PARADIGMAS
Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Hola, buen día. Que Dios te bendiga. ¿Querés hacer un homenaje al día del amigo? Compartí este Tip con ese amigo que vos sabes que le va a venir bien. Compartíselo hoy y decile: “mirá, escuchá esto. Si te gusta, te sigo mandando”. Y le vas a estar haciendo a un amigo un verdadero regalo del día del amigo. No por lo que yo digo, sino porque yo busco en la Palabra de Dios y entonces ahí es donde te podés asegurar ¿te das cuenta?
Mirá, de eso quiero hablar hoy. De cómo los esquemas de ideas que tenemos los, conceptos; aunque suene teórico, esto es muy práctico, deben ser desafiados. Deben ser desafiados. Uno cree de una forma y de repente dice: “No, pero entonces, ¿cómo? Entonces es de esta otra manera”. Ya les conté el paradigma que creían en Inglaterra de que los distintos olores nauseabundos que había en la calle y en el río, esos que llamaban miasmas eran los que causaban las pestes. Y entonces la gente se protegía la nariz y se protegía de oler, y trataban de ir al campo, cuando podían, a respirar aire puro. Con esas ideas se dispersaban algunas pestes que mataban muchas personas. Hasta que descubrieron los científicos -no la gente común- descubrieron que había unos pequeños bichitos muy pequeñitos que estaban en el agua y que entonces ahí en el agua y en la comida que comían sin lavar bien; y en algunos lugares, en la misma comida, por la forma de preparación, esos entraban en el cuerpo humano y ahí hacían un desastre.
Entonces se cambió el paradigma. Entonces hoy día casi nadie ignora que las vacunas, por ejemplo, sirven para curar las enfermedades. Porque las enfermedades no las causan las miasmas; las causan los bichitos chiquititos. Y después se descubrieron bichitos más chiquititos, son tan chiquititos que no se pueden ver con cualquier microscopio, como la bacteria, que es lo primero que se descubrió.
Pero hoy día todavía hay gente que no ha cambiado su paradigma y hace cuestiones con el tema de la peste. y especialmente en el ambiente religioso; porque es ahí donde a veces es más difícil que vos quieras cambiar tu paradigma.
Para algunos, el paradigma de las enfermedades, las causan los espíritus satánicos. Y entonces el esquema hecho del espíritu y la persona, se cura. Con ese esquema tan sencillo, vamos a proceder con respecto a la pandemia. Y lo que pasa es que vos, por ejemplo, podés hacer eso con una persona diabética y la persona, vos le podés medir el azúcar antes y después de orar, y vas a ver que lo más probable, en un porcentaje altísimo, esa proporción de azúcar excedida que él tiene en su sangre se va a mantener. Y entonces, la pregunta es: ¿Por qué si está causada por un espíritu que lo acabamos de expulsar, la persona sigue teniendo azúcar en sangre? O la fractura, sigue estando la fractura. ¿Te das cuenta a dónde voy?
Vos decís: si Dios hace sanidades, que yo no lo creo, estás equivocado. Yo lo creo, yo lo he visto y lo he experimentado en persona. Pero ahora mismo tengo esta enfermedad que tengo y no cambia. La enfermedad no cambia. Sigue siendo igual. Y entonces, mi paradigma tiene que cambiar a “Dios tiene poder sobre todas las cosas y tiene el poder sobre la enfermedad, pero Dios no sana a todos los enfermos que creen en Él”. Y este mensaje va dirigido a ese tipo de personas a quienes Dios no lo ha sacado de una situación profundamente crítica en lo exterior. Y entonces eso lo va a obligar a cambiar de paradigma, porque ese paradigma “Dios siempre sana” es un paradigma que viene de la magia. La idea de que lo que uno hace no está relacionado con un Dios personal, que es amoroso y que es incomprensible en cierta manera.
Para el paradigma de la magia que dice: “bueno acá tengo a un hombre que es muy poderoso, que tiene un encantamiento y que él te lo da y las personas se curan sí o sí. Fijate, está en los diarios, está en las páginas por ahí; dice: “vos rezá esta oración 10 días seguidos y vas a ver que al décimo día se te cumple sea lo que sea”. Bueno, eso es magia. Magia pura. Pura
Magia. No es “pura” la magia, es pecadora. Porque se independiza de Dios y le dice a Dios: “no te necesito yo ya sé cómo se hace, ya tengo los recursos”. Y eso es lo peor que le puede pasar una persona. Lo mejor es que cambie de mentalidad.
llegaron cuatro hombres cargando a un paralítico en una camilla. Como no podían llevarlo hasta Jesús debido a la multitud, abrieron un agujero en el techo, encima de donde estaba Jesús. Luego bajaron al hombre en la camilla, justo delante de Jesús. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico: «Hijo mío, tus pecados son perdonados». Pero algunos de los maestros de la ley religiosa que estaban allí sentados pensaron: «¿Qué es lo que dice? ¡Es una blasfemia! ¡Sólo Dios puede perdonar pecados!». En ese mismo instante, Jesús supo lo que pensaban, así que les preguntó: «¿Por qué cuestionan eso en su corazón? ¿Qué es más fácil decirle al paralítico: “Tus pecados son perdonados” o “Ponte de pie, toma tu camilla y camina”? Así que les demostraré que el Hijo del Hombre* tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados». Entonces Jesús miró al paralítico y dijo: «¡Ponte de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!». Y el hombre se levantó de un salto, tomó su camilla y salió caminando entre los espectadores, que habían quedado atónitos. Todos estaban asombrados y alababan a Dios, exclamando: «¡Jamás hemos visto algo así!».
(Marcos 2:3-13 NTV)
Vos fijate este tema paradigmático ¿no es cierto? Y Jesús lo expone acá. un paradigma, por ejemplo: acá está el hombre que es traído. El hombre que es traído no dice nada. No hace una declaración de un credo, no hace ninguna acción. La única acción que hace es dejarse llevar y dejarse sanar por Jesús. Entonces, Jesús muestra eso y aprovecha ese milagro para mostrar quién es Él. Y ese es el paradigma: quién es Jesús; no, si puede sanar a un paralítico.
Algunos de los maestros de la ley estaban planteándose: ¿cómo va a decirle a una persona que se le acaban de poner delante de Él que sus pecados son perdonados? ¿Quién, puede perdonar los pecados? Solamente Dios. Y este es un paradigma correcto. Sólo Dios puede perdonar pecados. El paradigma que tenía que cambiar en la idea de ellos era: “Jesús es Dios”. ¡Y ése era el problema! Que se resistían a creer que Jesús era Dios. Porque si era Dios podía perdonar pecados. Entonces, ¿qué hizo Jesús? Le perdonó los pecados. Pero como les objetó esa forma de pensar y para darles la oportunidad de cambiar de paradigma, les dijo: “¿Qué es más difícil hacer? ¿Decirle a la persona: tus pecados te son perdonados, o ponte en pie toma tu camilla y camina?
Y entonces, preguntémonos la pregunta que Jesús hizo: ¿qué era más difícil? Decirle al paralítico; pero no pensemos como argentinos, de decir por decir. Porque hay muchos y muchos falsos profetas hoy día que van a decir: “tus pecados te son perdonados” y la gente va a decir ¡qué maravilla! ¡le perdonó los pecados! Hasta los fariseos del tiempo Jesús sabían que eso era una chantada, pero hoy día todavía hay gente que cree ese discurso.
Y entonces la respuesta era, comparativamente, es mucho más difícil según quién sos. Porque si sos el que puede perdonar pecados, es Dios. Y entonces para Dios decirle una persona: “ponete en pie, tomá tu camilla y caminá”, no es nada. Y entonces dijo: “bueno ahora les muestro qué es lo que estoy queriendo que entiendan. Y le dijo al paralítico: ponte en pie toma tu camilla y vete a tu casa” Y el hombre se levantó de un salto, tomó su camilla y salió. Es decir, ese acto de Jesús mostró que Jesús era Dios. Pero no como para una demostración, sino para que crean en Él. Porque como Él mismo dijo: ¿se puede creer en Dios sin creer en Jesús?
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