LO QUE MESSI HUBIESE IMAGINADO DE SU DESPEDIDA Y NOSOTROS
Alex López
La Catapulta
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En conferencia de prensa, Messi, el famoso futbolista argentino, se despidió ayer y entre lágrimas, de un poco más de dos décadas del Club Barcelona.
En una porción de la conferencia de prensa dijo: “Nunca imaginé mi despedida porque no lo pensaba, pero, pero creo que no lo hubiese imaginado de esta manera. Me hubiese gustado hacerlo con gente en el campo. Poder escuchar una última ovación de ellos, un último cariño. Lo extrañé mucho durante todo este tiempo de pandemia el cual no podíamos jugar con público. Ya extrañaba eso no, el poder tenerlos cerca, el aliento, el festejar un gol con ellos, el escuchar una ovación, que coreen mi nombre y me retiro de este Club sin verlo y llevaba más de un año y medio y ya te digo. Si lo hubiese imaginado lo hubiese imaginado con un estado lleno, pudiendo estar cerca de la gente y pudiéndome despedir de ellos bien. Pero bueno, se dio así…”.
Existe una genuina tristeza y dolor en el corazón de los aficionados del Barsa. Pero le llegó el día. Deja su Club de 21 años y seguramente no le faltarán oportunidades para volver a jugar. Pero lo más doloroso, es una salida no como la hubiese imaginado, un campo lleno de futbol y sus aficionados ovacionándolo.
¿Cómo y cuándo quisiéramos morir?, ¿Cómo y cuándo quisiéramos la salida de esta tierra? Todos vamos a tener que enfrentar una salida para siempre del club de los mortales de la tierra. Y nuestra familia y amigos, llorarán nuestra partida. ¿Está listo para ese día? Ese día nos espera a todos y es inevitable.
Messi tiene mucho dolor, pero también esperanza en esta tierra. Lo más probable es que siga jugando futbol y fascinándonos a todos nosotros. El día de nuestra muerte, también tendremos esperanza. Una esperanza de vida eterna, si hemos creído en Jesús como el Hijo de Dios, quien murió por nuestros pecados para reconciliarnos con el Padre y resucitó al tercer día.
Ya no estaremos en este mundo lleno de pecado e injusticia, viviremos por la eternidad en un nuevo cielo y en una nueva tierra donde Dios gobierna. En el cielo no habrá ni muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor.
Es cierto, al igual que Messi, no nos gustará el día o la hora en que nos toque. Pero lo importante es que cuando nos toque, estemos preparados para presentarnos delante de Dios, porque hemos vivido confiando en la salvación de Dios en Jesús, arrepentidos de nuestros pecados y dando fruto de esa relación que es amarlo a él con todo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Este mundo no es el fin. El fin de este mundo no es como dictaba la maestra en mi colegio cuando terminaba: “Punto y final”. Cuando este mundo se acaba sólo es un punto y coma. Porque la vida y la muerte siguen. Una segunda vida o una segunda muerte.
Messi tiene la oportunidad todavía de seguir jugando. Y usted, de conocer la familia espiritual que Dios concede a todo pecador que se arrepiente de sus pecados. Dios perdona en Jesús a todo pecador que se arrepiente de sus pecados y no lo deja solo, le da familia espiritual para que le acompañe el resto de sus días. Esa familia, es la iglesia. En la iglesia, todos somos hermanos, hijos de un mismo Padre. Venga a él y experimente lo que es amar y ser amado por Dios.
“¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él.” La Biblia en 1 de Tesalonicenses 4:14
“Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor” Hechos 3:19
“También me dijo: «Ya todo está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7 El que salga vencedor heredará todo esto, y yo seré su Dios y él será mi hijo. 8 Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Esta es la segunda muerte».” La Biblia en Apocalipsis 21:6-8
En una porción de la conferencia de prensa dijo: “Nunca imaginé mi despedida porque no lo pensaba, pero, pero creo que no lo hubiese imaginado de esta manera. Me hubiese gustado hacerlo con gente en el campo. Poder escuchar una última ovación de ellos, un último cariño. Lo extrañé mucho durante todo este tiempo de pandemia el cual no podíamos jugar con público. Ya extrañaba eso no, el poder tenerlos cerca, el aliento, el festejar un gol con ellos, el escuchar una ovación, que coreen mi nombre y me retiro de este Club sin verlo y llevaba más de un año y medio y ya te digo. Si lo hubiese imaginado lo hubiese imaginado con un estado lleno, pudiendo estar cerca de la gente y pudiéndome despedir de ellos bien. Pero bueno, se dio así…”.
Existe una genuina tristeza y dolor en el corazón de los aficionados del Barsa. Pero le llegó el día. Deja su Club de 21 años y seguramente no le faltarán oportunidades para volver a jugar. Pero lo más doloroso, es una salida no como la hubiese imaginado, un campo lleno de futbol y sus aficionados ovacionándolo.
¿Cómo y cuándo quisiéramos morir?, ¿Cómo y cuándo quisiéramos la salida de esta tierra? Todos vamos a tener que enfrentar una salida para siempre del club de los mortales de la tierra. Y nuestra familia y amigos, llorarán nuestra partida. ¿Está listo para ese día? Ese día nos espera a todos y es inevitable.
Messi tiene mucho dolor, pero también esperanza en esta tierra. Lo más probable es que siga jugando futbol y fascinándonos a todos nosotros. El día de nuestra muerte, también tendremos esperanza. Una esperanza de vida eterna, si hemos creído en Jesús como el Hijo de Dios, quien murió por nuestros pecados para reconciliarnos con el Padre y resucitó al tercer día.
Ya no estaremos en este mundo lleno de pecado e injusticia, viviremos por la eternidad en un nuevo cielo y en una nueva tierra donde Dios gobierna. En el cielo no habrá ni muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor.
Es cierto, al igual que Messi, no nos gustará el día o la hora en que nos toque. Pero lo importante es que cuando nos toque, estemos preparados para presentarnos delante de Dios, porque hemos vivido confiando en la salvación de Dios en Jesús, arrepentidos de nuestros pecados y dando fruto de esa relación que es amarlo a él con todo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Este mundo no es el fin. El fin de este mundo no es como dictaba la maestra en mi colegio cuando terminaba: “Punto y final”. Cuando este mundo se acaba sólo es un punto y coma. Porque la vida y la muerte siguen. Una segunda vida o una segunda muerte.
Messi tiene la oportunidad todavía de seguir jugando. Y usted, de conocer la familia espiritual que Dios concede a todo pecador que se arrepiente de sus pecados. Dios perdona en Jesús a todo pecador que se arrepiente de sus pecados y no lo deja solo, le da familia espiritual para que le acompañe el resto de sus días. Esa familia, es la iglesia. En la iglesia, todos somos hermanos, hijos de un mismo Padre. Venga a él y experimente lo que es amar y ser amado por Dios.
“¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él.” La Biblia en 1 de Tesalonicenses 4:14
“Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor” Hechos 3:19
“También me dijo: «Ya todo está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7 El que salga vencedor heredará todo esto, y yo seré su Dios y él será mi hijo. 8 Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Esta es la segunda muerte».” La Biblia en Apocalipsis 21:6-8
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