CARTA DE UN PADRE A SU HIJA (Sobre la vida en un mundo que degrada a las mujeres)

Akos Balogh
Coalición por el Evangelio
https://www.coalicionporelevangelio.org/
Todos los derechos reservados-Publicado con permiso


Querida Ava*:

Una parte de mí desearía no tener que escribirte esta carta.

Verás, desearía que viviéramos en un mundo donde todos los hombres siempre traten a las mujeres con dignidad y respeto.

Por desgracia, ese no es nuestro mundo, por lo menos no todavía. A pesar de que hay mucho bien, belleza y verdad en nuestro mundo, ambos sabemos que está lejos de ser perfecto. Entonces, si queremos vivir bien como seguidores de Cristo Jesús, tenemos que enfrentarnos al mundo como es, no como desearíamos que fuera.

Por eso te escribo esta carta.

Estas son algunas cosas que quiero que sepas, no para asustarte, sino para prepararte:

1. Nuestro mundo está fundamentalmente roto

Es un mundo caído. No es como Dios quiere que sea. De manera particular, lo vemos en la forma en que demasiados muchachos y hombres cosifican a las mujeres y a las adolescentes.

"Si queremos vivir bien como seguidores de Cristo Jesús, tenemos que enfrentarnos al mundo como es, no como desearíamos que fuera".

Puede ser a través de palabras despectivas de hombres hacia mujeres que las amenazan y las degradan, o un contacto físico no deseado. O, como hemos visto en las noticias, puede llegar hasta una violación. Desde que Adán y Eva se rebelaron contra Dios, la humanidad ha estado desordenada en sus deseos y en su comportamiento, incluyendo el comportamiento sexual.

Esto significa que debes ser sabia al interactuar con otros jóvenes y hombres en nuestra cultura. Ahora, para aclarar, no me refiero a que debes estar paranoica o asustada: gracias a Dios, hay muchos hombres y jóvenes buenos en tu vida, ya sea en la familia, la iglesia y la escuela. Hay muchos hombres en los que puedes y debes confiar. Están aquí para ayudarte y cuidarte en la medida que creces.

Sin embargo…

Habrá algunos muchachos y hombres que intentarán aprovecharse de ti. Intentarán usarte y tal vez aun abusar de ti. Esto es culpa de ellos. Deberían estar avergonzados de sí mismos y deberían ser detenidos. Pero, hasta el momento en que te encuentres en esa situación, tendrás que ser sabia. Tu madre te ha enseñado bien sobre esto. Recuerda sus palabras: “Tu cuerpo solo le pertenece a Dios y a ti”. Así que, usa tu intuición: si te sientes incómoda en cualquier situación, vete. Ten cuidado con quién pasas tiempo a solas. No te pongas en situaciones en las que estarás vulnerable.

2. Nuestra cultura moderna está increíblemente sexualizada

Habrá algunos muchachos y hombres que intentarán aprovecharse de ti… tendrás que ser sabia

Lo has visto por ti misma.

En nuestra cultura actual, el valor de una mujer no se mide por el contenido de su carácter, sino por su apariencia externa; por cómo lucen cuando son comparadas con el estándar de belleza retocada de nuestra cultura. Es tan difícil de evitar, ¿no es cierto? Desde Cardi B y su WAP, hasta la publicidad, ropa y maquillaje. Tu valor se basa en lo “sexy” que te ves (lo cual es perturbador, por decir lo menos).

No tengo que decirte qué gran trampa resulta esto para tantas adolescentes y mujeres, y lo presionada que se sienten de estar a la altura de un estándar impecable e imposible que ningún mortal puede cumplir. Cuando la identidad está ligada a nuestra apariencia, el autodesprecio, el odio a uno mismo, pueden surgir muy fácilmente.

Pero, afortunadamente, hay esperanza. Hay una mejor historia que la Biblia cuenta sobre tu identidad y valor como ser humano.

Cuando se trata de tu identidad, quién eres, recuerda que lo que importa es la visión que Dios tiene de nosotros: a sus ojos, somos portadores de su imagen, tenemos un inmenso valor. Además, como cristianos, estamos limpios de todo pecado. Somos miembros muy amados de su propia familia. Hemos sido resucitados espiritualmente a una nueva vida, ya no estamos muertos en nuestros pecados, aun mientras esperamos ser resucitados físicamente en ese Día Final. Nuestra identidad está segura en Él.


"Recuerda que lo que importa es la visión que Dios tiene de nosotros: a sus ojos, somos portadores de su imagen, tenemos un inmenso valor".

Si tu identidad está segura, entonces no perseguirás la afirmación o el aplauso del mundo. No te sentirás tentada a hacer cosas simplemente para encajar con las personas que te rodean: cosas de las que puedes arrepentirte más adelante. Podrás aferrarte a lo que trae honor a Dios, es puro y verdaderamente hermoso.

3. Busca en Dios para satisfacer tus necesidades más profundas

Muchas personas, incluyendo a mujeres y adolescentes, anhelan el amor y la afirmación de hombres y jóvenes. Si bien Dios nos ha creado como seres relacionales, buscar primero en otras personas (incluyendo en novios y esposos) la satisfacción de tus necesidades emocionales, eventualmente te dejará sintiéndote vacía e insatisfecha. Solo Dios puede satisfacer nuestras necesidades emocionales más profundas. Como un hombre famoso dijo una vez: nuestros corazones estarán inquietos hasta que encuentren su descanso en Él.

4. Celebra la perspectiva de Dios sobre el sexo

Como les escribí a tus hermanos (en otra carta), el sexo no es un juguete o un juego al que juegas con quien quieras y cuando quieras, sino un regalo precioso que solo debes compartir con tu persona más íntima: un cónyuge. Nuestro mundo ve esta visión cristiana del sexo como anticuada y opresiva, pero es todo lo contrario. Cuando se usa de acuerdo con las instrucciones de nuestro Creador, el sexo es increíblemente maravilloso y liberador. Pero cuando se usa en contra de su buen diseño, puede ser increíblemente destructivo y dañino. De hecho, debido a que nuestra cultura ha rechazado la visión de Dios sobre el sexo, las adolescentes y las mujeres corren un mayor riesgo de sufrir daños y agresiones sexuales.

5. El trato de Jesús hacia las mujeres es un indicador de tu dignidad

"Jesús trató a las mujeres de su vida con la dignidad que merecían, una dignidad que les pertenece por ser seres humanos, hechas a imagen de Dios".

Jesús trató a las mujeres de su vida con la dignidad que merecían, una dignidad que les pertenece por ser seres humanos, hechas a imagen de Dios. No eres inferior ni menos que cualquier hombre. Además, Jesús te ama tanto que dio su preciosa e infinita vida para rescatarte. El camino hacia la vida eterna se ha abierto para ti y para todas las mujeres, al igual que a los hombres. Nunca olvides esto.

6. Sé un ejemplo y sirve a quienes te rodean

Sé que ahora mismo estás nadando contra corriente. Estás sintiendo la presión de nuestra cultura sexualizada. Estás luchando por permanecer fiel a Jesús en un mundo que lo rechaza. Sin embargo, con solo continuar confiando en Él, puedes tener un impacto. Con solo mantenerte firme contra la corriente de nuestra cultura, estás sirviendo a quienes te rodean. Les estás mostrando que hay otra manera de vivir. Una mejor manera.

Es posible que no lo vean en este momento. Ahora, probablemente te vean como la perdedora cultural que se pierde toda la diversión. Pero con el tiempo, muchos de ellos probarán con tristeza el amargo fruto de la revolución sexual. Muchos comenzarán a preguntarse si existe una mejor manera de vivir la vida y la sexualidad. Después de Dios, puedes ser a quien ellos busquen. Puedes mostrarles el camino; un camino que conduce a la vida y al gozo, no al dolor y la tristeza. El camino de la verdadera satisfacción, significado y propósito: el camino de Dios en Jesucristo.

7. Conoce qué es la verdadera belleza y esfuérzate por conseguirla con todo tu corazón

"Mientras atraviesas tu adolescencia con todas sus presiones, hormonas, alegrías y desafíos, aférrate a Jesús".

Como mencioné anteriormente, la perspectiva de la belleza de nuestra cultura comienza y termina con su apariencia física. No es de extrañar que las adolescentes y mujeres de todo el mundo gasten miles de millones al año tratando de lucir lo más bellas físicamente posible. Por desgracia, están persiguiendo la belleza equivocada.

Permíteme aclarar que no estoy diciendo que esté mal lucir bien. Pero creo que hay una belleza más profunda y valiosa que todos deberíamos perseguir: la belleza del carácter interior (1 P 3:4). Esta es una belleza que nunca se desvanecerá ni envejecerá. Nunca te sentirás presionada por ella. No morirás mil muertes como aquellos que confían en su apariencia externa envejecida como su fuente de belleza. Esta belleza interior te hará verdaderamente hermosa.

Mientras atraviesas tu adolescencia con todas sus presiones, hormonas, alegrías y desafíos, aférrate a Jesús. Es un hombre que nunca jamás te defraudará. Él satisfacerá tus necesidades más profundas. Él te sustenta. Ahora y siempre.

Con amor,

Papá

* He cambiado el nombre de mi hija para proteger su privacidad.
Publicado originalmente en The Gospel Coalition: Australia. Traducido por Equipo Coalición.

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