solo sería el inicio de una eternidad al lado de su amado Señor. Por medio de este libro, Chandler logra presentarnos el evangelio de manera tan contundente que nuestros sentidos espirituales son sacudidos no solo para buscar una auténtica madurez cristiana, sino también —así como María Paula— para vivir una vida tan sumergida en Cristo, que aun la muerte es nada en comparación con el privilegio de encontrarnos con Él.


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