ABRIR LOS OJOS A UNA REALIDAD ESPIRITUAL SUPERIOR

Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
Todos los derechos reservados-Publicado con permiso


Juan 4:35-38

Al pasar más de un año que empezamos con este tema de la pandemia y por lo tanto, de los Tips para pensar en cuarentena, quizás nos hemos relajado en eso de ver a nuestros vínculos, a nuestras relaciones, nuestros amigos, nuestros familiares; como personas que valdría la pena compartir estos Tips con ellos, en la confianza de que les va a hacer bien hablar de cosas muy trascendentes en términos muy sencillos. Y por la sencilla razón de que a mí lo sofisticado no me sale. Cómo será que a veces en vez de decir “sofisticado”, digo “sostificado”.

Esta mañana, como muchos otros días pasa, encuentro que hay dos personas de las cuales en la lista de los tips me dice: “cambió tu código de seguridad con fulano de tal. Haz clic para obtener más información”. Entonces yo hago clic y me dice que esta persona ha accedido a WhatsApp desde otro dispositivo. Lo cual quiere decir alguna de estas cosas acá en Argentina.

Una, tuvo suerte y se compró un teléfono nuevo, o tuvo mala suerte y le robaron el otro teléfono o lo perdió y se tuvo que comprar uno nuevo. y entonces ahora tiene un nuevo código. ¿Te das cuenta? Porque todas las semanas hay dos o tres. Al principio cuando pasaba esto, yo me asustaba. Digo ¿qué pasó? ¿Esta persona se habrá ofendido por algo? ¿Se fue? ¿Se aburrió? Que eso sería lo peor. Que alguien me diga: Mirá, con los Tips, la verdad, ya estoy aburrido. Eso sería para mí -realmente te lo digo- ofensivo. Quiere decir: “No tengo más mensaje para darte”

Pero el mensaje siempre se renueva. Hoy quiero hacer referencia a una mirada nada más es; una mirada, sólo una mirada, una perspectiva. Y vos decís, “Bueno, pero no perdamos tiempo con una tontería, con una pequeña cosa”. ¡No, mi amor! Es que un cambio de mirada, te cambia todo. Un cambio de perspectiva que te cambia todo; te cambia todo. Pero no me refiero a un cambio de perspectiva en particular, sino a todos los cambios de perspectiva. A tener la capacidad de cambiar la forma de ver las cosas. A cambiar la forma de vivir las cosas.

El Señor Jesús… ¿te suena? ¡Qué capo que era este Señor Jesús! Qué persona que siempre, lo que hacía, era le abría los ojos a la gente. La gente lo quería y lo seguían a todas partes porque con Él no te aburrirás nunca. Él en un momento para el otro hacía algo raro, y vos decís ¡Uy, caramba! ¿Qué, qué dijo? ¿Cómo, qué? Y cuando querías acordar, entonces ya estaban en un mundo diferente. Esa es la capacidad que tiene Jesús hoy, de abrir los ojos de la gente, incluyendo los nuestros.

Dice Juan 4:35, o sea dice en el Evangelio según San Juan capítulo 4, versículo 35; Jesús dice:

¿No dicen ustedes: 'Todavía faltan cuatro meses para la cosecha'? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura; ya el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora tanto el sembrador como el segador se alegran juntos. Porque como dice el refrán: Uno es el que siembra y otro el que cosecha. Yo los he enviado a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo. Otros se han fatigado trabajando, y ustedes han cosechado el fruto de ese trabajo.

(Juan 4:35-38 NVI)

Hace como 500 años Martín Lutero era un monje católico, obviamente. Era monje. Había lenguaje “inclusivo”. Estaban las monjas, los “monjos” y los monjes. Así genérico, era: “monjes”, “les monjes”.

Martín Lutero era un joven monje y él descubrió, porque Dios le abrió los ojos a una realidad mucho más grande de la que él había conocido siendo que él era un hombre muy consagrado como monje católico. Sobre todo porque él tenía un confesor, es decir un superior de él al cual él se reportaba para sus cosas espirituales que era un verdadero santo, un hombre muy espiritual, que murió. Entonces cuando murió comenzaron a hacerle misas y todo por la salvación de su alma. Y él -Martín Lutero- se quedó pensando, y decía: “si esta persona que yo admiro tanto le están haciendo tantas misas por la salvación de su alma, cosa de la cual yo no tenía duda hasta ahora, de la salvación del alma de este monje, ¿qué queda para mí? Cuando yo me muera: ¿qué va a haber que hacer para que yo sea salvo?”

Y dicen que en ese tiempo que él estaba con esa preocupación existencial, leyó en Romanos donde dice “mas el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17- NdE). Y él entonces, dijo: ¡Ay! ¡Qué lindo esto! “Vivirá”, el justo por la fe, vivirá por la fe. Y empezó a insistir y en algunos casos, a hinchar, a molestar con este concepto y una de las cosas que hizo él, en esta transformación de su vida, fue que cuando tuvo la posibilidad de hacerlo, porque se armó un lío grande como una casa y lo que él quería era que todas las autoridades de la iglesia de su tiempo abrieran los ojos a esto; lo que logró fue que abrieron los ojos y lo echaron. Se pelearon. No se podían juntar más.

Pero en este nuevo movimiento, que se llamó “La Reforma”, que él no quiso fundar pero que se le formó sin querer;  en ese movimiento él, una de las primeras cosas que hizo, porque justo hacía poquito Johannes Gutenberg había inventado la imprenta de tipos móviles, fue imprimir la “High ligue scripts” que quiere decir: la Sagrada Biblia. Y puso la Biblia en alemán, para que todo el mundo -todo el mundo, todo el mundo, no; porque al principio esos libros eran carísimos- pero por lo menos podía haber uno en algún lado donde vos podías ir y leerlo. Y podías, vos individuo, ciudadano pelado, ciudadano de a pie; podías abrir un libro si sabías leer, o le podías pedir a alguien o ir a un lugar donde te lo leían, por ejemplo la iglesia.;Que ese es el lugar ¡la iglesia! Donde vos vas y alguien te lee la Biblia. Vos podrás decir: “yo sé leer”. Sí, pero la iglesia está para eso, para leerle la Biblia a alguien y decirle: “acá Dios en su palabra dice así.” ¿Y esto? ¿Qué significa? Significa esto, y esto, y esto.

Así, lo que pasó con Lutero fue que esa disponibilidad de la Escritura para todo el mundo, y te recuerdo que cuando yo era chico todavía había gente adentro del catolicismo que renegaba de que no se hiciera más la misa en latín, es decir un cambio de perspectiva, de paradigma, muy grande que yo le reconozco a la Iglesia Católica como que han tenido la sabiduría como cuerpo, como organización, de cambiar ese paradigma. El paradigma de vengan acá a la iglesia, que nosotros en latín le vamos a explicar lo que dice la Biblia; a cómo es ahora el catolicismo, donde vos podés abrir una página católica donde tenés la palabra de Dios en castellano, en un lenguaje popular accesible a todo el mundo.Y eso es un cambio de paradigma fantástico. Por eso es que Jesús decía: “abran los ojos”.

Y yo te invito hoy a que abras tus ojos a una realidad espiritual que es con mucho, muy superior a la realidad que nosotros llamamos realidad.


¿Agobiado por las culpas?


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