¿ PRUEBAS ?... NO, GRACIAS
¿Pero cómo puedes estar agradecido por algo tan desafortunado? –le preguntaron-
Matthew reiteró estar agradecido, y no solo por una razón, sino por cuatro a la vez. Una: por ser la primera vez que lo asaltaban. Dos : porque le habían quitado el dinero, mas no la vida. Tres: porque aunque se llevaron todo lo que tenía, no era demasiado. Y cuatro porque le tocó ser la víctima y no el ladrón.
Amig@ :
Si hacemos una encuesta, seguramente ninguno aceptaríamos pasar por pruebas o adversidades, pues siempre las veremos como algo doloroso para nuestra vida.
Sin embargo, llegado el caso, debemos aprender a aceptarlas con humildad, convencidos que tenemos un Dios fuerte y lleno de misericordia que no nos dejará abandonados en tales pruebas.
Es cierto que inicialmente no entenderemos el por qué, o el para qué dichas circunstancias; no obstante tendremos que recordar que el Señor tiene un propósito para cada cosa, tal como lo tuvo al permitir que su siervo Job sea zarandeado por Satanás; que José, hijo de Jacob, fuera vendido por sus hermanos; que el apóstol Pablo deba llevar consigo un molestoso “aguijón”; y, que el mismo Jesús, sea martirizado y clavado en la cruz.
Agradezcamos a Dios por las pruebas, viendo en ellas oportunidades para acrecentar tanto nuestra fe en Él, como nuestra necesidad de Él.
“Ahora bien, sabemos que Dios dispone
todas las cosas
para el bien
de quienes lo aman,
los que han sido llamados de acuerdo
con su propósito.”
(Romanos 8:28)
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