VINE POR USTEDES
Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Todos los derechos reservados-Publicado con permiso
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Marcos
2:13-17
Hay un cantante argentino muchachito es, que recién está empezando su carrera de música popular. De esa música que cantan todo como si tuvieran la boca dormida porque fueron al dentista. (…). Disculpame esto, pero es que tengo un problema yo con el reggaeton y toda esa música. Pero este chico tiene un problema. (…) No está trabajando ahora porque hace unos años él empezaba en su carrera, y lo citaron en Colombia para que vaya a una productora de música para arreglar temas de contrato con él y etc. Y entonces él firmó una serie de papeles cediendo los derechos para que le hagan la producción ¿no es cierto? Este es un procedimiento habitual entre los músicos de carrera, cediendo los derechos de uno de los materiales que había recién lanzado, que estaba muy bien posicionado en las redes, se compartía mucho etc. Que es un fenómeno contemporáneo ¿no? el tema de la repercusión en las redes.
¡Y… no! Los “Tips para pensar en cuarentena” no tienen repercusión en la red. Y siempre ha sido así. Así que no me aflige mucho esto, pero la repercusión de los tips es que vos los estés escuchando. Esa es una muy buena repercusión y es exactamente de eso, que voy a hablar esta mañana.
Este chico cantante firmó una serie de papeles. Viste, como cuando vos comprás el auto, te pasan una hoja con membrete, y otra y otra. “Firme acá; de éstas son dos; esta, en la parte de arriba, y esta…” Y cuando vos terminás de firmar eso decís: “Dios mío cuídame de lo que acabo de firmar”. ¡Y algunos incluso, llegan a decir eso en el Registro Civil! ¡Mirá lo que te digo!
Bueno, lo cierto es que este muchacho, entre las cosas que firmó decía que cedía todos sus Derechos de Autor a esa Productora. Así que él ahora, no puede producir ningún material y recibir beneficios porque todo lo que hace va directo a esa Productora que lo tiene enganchado, lo tiene atado, engrilletado; lo tiene encadenado a eso. Está encadenado por un papel que él firmó. Si vos le preguntaras a él, si cualquiera le pregunta; si está arrepentido, la respuesta de él sería “-Sí, estoy arrepentido”.
De eso queremos hablar hoy.
Vos fijate que hay una peculiaridad del mensaje de Jesús, que la gente no lo escucha. Aún los propios creyentes no lo escuchamos. Escuchamos lo que nos gusta escuchar y no las otras cosas. Y una característica del mensaje de Jesús, que lo hace realmente revolucionario, raro, extraño; es que Él buscaba pecadores. Escuchá lo que te estoy diciendo. Vos decís: “No, Jesús lo que vino al mundo a buscar, es a la gente “potable”; a la gente como uno ¿viste? A la gente buena, a la gente moral, a la gente religiosa. Negativo. La respuesta es que vino a buscar a las personas que cuando se les pregunta:
-¿Y usted, en qué categoría reviste?
Y que vos decís: -Y… no. Yo, en la categoría pecadores.
-¿Y está arrepentido?
-Y… ¡más vale!
-¿Como quién? ¿Como Judas?
-No, porque a Judas le remordió la conciencia, pero se suicidó como diciéndole adiós. ¡Tomá! Me mato yo solo antes que me mates vos.
Y
ese fue el pecado final de Judas. Se hubiera arrepentido, si se hubiera
arrepentido; quizá hubiera sido uno de los mejores apóstoles. Quizá ¡en serio digo!,
si se hubiera arrepentido. Pero lo que él tuvo fue un mero dolor de “!Uy, me mandé
una macana”, pero no se volvió a Dios. Y justamente Judas es un buen ejemplo
también de lo que quiere decir estar arrepentido. Mirá este evento en la vida
de Jesús y los discípulos que está en Marcos 2:13.
Y volvió a irse al mar; y toda la multitud venía a Él, y les enseñaba. Y pasando, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.
Y aconteció que estando Jesús a la mesa en su casa, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa con Jesús y sus discípulos; porque eran muchos, y le seguían. Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y los pecadores, (los publicanos eran los que cobraban impuestos para Roma) dijeron a sus discípulos: ¿Qué es esto, que Él come y bebe con publicanos y pecadores? Y oyéndolo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos: No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Marcos
2:13-17 (RVG)
El apóstol Pablo tiene una observación, porque él escribió una carta a la iglesia en Corinto, medio dura; y entonces después, en otra carta les dice: “yo lamento haberlos hecho afligir con lo que les escribí la carta anterior, pero no estoy arrepentido de haberles escrito duramente, así. Porque lo que produjo eso es una devolución de ustedes, una reacción donde abrieron el ojo a lo que estaba pasando. Es porque la iglesia toleraba a un chanta que tenían en el medio de ellos. ¿Te suena familiar esto? Una iglesia que protege, que hace como que no está un chanta dentro de ellos, bueno lamentablemente con profundo dolor, en todas las iglesias; en todas las iglesias y en todas las religiones. Es muy interesante porque el otro día estaba viendo como en un grupo budista creo de Afganistán o algo así, encontraron a unos presuntos gurúes que andaban recorriendo por ahí, que eran pedófilos. Digo ¿qué es eso? ¿Es una plaga o qué? No, es la persona que se la cree, es la persona que queda más allá del bien y el mal. Es la persona que haga lo que haga, está justificada por Dios. Es la persona, escuchame, es el representante de Dios en la tierra. Y entonces, él es el que sabe qué es lo que hacer con Dios. Entonces arregla su “fato” con Dios y sigue adelante con su mal. Por eso es que Jesús dijo, porque mirá, justamente los que vinieron con ese comentario: “Pero, ¿cómo? Este Jesús… ¿Qué es lo que estamos haciendo? ¿Come y bebe con cualquiera? ¿Qué es esto?”
Entonces, primero, ¿qué les importaba a ellos la vida de Jesús? ¿Qué se tenían que meter? Y segundo: ¿qué es lo que no estaban entendiendo? ¿Qué es lo que no estaban entendiendo? Y oyéndolos Jesús les dijo: “los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”.
Jesús está aquí. Jesús es una persona que vive para siempre y está presente ahora, y está en tu vida. Está también, puede estar dentro de tu vida, o en el peor de los casos, puede estar al lado de tu vida. Mientras dure la vida, no te vas a sacar de encima a Jesús, en la persona del Espíritu Santo hablándote al oído, tratando de guiarte, tratando de hacerte salir y tratando de hacer que vos tengas, como dijo Pablo, un arrepentimiento bueno. Que, digamos, te produce un dolor, pero ese dolor hace que uno ponga en línea su vida con Dios y eso es muy benéfico para uno. En cambio, el mero remordimiento produce un dolor que es negativo. Y fijate vos cómo terminó Judas, y si eso fue una solución.
De manera que el punto esta mañana es: Vos y yo ¿somos personas que se consideran justas delante de Dios? Entonces no necesitás que nadie te justifique, no necesitás a Dios.
¿O te consideras una persona pecadora que necesita que Dios le perdone? Bueno, eso es lo que estaba sintiendo Leví, también llamado Mateo, luego; cuando estaba comiendo con Jesús rodeado de sus amigos, que eran flor de atorrantes, pero que tenían una inquietud sana de conocer mejor a Jesús.
¿Y sabés lo que dijo Jesús? “No vine por los que están hablando “al cuete” ahí en la vereda. Vine por ustedes, con los que estoy comiendo ahora. ¡Salud!”
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