AMIGOS DE DIOS

Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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»¿Con qué puedo comparar a esta generación? Se parece a los niños que juegan en la plaza. Se quejan ante sus amigos: “Tocamos canciones de bodas, y no bailaron; entonces tocamos canciones fúnebres, y no se lamentaron”. »Pues Juan no dedicaba el tiempo a comer y beber, y ustedes dicen: “Está poseído por un demonio”. El Hijo del Hombre, por su parte, festeja y bebe, y ustedes dicen: “¡Es un glotón y un borracho y es amigo de cobradores de impuestos y de otros pecadores!”. Pero la sabiduría demuestra estar en lo cierto por medio de sus resultados».

(Mateo 11:16-19 NTV) 

Cuando era pequeño, me acuerdo haber leído un cuento de dos rusos que iban caminando por la estepa siberiana cubierta de nieve y los lobos aúllan de hambre. ¿Vos sabés que esa referencia a la estepa siberiana está en un tango? Pero, bueno, no nos distraigamos, los que somos propensos a ello.

Estos dos iban caminando, y de repente descubren que un oso los estaba siguiendo. Entonces disimuladamente empezaron a dirigirse a un pequeño bosquecito con la esperanza de encontrar algún árbol donde poder subirse para huir del oso. Pero el oso empezó a apurar el paso y ellos empezaron cada vez a desesperarse más y empezaron a correr. Uno de los amigos alcanzó a correr y llegar hasta el árbol. Pero el otro que tenía algunas dificultades, quedó retrasado y ya el oso lo alcanzaba, entonces se tiró al piso porque se acordó de haber escuchado que a veces los osos no atacan a las personas o a los animales que ellos creen que están muertos. Entonces éste se tiró en la nieve, contuvo la respiración y se quedó. Y sintió que el oso venía despacito. Cuando llegó hacia él y lo empezó a oler por todas partes. Y lo olía, y le olía la cara y era terrible, porque tenía que aguantarse de no respirar, de no hacer nada, ningún movimiento. Finalmente, el oso se dió vuelta y se volvió al bosque que había dejado atrás. Cuando pasó un buen ratito para estar seguro de que había pasado el peligro el amigo de arriba del árbol se bajó y corrió con su amigo y le y le preguntó ¿estás bien? ¿qué pasó? Y le dice: “-¿Qué te dijo el oso cuando te hablaba al oído?” Y éste le dijo: “-El oso me dijo: desconfía de los amigos que te dejan cuando más los necesitas”. ¡Era sabio el oso!

El hombre es como el oso ¡cuanto más feo más hermoso! Así que este oso despierta la realidad de lo que quiere decir realmente la palabra “amigo”. En la Biblia, para tu curiosidad la palabra “amigo” aparece en el Nuevo Testamento treinta veces, más o menos. Las treinta veces es la palabra “filos” que quiere decir “amigo”, para no hacerla difícil. Quiere decir una persona querida, pero una persona no solamente que uno la tiene en estima, sino el hecho de que tiene un vínculo, de una relación, de amistad.

Pero yo quisiera levantar hoy, la idea que muchas personas tienen –tenemos, porque yo también la tengo- y es que nosotros somos amigos de Dios, somos amigos de Jesús. Hay un texto donde Jesús, que no lo voy a leer hoy, donde Jesús dice a los discípulos “yo no los voy a llamar siervos, sino que los voy a llamar amigos” (Juan 15:15-nde). Aunque ahí el hebraísmo es que “llamar” no quiere decir que te va a “tratar de amigo”, en vez de esclavo; sino que te va a considerar como a un amigo. Y eso es lo que Dios ofrece. Y de hecho, es una de las cosas más lindas, sino el eje mismo de lo lindo de tener comunión con Dios, que es eso, tener “amistad” con Dios. Pero vos fijate que la amistad es un vínculo de ida y vuelta. Es un vínculo, y es donde se da el caso raro de que hay personas que se consideran amigos de personas que no los tienen como amigos. ¿Entendés lo que digo? Hay personas que dicen: -“Sí, yo soy muy amigo de fulano de tal y el amigo de fulano de tal que ellos dicen, no los considera como un “amigo”, los considera como un “conocido”. Como dijo alguien que estaba peleando con otro, y uno de los dos le dijo al otro: “-Pero, amigo!” Y el otro dice: “No, no, no; momentito! Amigos, no. Conocidos, y gracias!

Y hay muchas personas, -aunque nos estamos riendo de esta verdadera desgracia, ¿no?- que le dicen a Dios “amigo”, y Dios les dice: “Disculpame, pero pará un poquito, porque somos conocidos y gracias, y punto! Amigo, lo que se dice amigo, amigos para siempre, amigos; eso no pasa entre nosotros”.

Ustedes serán mis amigos, les dijo Jesús a los discípulos, si hacen las cosas que yo les mando. Si uno dice que es amigo, pero hace lo que quiere, cree lo que quiere, le habla cuando quiere, eso no es ser amigo. Amigo es una cosa más alta. Amigo no es como Facebook, que justamente tiene ese origen tan feo ¿no? Sabés que Facebook comenzó con una red interna de un colegio secundario y entonces uno de los muchachos que se llama Zuckerberg, publicó unos posts de una chica que a él le gustaba, pero que no le dio bolilla. Entonces empezó publicó fotos de ella y publicó comentarios de ella. Entonces toda la universidad al otro día, miraba a la chica esa y le preguntaba ¿vos sos la que dijo Marquitos Zuckerberg? Y fue una humillación. O sea, que Facebook arrancó con el “bullying” cibernético. (…) Y nosotros usamos ese producto, porque como producto comunicacional, es bueno; pero la verdad, es que llamamos “amigos” a un montón de gente que no son realmente amigos. Son personas dignas, o personas que conocemos, o algo así; pero, “amigos”… es difícil decir quién es amigo, realmente de otro ¿no?. Miren cómo era la gente, para no pensar “es la gente de ahora que es así”. En el tiempo de Jesús en Mateo 11:16 al 19, dice Jesús: 

“¿Con qué puedo comparar a esta generación? Se parece a los niños que juegan en la plaza. Se quejan ante sus amigos: “Tocamos canciones de bodas, y no bailaron; entonces tocamos canciones fúnebres, y no se lamentaron”. 

Aparentemente ese era un dicho de la época. Que en la época moderna quiere decir: “A vos no hay juego que te venga bien”. Porque evidentemente los chiquitos de la plaza que Jesús había visto ahí estarían quizá diciendo “vamos jugar a tal cosa” y uno decía “no, no, porque nos ensuciamos. No, porque mamá… Decían eso. No les venía bien nada! 

“Pues Juan, dice Jesús, no dedicaba el tiempo a comer y beber, y ustedes dicen: “Está poseído por un demonio”. El Hijo del Hombre, por su parte, festeja y bebe, y ustedes dicen: “¡Es un glotón y un borracho y es amigo de cobradores de impuestos y de otros pecadores!”. Pero la sabiduría demuestra estar en lo cierto por medio de sus resultados”. 

¡Por medio de sus resultados! ¡Estás en lo cierto! Sabias palabras del doctor “Chapatín”, que yo aplico a tu vida y a mi vida para decir: 

¿Los resultados que hay en mi vida; mi forma de pensar, mi forma de ver las cosas, mi forma de ser; hacen que se note que cuando yo le digo a Jesús que Él es mi amigo, el señor Jesús también me considera su amigo, o me considera un mero conocido y gracias? 

Porque si Jesús es mi amigo, es el único amigo que dio su vida por mí. Que Dios te bendiga, que tengas un buen día en medio de este desastre universal. Se hunde el “Titanic”, pero nosotros tenemos otra cosa en nuestro interior, una vida mucho más amplia, profunda y valiosa.


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