COLUMNAS CAÍDAS
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Una
persona puede tener todo y ser pobre, y puede no tener nada y ser rica. Mirá vos
qué interesante. Aunque no automáticamente. El tema de la pobreza es un tema
que merece ser conocido más en profundidad. Fijate vos que la pobreza en sí
misma, el concepto de pobre, quiere decir eso de no tener nada. Es decir, es un
concepto hueco, es un concepto vacío. Y justamente, en este tiempo de gran materialismo
y consumismo, una persona que no tiene nada, no es nada. Es muy interesante
esto porque la pobreza se define justamente por la falta de algo, por la
ausencia de algo; y no por la presencia de algo. Entonces, es normal que los
sociólogos van a decirte que los pobres son invisibles. Uno armas las cosas para
que no se vean los pobres. Por ejemplo la sociedad los empuja a vivir en un
lugar lejos del centro de la ciudad, o en lugares que no se vean tanto en el centro
de las ciudades; en los lugares paquetes de la ciudad, los lugares bonitos,
ricos; los saca de ahí. Ellos pugnan por ir y las sociedades intentan rechazarlos
y devolverlos a un ambiente afuera. Incluso mucha gente ingenua han hecho
propuestas de por ejemplo, hacer una especie de ciudad para pobres en algún
lugar, y entonces mandarlos a todos los pobres para allá, para que los ricos
tengan el gusto de estar en un lugar de exclusividad. Y vos fijate que así
funciona el tema de las villas, por ejemplo. Que es la forma no planeada
directamente, o tácitamente, de sacar a los pobres del centro de las ciudades donde
están las galerías más pitucas, y sacarlos para algún lugar donde no molesten;
porque siempre van a estar pidiendo y necesitando.
Y
el concepto “pobre” en la Biblia, implica todo tipo de carencia. Por lo que
decíamos, ¿no?, que una persona puede ser rica y sin embargo, ser pobre. Puede
tenerlo todo y a la vez puede no tener nada. O puede no tener lo que más desea,
que también es una forma terrible de pobreza. Es decir, lo que quería decir con
toda esta vuelta, es; en primer lugar, fijate que una característica de la experiencia
humana, de nosotros, los seres humanos, es que podemos estar llenos en algún
área de nuestra vida y vacíos en otra. Es muy importante eso. Que no es que
automáticamente el rico tiene todo y el pobre no tiene nada. No es así, de ninguna
manera. Ahora, una de las cosas que se producen cuando el pobre es pobre, y
está todo el tiempo chocando con “no tengo”, “no puedo”, “no llego”, “no” esto,
“no” lo otro, es justamente que sus sueños, es decir, sus expectativas de todo
orden, caen. Se caen; se caen. En la palabra que voy a leer ahora en el salmo
10 17 tiene la idea de una columna que se ha caído. Entonces, tenés la columna, pero la columna
está tumbada. Entonces ¿qué hacés con la columna tumbada? Y… la dejás tumbada. Y
qué se yo. Se cayó. ¿Cómo la vas a enderezar ahora y volverla a poner, que no
se vuelva a caer? Y el pobre es una persona que está rodeado en su vida de
columnas tumbadas, de paredes derruidas. Y si vos te fijás, la característica
visual de un ambiente pobre, justamente ropa tirada por todos lados, juguetes
rotos, paredes semiderruidas, techos que se llueven, la precariedad. Y entonces,
mucha gente ignorante dice: “-¿Ves? Es que los pobres son descuidados, los
pobres no quieren trabajar”. Es que aún eso, por ejemplo lo de ir a trabajar, desgraciadamente
muchas veces las políticas de nuestros pueblos impiden que mucha gente tenga
esa columna levantada, esa esperanza, esa posesión preciosa que es: "yo voy, hago
mi trabajo y cobro mi plata y me la gasto en lo que yo quiero". Que se le roban
eso. Incluso dándoles plata. Muchos de los planes MIP -yo tengo una opinión
personal de esto, no es cierto- de este problema de que esta sociedad está
inundada de planes (*) y todos los gobiernos populistas lo hacen. Justamente lo
que hacen es, les pagan a los pobres, pero les tumban las columnas. Le tumban
la columna esa que es la que le da orgullo a esa persona que viene a su casa de
trabajar en un lugar, algo; viene y con algo de lo que él ganó le trae unos
caramelos a sus hijos y no hay felicidad más grande para él cuando ve que los
chiquitos suyos vienen y comen esas golosinas que él les trajo, que él se las
ganó. En cambio, ese dinero que viene en una tarjeta de plástico, ni siquiera
vienen billetes físicos, simplemente no tiene valor. No tiene un valor cultural,
espiritual, moral, nada. Simplemente es un intercambio, como una propina. Como
a los aborígenes cuando les cambiaban oro por espejitos. Eso es lo mismo, el
mismo mecanismo perverso que tiene el pecado en las sociedades.
Sin embargo, en la palabra de Dios hay una nota de esperanza siempre. y la nota de esperanza que te voy a leer está en el Salmo 10:17, donde dice qué es lo que pasa con esas columnas caídas que a veces uno tiene aún teniendo las otras cosas ¿no?. Teniendo el dinero, teniendo la comida asegurada, teniendo un techo, o una cama, lo que fuera.
Tú, Señor, escuchas la petición
de los indefensos, les infundes aliento y atiendes a su clamor. Tú defiendes al
huérfano y al oprimido, para que el *hombre, hecho de tierra, no siga ya
sembrando el terror.
(Salmos 10:17-18 NVI)
Esa
expresión “atiendes a su clamor” para la actitud de Dios de ATENDER, y que dice
“atiendes a su clamor” significa literalmente “volver a parar algo que está
caído”. ¡Qué interesante!
“Tú
defiendes al huérfano y al oprimido para que el hombre hecho de tierra no siga
ya sembrando el terror”. Dios siempre aspira, con su plan original, cuando creó
la humanidad; donde todas las personas podrían tener una vida digna. Digna en este
sentido: de que tengan columnas levantadas en su vida, como por ejemplo, la
posibilidad de decir esta es mi casa, este es mi lugar, y no que anden de un
lado para el otro corriendo su carpa como una persona perseguida que va de un
lado al otro. Que tenga su trabajo, que tenga su dignidad en el alimento que
comen. Que tengan su educación para que puedan prosperar en la vida y tengan
esa columna, la columna de “puedo prosperar”, “puedo cambiar”, “puedo ganar más”,
“puedo estudiar más”, “puedo ayudar más”, “ puedo algo más”.
Que esas columnas puedan ser mantenidas, las que están erectas, y levantadas las que están caídas. ¿Qué te parece? ¿Vos creés que Dios es así? Es muy interesante pensar cómo Dios dice a los pobres en espíritu, que Él les va a dar el Reino de los Cielos. Porque al reconocer nosotros que aún moralmente el pecado, por ejemplo, nos acosa, nos acecha todo el tiempo; nosotros podemos decir: “-Bueno, pero hay cosas en el pecado, que son como columnas, pero que están caídas”. Pero el Señor te ayuda a levantarlas, a volverlas a poner en pie, a levantar cosas de tu vida. De paso, esto de la columna, ¿no es físicamente lo que pasa con las personas deprimidas? Que ellas, su cuerpo está caído y hay que levantarlo, erguirlo, ponerlo parado y hacerlo caminar y andar. Pero no por la fuerza, sino porque alguien viene y lo levanta con un poder superior.
(*): Planes sociales en Argentina. Los planes sociales en Argentina son beneficios económicos del Gobierno destinados a apoyar a las familias más vulnerables. Estos planes de ayuda social pueden ir desde un beneficio de pago único hasta una ayuda económica mensual, entrega de medicamentos, atención médica, etc. El espíritu de esto es saludable, lo que no es saludable es que mucha gente vive de planes sociales y sin trabajar.
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