Decime qué es la Gracia sin decirme qué es la Gracia

Alex López
La Catapulta
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Decime qué es… sin decirme qué es… Una fórmula típica utilizada por los TikTokeros a la que sus seguidores responden. Deben decir algo sin decir algo. Si habláramos de la gracia de Dios cómo pudiéramos explicarla sin decir que es gracia.

El fin de semana vimos dos finales del futbol. La primera fue la final de la Copa América el sábado por la noche. El encuentro se dio entre Brasil y Argentina. Ambos equipos entregaron todo su esfuerzo, la condición física de los jugadores algo impresionante. Se veía el fruto de su esfuerzo que pusieron en cada entrenamiento.

Fue el gol en el primer tiempo de Ángel Di María en el minuto 22 fue el que terminó por sentenciar al equipo brasileño en el estadio Maracaná cuando se terminaron los 90 minutos del partido. Por fin el fruto del esfuerzo del equipo lograba darle una victoria no sólo a Argentina, sino el primer título de la selección Argentina que Messi disfruta y celebra.

En la premiación vimos cómo Messi fue el último en recibir su medalla y luego la Copa América. Frente a todo el equipo alzó la misma en alto y todo el equipo, el público presente y millones alrededor del mundo gritaron a una el fruto del esfuerzo, del sacrificio y de lo verdaderamente merecido de este equipo.

La segunda final de futbol, fue la final de la Eurocopa. Italia e Inglaterra se enfrentaron en el estadio Wembley en Londres. Los ingleses comenzaron ganando con un impresionante gol, fruto de la entrega, esfuerzo y sacrificio de todo el equipo. Pero en el minuto 67, Italia hacía el gol del empate. El encuentro fue sufrido.

Terminaron los 90 minutos reglamentarios del partido y posteriormente los 30 minutos de los dos tiempos extras y se fueron a los penales. En ellos, fruto del esfuerzo y de la estrategia, Italia se alzó con la Eurocopa.

Hasta Google celebró el esfuerzo y la victoria de Italia. Al buscar el resultado aparece el mismo y ciertos fuegos pirotécnicos virtuales que al final terminar por formar la bandera de la Italia victoriosa.

No hay duda que como dijo el sabio Salomón “Todo esfuerzo tiene su recompensa, pero quedarse solo en palabras lleva a la pobreza.”

Pero existen victorias sin esfuerzo. Tal fue el caso de mi selección de futbol en Guatemala. Esta queda descalificada al perder un partido de asistir a la Concacaf Gold Cup que inició el sábado pasado. La tristeza invadió a todos. Pero… sin esfuerzo alguno, ya habiendo perdido en la cancha, ya habiendo sido justamente eliminada de la oportunidad de jugar, el domingo jugó ante El Salvador. Y aunque perdió 2 a 0, jugó.

No llegó allí por esfuerzo alguno. No llegó allí por mérito alguno. No llegó allí por habérselo merecido. Llegó allí por invitación. Ya que varios miembros del equipo técnico y de los jugadores de Curazao se enfermaron de Coronavirus y decidieron voluntariamente retirarse del torneo. Los seleccionados guatemaltecos recibieron un favor inmerecido y fueron invitados. Esto es gracia… Y se parece tanto a la gracia de Dios.

Dios es amor. Dios es santo. Su amor nos salva. Su santidad nos condena. Merecemos no participar de la gloria eterna en el cielo, porque por nuestros pecados, nos convertimos en enemigos de Dios y estamos alejados de él. Dios no tolera el pecado, ni todo tipo de injusticia. Su santidad aplasta, su amor salva.

Pero cuando estábamos descalificados por nuestras malas obras, habiéndose presentado las pruebas que somos unos indignos pecadores por salirnos de sus caminos y no llegar a la talla que espera de nosotros que es santidad total. Merecedores del infierno que es completa separación y eterna del Dios vivo y santo.

Dios nos envía una invitación por el único que merece por sus esfuerzos la gloria. Jesús la divinidad que se vistió de carne y huesos y habitó entre nosotros. Tentado en todo, pero a diferencia de todos nosotros, sin pecado. La muerte del justo, aplaca la ira de Dios, me reconcilia con El y por medio de Jesús me adopta como hijo. Me da nueva vida, borra mis pecados y los olvida y me promete amarme eternamente si descanso por la fe en el sacrificio del hijo. Soy llamado ahora vivir en sus caminos no por temor sino por amor a su amor.

Cuando la selección de Guatemala no merecía nada, lo recibió todo. Un viaje, un honor, un privilegio y seguramente este viaje ha significado algo impresionante para ellos en sus corazones. Porque sólo cuando nos sentimos indignos, hiper valoramos la gracia. Apoyo a mi selección y anhelo verlos llegar por su esfuerzo un día al mundial. Pero sobre todo a ellos y a toda la humanidad, llegar si esfuerzo humano alguno sino por la fe en Cristo, a ser salvos de la ira de Dios y a conocer la vida verdadera y la paz duradera.

La gracia de Dios en Jesús está allí. Llamándole para que se arrepienta de sus pecados y corra a la cruz de Cristo. Porque su muerte es nuestra vida. Su resurrección, nuestra promesa de vida eterna. Anhelo este favor inmerecido para mí, para mi familia y para usted.

¿Cómo puede explicarles a otros lo que es la gracia sin decirles que es la gracia hasta el final?

“En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia. En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.” La Biblia en Efesios 2:1-10.-
 
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