Alegrémonos. Lo mejor está por venir
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Hoy
vamos a hablar de la desgracia, que nada te cause gracia. Hay momentos cuando
una persona está pasando por un momento malo y triste. También es cierto que
hay pueblos enteros que pasan temporadas de tristeza. Hay un caso muy
interesante en la Biblia cuando el pueblo de Israel estaba cautivo y entonces
dice que la gente, los locales, le pedían que canten algo y ellos tenían
colgadas sus arpas, dice, y no las tocaban porque estaban tristes.
¿Cuál fue el mensaje de Dios para ellos? ¡Canten, vivan la vida, disfruten este tiempo que están acá lo mejor que puedan, porque alguna vez volverán. Y dice esa canción tan bonita: (a)
Pese
a las cosas culturales del idioma hebreo de la antigüedad, eso es lo que Dios
prometió y cumplió. Porque el pueblo efectivamente volvió a su tierra, volvió a
sus cosas, volvió a su vida. Esa imagen de alguien que está bañadito limpito y
que tiene perfumada su cabeza; era una costumbre de la antigüedad ponerse
perfume en el pelo. Nosotros no hacemos eso. Nosotros nos ponemos atrás de la
oreja, ¡qué sé yo! Pero ellos se ponían arriba del pelo una sustancia aceitosa
y entonces el pelo les brillaba y olía bien. Y esa es la imagen de la persona
que está así, que está como en una fiesta, recién bañadito, con la mejor ropa,
que está disfrutando de lo que está pasando, de lo que está comiendo, de lo que
están conversando con otros; del baile, de la música, de encontrarse con amigos.
Y eso es lo que nos espera cuando se instaure el Reino de Dios de nuevo sobre
la tierra. Ahora, mientras estamos acá, es particularmente difícil de a
momentos, la vida. Pero hay una promesa que hizo Jesús, que yo quiero traer
para que vos y yo nos alegremos juntamente. Aunque todavía no haya llegado ese
momento, el de la dicha plena, el momento mesiánico, cuando Dios nos dé una nueva
existencia donde reina la justicia. Digo por esa opresión que estamos teniendo
estos días, quizás con el tiempo esto pierda su sentido, porque van a cambiar
las condiciones. Pero en este momento, la búsqueda de la pequeña Guadalupe (b) allá en San Luis, y los problemas de la política,
y los problemas económicos, y la pandemia que avanza, y el peligro de una
tercera ola; que se está hablando de cosas terribles que quizás nunca ocurran,
pero… ¿y si ocurren? Como decía el español: “Pero… ¿y si sí?”
Ya hemos sufrido bastante con esto, sin embargo hay algo para el creyente, para el hijo de Dios-. Jesús dijo esto cuando le faltaba poco para morir en la cruz y después resucitar. Refiriéndose a eso, les dijo así:
La mujer que está por dar a luz
siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se
olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser. Lo
mismo les pasa a ustedes: Ahora están tristes, pero cuando vuelva a verlos se
alegrarán, y nadie les va a quitar esa alegría. En aquel día ya no me
preguntarán nada. Ciertamente les aseguro que mi Padre les dará todo lo que le
pidan en mi nombre. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y
recibirán, para que su alegría sea completa.
(Juan 16:21-24 NVI)
Una
disciplina que hay que aprender en la vida cristiana, es aprender a pedir. Hay
cosas por las cuales no hay que pedir. Hay cosas que hay que pedir con
prudencia; pero hay que pedir. Jesús fue el que dijo: “¡Pidan! ¡Pidan y les va
a ser dado, les van a dar! Busquen y van a encontrar, llamen y se les va a
abrir” (Mateo 7:7 - Nde). Ese carácter timorato de que está esperando que venga
un ángel y te abra la puerta… ¡No, no! Andá, golpeá la puerta, abrila. Sí está
cerrada no la abras. Pero si está abierta vas a encontrar que la puerta, después
de todo, estaba abierta. ¡Animate! Buscá cosas, sé positivo! Hacé las cosas pensando
en que todavía lo mejor no lo hemos conocido. ¡Sí! Justamente ahora, que está
todo dado vuelta, el momento para darse cuenta que va a haber un momento -y que
yo personalmente lo voy a vivir- cuando todo esto va a estar resuelto. ¡Todo! ¡Todo,
todo, todo, absolutamente todo! Se van a acabar todas las lágrimas, todas las
enfermedades, todos los virus, todas las hambres, todas las carencias, todas las
mezquindades humanas, todo. Y en aquel momento, vamos a estar en un vínculo con
el Padre perfecto, de modo que en aquel momento todo lo que le pidamos al Padre,
nos lo va a dar porque vamos a estar perfectamente sintonizados en la voluntad
de Dios.
Pero,
¿qué tal si vamos probando ahora? Y ese es justamente el mensaje de estas cosas
que dijo Jesús. Pasamos como esas balsas que hacen “rafting”, que se tiran por
un río que tiene muchos saltos y piedras, y qué sé yo, y van saltando y
rebotando; porque justamente fueron para eso, para tener un desafío y vencerlo.
Y cuando llegan a las aguas tranquilas gritan y se estrechan, y se sacuden la
mano. Y… ¿cómo se llama esto? un “give me five” entre todos los que participaron,
y se filman, y se sacan fotos… Están todos contentos porque han pasado ese
momento de dificultad. El ejemplo que puso Jesús, no era tan moderno, y es el
ejemplo de una mujer -es un ejemplo eterno- de una mujer que tiene la angustia
de los dolores de parto. Yo no sé cómo es, porque a mí me contaron, lo vi de
cerca cuatro veces. Pero no he experimentado eso y no deseo experimentarlo. La
mujer se angustia, porque sabe que está llegando a un desfiladero, a un lugar
peligrosísimo. Realmente, es un momento de vida y muerte. Pero cuando nace la
criatura y triunfó la vida, hay una gran alegría, un alivio y llanto, hay fotos,
hay “selfies” para subir al grupo de la familia. Y la foto del bebé, que no
tiene interés de saber nada de este mundo, le saca la foto y están todos
contentos. Y el bebé dice: “-¿Por qué me sacaron de ese lugar donde yo estaba
tan bien y ahora tengo que respirar por cuenta propia y no olvidarme?”
Así
que te animo a que hagas esta prueba, como dijo Jesús. Ahora, hasta el tiempo
cuando Jesús estaba con ellos, no han pedido nada en mi nombre. Así que, si
vos te animás, dirigite a Dios esa petición de tu corazón. Decile a Dios Padre,
de parte de Jesús: quisiera pedirte esto y ver cómo te va. Y me gustaría saber
el resultado, por supuesto. Uno es medio “¡Chusma! ¡Chusma!
(a): “Volverán
los redimidos de Jehová” (Dominio público)
(b): Guadalupe
Belén Lucero. Niña de 5 años desaparecida desde el lunes 14/06/2021 en San
Luis, Argentina. Se la busca intensamente. Hay inclusive, una alerta amarilla
de Interpol, en su búsqueda.
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