SIN QUEJARSE Y SIN DISCUTIR
Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Todos los derechos reservados-Publicado con permiso
Filipenses
2:14-18
Hola, buen día! Andá pensando a quién le vas a compartir el Tip de hoy. Pero, ¡ojo! ¿eh? Porque se te puede ofender.
Y vos sabés que frecuentemente algún escuchante de estos Tips me pregunta, porque no sé cuántos van, ya pasamos los 500 la vez pasada. Todos los días, iba a decir todos los “santos días” pero justamente voy a hablar de eso, de cuando uno usa la palabra todos los “santos días” y vas a ver, a mí me tocó el texto de Filipenses 2 que voy a leer enseguida. Muchos me preguntan “¿de dónde sacaste eso?”. Mirá, es una pregunta muy fácil de responder: una Biblia cualquiera, impresa en papel, tiene como mil páginas. En cada página suponete que hay como 100 versículos. Entonces ahí nomás te podés dar cuenta que en la Biblia, en total debe haber… no importa ese número. Te digo, porque yo ya me imagino alguno que está leyendo la Biblia viendo cuántos versículos hay en la Biblia. No interesa. Como cien mil versículos. Algunos que no tienen ningún significado y que dicen: “en el primer día de septiembre nos reunimos bajo un árbol”. Ese no tiene casi utilidad, salvo un contexto histórico. Pero textos maravillosos como el que dice: “Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo todavía pecadores Él murió por nosotros” (Romanos 5:8 – NdE). Y de ese hay miles. Entonces no te preocupes, que no me voy a quedar sin textos bíblicos para leer. En realidad lo que me quedo, es ¡sin memoria! y tengo miedo de repetir algún versículo cosa que ya ha pasado. Y es que los textos cuando los volvés a leer al tiempo, vuelven a tener un mensaje para el día ese.
¡Es fantástico! Es como el río, o un arroyo. Si vos vas, tomás agua de un arroyo y decís, bueno ahora me tengo que buscar otro arroyo porque de este ya tomé. No! Cuando vengas mañana con sed al mismo arroyo y te inclines sobre él, vas a volver a tomar agua del mismo arroyo. Y así es la Biblia, en cuanto a la parte de dónde sacás tantos textos bíblicos. Que de paso, muestra un poquito la “hilacha”, de que no has leído mucho la Biblia, ¿no?
¡Hay que leer la Biblia! ¡Hay que leer! ¡Leer la Biblia! Sí, claro con los Tips nos alcanza! Entonces, mirá: si los Tips leen un versículo por día, y hay 100 mil versículos en la Biblia, para leer toda la Biblia confiando en los tips de Danielito, va a llevar 100.000 días, o sea serían como … ¡un tocazo de tiempo! (*)
La otra cosa es de dónde saco anécdotas. ¡Pará, escucharme papá! ¡Tengo 69 años! ¡A mí la gente me dispara para que no le cuente anécdotas! Los harto de contar anécdotas. Yo soy como un viejo que había estado en una guerra y entonces toda la familia ya estaba cansada de escucharlo. Y les contaba de la guerra, y lo escuchaban como por amor, así con paciencia al pobre viejo. Pero cuando podían, trataban de no escucharlo, lo dejaban hablando solo al pobre viejo! Y estaba en un casamiento, estaban todos festejando ahí, y el viejo estaba sentado solo en una silla. Y no se le acercaba nadie porque sabían ya cómo lo iba a agarrar para charlar de la guerra. Entonces el viejo estaba enfurruñado y de repente se le ocurrió algo. Se levantó de golpe de la silla, pegándose así en una de las piernas. Se paró y gritó fuerte: “-¿Qué fue eso??” Y se callaron todos. Y dijo: “¡Me pareció que era un tiro! –dice- como una vez en la guerra…” ¡Y es lo que hago yo con los Tips! Es inherente a los viejos
Dice el texto que
voy a leer hoy:
Hagan todo sin quejarse y sin discutir,
¡Uy, qué macana! Porque eso lo que yo hago todo el tiempo. ¿Querés una muestra? Mirá esto. Acá yo les digo a ustedes ¿eh?: “-Miren, hagan todo sin quejarse, sin discutir. Porque hay un montón de gente que todo el tiempo lo que hace es quejarse. Y viven quejándose. Y no disfrutan de la vida, porque todo les resulta para quejarse. Y se quejan del calor. Y se quejan también del frío. Y se quejan todo el tiempo. Y después se quejan de que se quejan, de que todo el mundo se queje, de que la queja, de la queja.” ¿Te das cuenta lo que estoy haciendo? ¡Sí! ¡Estoy quejándome! Y ahora, cuando digo: ¡Y… sí! ¡Ahora quejándome! ¿Qué estoy haciendo? ¡Discutir!
En realidad, la palabra acá “discutir” no quiere decir exactamente “discutir” como nosotros usamos la palabra. “Discutir” quiere decir argumentar ¿no es cierto? argumentar de ida y vuelta. Es como cuando una persona y otra están discutiendo un tema, por ejemplo “Cuál es el futuro de la educación en Argentina”. Entonces un panelista dice: “-Sí, el futuro de la educación en Argentina” debería ser replanteado conforme lo está …” Después habla otro y dice: “-Para tomar en cuenta las medidas que queremos, deberíamos recordar que la historia está…” Eso es una discusión. Eso es una discusión bien educada.
Y una discusión mal educada, es: “-¡Pero, callate, vos! ¿Qué sabés? ¡No sabés nada! ¿Qué? ¿Vos me vas a hablar a mí? ¡Escuchame papá! ¡Pero limpiate la boca antes de hablar! Escuchame, callate. ¡Callate, porque yo soy tu padre y listo! ¡Y lo digo yo, y “san se acabó”. Discusión. Y la discusión no es solamente esta última discusión, donde la fuerza se impone sobre la razón, sobre el razonamiento. Sino todo intercambio de ideas. Y lo que nosotros hacemos habitualmente en la vida diaria, la vida de la iglesia está incluida en esto también, y la vida laboral también está; es hacer las cosas quejándonos y discutiendo. Es decir, en diferentes grados pero siempre. Entonces el apóstol Pablo, escribiéndoles a la iglesia de Filipos, les dice: “hagan todo sin quejarse y sin discutir…”
para que nadie pueda criticarlos.
Justo, caés es en la discusión.
Lleven una vida limpia e inocente como corresponde a hijos de Dios y brillen como luces radiantes en un mundo lleno de gente perversa y corrupta. Aférrense a la palabra de vida;
Este es mi foco esta mañana. Agárrense fuerte a esta palabra de la vida. Esa es la palabra que está en la Biblia. De punta a punta hay una palabra de la vida verdadera, de la vida real. Entonces, dice Pablo:
entonces, el día que Cristo vuelva, me sentiré orgulloso de no haber corrido la carrera en vano y de que mi trabajo no fue inútil. Sin embargo, me alegraré aun si tengo que perder la vida derramándola como ofrenda líquida a Dios,
¿Sabés que eso es lo que le pasó a Pablo? Que efectivamente terminó muriendo.
así como el fiel servicio de ustedes también es una ofrenda a Dios.
Cuando vos servís, hago un paréntesis ahí. Cuando vos servís, cuando vos ayudás de corazón, en vez de después decir: Sí, pero a estos no se los puede ayudar, porque se aprovechan, se abusan de vos, después no te retribuye en nada! Eso es la vida normal, mi amor. Pero a Dios le agrada que seamos así como Jesús. Y sigue:
Y quiero que todos ustedes participen de esta alegría. Claro que sí, deberían alegrarse, y yo me gozaré con ustedes.
(Filipenses 2:14-18 NTV)
Por ser alguien que sabe que va a morir por causa de defender esta ideología, ¡me parece fantástico! Para que en esta mañana hagamos caso a lo que dice aquí. Hagan todo sin quejarse. ¿Sabés qué es la palabra “quejarse”? La palabra quiere decir no hagan así (gruñidos) ¿Viste como un perro cuando está royendo un hueso? O como un perro que está gruñendo cuando alguien se le acerca, gruñido de advertencia. Bueno acá dice que eso no hay que hacerlo. Y yo, entonces más vale me callo, porque si no, lo que me sale de mí, si no lo controlo es justamente quejarme y discutir.
¿Qué, no?? ¿Qué, no??? ¿Ah, no?? ¿Qué? ¿Vos me vas a enseñar a mí? ¡Pero por favor! ¡Escuchame!!!
¿Agobiado por las culpas?
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