NI EL MEJOR PAPÁ DEL MUNDO PUEDE DAR LO QUE JESÚS DA

Alex López
La Catapulta
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El día del padre se celebra en Guatemala el 17 de junio, en Estados Unidos el tercer domingo de junio y ¿En su país?

Los papás tenemos mucho que aprender de la santidad, la gracia, la misericordia y de ese amor sacrificial e incondicional del Padre Dios. Especialmente aprender a someternos en obediencia, bajo la perfecta voluntad del Padre perfecto. Porque su camino es vida y paz. Y esta no se compra, ser recibe gratuitamente por la fe.

Cuando se escucha la palabra papá, vienen muchas ideas a la mente. Algunos hablan de un padre vivo pero ausente. Otros de un padre presente, pero ojalá que estuviera ausente, ya que le hace la vida imposible a la familia. Otros hablan del padre que recuerdan con amor porque ya partió a la presencia de Dios y quisieran tenerlo de nuevo, porque le amó y se sacrificó. Pero ninguno de estos papás alcanzó la perfección porque es un pecador. Necesita a Jesús. Yo como padre, necesito a Jesús.

Recuerdo a este amigo llorar frente a mí por los pecados del padre. Y años después, con un rostro descompuesto por su pecado declarar: “Me convertí en alguien peor que el padre que tuve”. En nuestras fuerzas jamás podremos, necesitamos rendirnos ante el Padre en arrepentimiento y correr a él. Si esperamos la salvación de nuestros papás estamos perdidos y nuestros hijos también lo estarán. Sólo Jesús salva. Un papá debe ser un modelo, pero que apunta al modelo perfecto. Porque en sí, sólo hay un pecador necesitado de salvación.

Ni el mejor papá del mundo, puede dar lo que Jesús da. Sí, como papás tenemos la enorme responsabilidad de reflejar el corazón de Dios, para que cuando otros escuchen que el Padre nos amó tanto, que envió a su Hijo unigénito a morir por nuestros pecados en la cruz del Calvario, puedan visualizar de la mejor manera, el amor tan grande de nuestro Dios. El desea que no perezcamos en nuestros pecados, sino que nos arrepintamos de nuestra conducta y vivamos.

Ni el mejor papá del mundo, puede dar lo que Jesús da. Jesús nos muestra el camino al Padre. Jesús es el camino al Padre. El es la verdad y la vida. No existe otra manera de llegar a Dios. La santidad de Dios nos condena, pero la santidad del Hijo que fue crucificado y resucitado nos salva. El justo murió por nosotros los injustos. El injusto tomó nuestra condena y nos liberó a nosotros de la nuestra.

Jesús, el santo, el que siempre ha existido y por quien todo lo que vemos fue creado y se sostiene, se rebajó voluntariamente y tomó la forma de ser humano. Siendo superior a todo, se rebajó voluntariamente. Vivió la vida justa que nadie, ni el mejor papá del mundo ha podido vivir, porque todo papá es un pecador. Para decirnos: “Morí en la cruz por tu pecado. Cree, arrepiéntete y corre a mí. Yo aplaqué la ira del Dios santo, yo soy tu paz con Dios, yo soy el medio por le cual Dios te adopta como hijo y un hijo para siempre. Yo juzgaré toda obra buena o mala aún la realizada en secreto. En mí y sólo en mí, estás seguro eternamente”

Sólo en Jesús hay perdón de pecados, sólo en Jesús se encuentra verdadera identidad de todo ser humano: hijo de Dios y discípulo de Jesús. Sólo en Jesús jamás habrá decepción o engaño. Sólo en Jesús habrá un amor perfecto que ninguno de nosotros papás, podemos otorgar. Papás e hijos, corramos a Jesús el autor y consumador de nuestra fe. El es el camino al Padre perfecto, Dios. El Padre que hijos y padres necesitamos. El único que, por encima de todos, en Jesús puede darnos palabras de vida y de vida eterna. Papás, ¡Feliz día del padre!

“Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!»” Romanos 8:15

“Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.” 1 Corintios 1:3

“Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos.” Salmos 27:10

“—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.” Juan 14:6


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