ÉSE NO ES MI PROBLEMA

William Brayanes
Haz de Sabiduría
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Cuenta la fábula que un día un ratón que husmeaba desde el agujero de la pared, vio con horror al granjero y a su esposa abrir un paquete, en cuyo interior había una trampa para ratones. 

El roedor  salió de inmediato a advertirles  a  tres  animales de la granja sobre dicha trampa. Ellos se mostraron indiferentes, manifestándole que una ratonera no era problema para ellos (gallina, oveja y vaca) sino exclusivamente para él como ratón.   

Llegada la noche, algo cayó en la trampa recién comprada. La esposa  del granjero fue a revisar, pero como el sitio estaba en penumbras, no se dio cuenta que la trampa había atrapado la cola de una serpiente, reptil que obviamente mordió a la mujer. Ventajosamente el granjero llegó a tiempo para llevarla al hospital y salvar su vida.

A partir de entonces y ya de vuelta a casa, el esposo tuvo que optar por tres decisiones radicales: 1. Matar la gallina para elaborar un nutritivo caldo a su mujer. 2. Sacrificar a la oveja para preparar una comida y recibir a los amigos que llegaban  a visitar a la recuperada paciente. Y 3. Vender la vaca para pagar los gastos del hospital y medicamentos.  

   

Ése fue el triste final de los tres indiferentes animales de la granja. 

   

Querid@ Amig@:

Muchas veces los humanos también nos mostramos indiferentes, egoístas y apáticos ante los problemas y necesidades de los demás, por considerar que a nosotros no nos afectan en lo mínimo.  

 

Recordemos que en los tiempos de Jesús, para hablar con Él, no había que sacar cita, turno, audiencia, ni llevarle recomendaciones. El único requisito era buscarlo, acercarse y solicitar el favor.   

No permitamos pues que los muros, las alarmas, los cercados eléctricos y las cámaras de seguridad que seguimos estrenando en nuestros domicilios, nos roben el sentido de la solidaridad, el interesarnos por saber por lo menos cómo se llama el vecino.

  

Es cierto que no avanzaremos a resolver todos los problemas del resto, pero a veces el solo escuchar la queja de alguien, es ya la primera piedra para una posible solución. (WBC)

 

Por encima de todo, vístanse de amor,

que es el vínculo perfecto.

(Colosenses 3:14)