ENTREGA TU CORAZÓN
Querido@ amig@:
Entregar el corazón a Dios, implica darle a
EL la parte más importante de tu vida.
Significa ceder voluntariamente tus derechos, anhelando que EL tome el control
total de tu vida. Es dejar que EL Señor te guíe y te dirija, aunque muchas
veces no logres entender hacia qué dirección
te va conduciendo.
Entregar tu corazón a Dios es permitir que
predomine el amor, aún cuando muchas veces tu carnalidad desee la venganza. Es
renunciar al yo, al ego personal, para amar incondicionalmente a Dios y al prójimo. Es reconocer que el único
que puede interceder por tu causa es Jesucristo.
Cuando entregues tu corazón a la plenitud de
Dios, te alcanzará de tal manera que EL comenzará a operar cambios en tu vida y
a modificar actitudes y conductas equivocadas.
Dios se hará tan real en tu vida que
olvidarás tus pesares; comenzarás a contar tus bendiciones y a ver cómo las
experiencias negativas que atravesaste te enseñan y te fortalecen.
Los demás notarán que hay diferencia en ti y
querrán acercarse para que les muestres cuál es el secreto. Y tú muy content@
podrás declarar: “Un día
le entregue mi corazón a Cristo y eso hizo la diferencia”.
Pero, si le entregas tu corazón
y hacia él extiendes las manos…
…Ciertamente olvidarás tus pesares,
o los recordarás como el agua que pasó.
Tu vida será más radiante que el sol de mediodía,
y la oscuridad será como el amanecer.
(Job 11:13,16,17)
Que
esta palabra ilumine tu camino.
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