La perspectiva de la vida

Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Gálatas 6:7-8 

Anoche estaba viendo un videíto donde me llamó la atención porque un estudiante que se identificó con el nombre de SuchArt de la universidad BHU Banaras Hindu University, en indio, obviamente; en la ciudad de Benarasi; le hizo la pregunta a un gurú, de estos gurús, estos sabios indios que van recorriendo distintos lugares, que se llama Sadhguru (por las dudas) y le hizo esta pregunta, era una charla de este gurú con estudiantes de la universidad BHU. Le dijo: “-Mire maestro, yo tengo este problema. Estoy en la universidad. me está yendo bien en los estudios, pero últimamente he perdido la chispa.He perdido el entusiasmo. ¿Qué me pasa? ¿Qué puedo hacer?” Y antes de darte la la explicación que Sadhguru le dio, quiero aclarar -por las dudas, por las dudas- que la Palabra de Dios es la Biblia. Y que como en la Biblia dice que aún de la boca de los niños y de los que maman hay sabiduría y Dios fundó un imperio eterno que no va a ser destruido (Salmos 8:2 y ss.-NdE), hay una imagen de Dios que está en todas las personas y que da estos chispazos de sabiduría como el Sadhguru, que la verdad, me cayó bien lo que dijo. Por supuesto, no estoy predicando que nos pongamos a creer en todo tipo de teologías que andan por ahí, pero sí que estemos atentos a cuando alguien habla con sabiduría. Que, de paso, es lo que dice el texto que voy a leer esta mañana. 

Y este hombre le dijo así: “-Mirá (se lo dijo en indio ¿no?, pero yo te lo digo) cuando nosotros vamos a la escuela desde pequeños, después vamos al secundario, después vamos a la universidad; todo el tiempo se nos enseña a conocer el mundo. Los números, los países, la geografía; la física, cómo funciona el átomo, cómo son las leyes de la electricidad… pero no se nos enseña a ser como nosotros mismos. No se estudia en ningún lado. Y entonces uno, van pasando los años, teniendo un conocimiento muy vasto sobre todas las otras cosas, menos de uno mismo. Y nosotros somos esclavos, (y le dijo a él) vos sos esclavo de tu cerebro. Porque tu cerebro tiene una predilección por interpretar tu pasado y por predecir tu futuro, pero no tiene nada para decirte para el presente, para hoy. Y esa tensión entre tu interpretación de lo que pasó en tu vida y de las expectativas sobre el futuro, es una tensión que a veces te deja paralizado sin saber qué hacer justamente en el momento más necesario, que no es ni el pasado ni el futuro, sino el presente, hoy. Y tu bien más preciado no es tu pasado, ni tu futuro, sino tu presente; porque es lo único que tenés. Y entonces deberías aprender a cómo hacer que tu presente, tu vida de hoy, sea tu fuente máxima de felicidad, que estés feliz y pleno con tu presente de hoy. Y desanclar tu cerebro de esas dos manías que tiene, de anclarte en el pasado o en el futuro. Y si tenés que dejar la universidad, tenés que dejar algo que estás haciendo, dejalo si eso no contribuye a que vos tengas una vida plena y feliz, hoy.”

Me encantó el viejito éste ¿eh? “Viejito”, digo ¡y capaz que es más joven que yo! Me encantó lo que dijo, porque coincide con lo que está en la Palabra de Dios.

Yo ya he dicho esto, antes. Yo lo he descubierto en mi vida. Yo soy cristiano desde la concepción, ¡mirá cómo será! Y cómo será, que yo iba en la panza de mamá, iba a la iglesia, cantaba en el coro, tocaba el armonio… Y una cosa que he descubierto es que muchos cristianos, y yo mismo, mucho tiempo están tristes, están desmotivados. Teniendo la fe más linda que hay en el universo, viven como si fueran los pobres más miserables del mundo.

¿Por qué esta paradoja? Simplemente porque no tenemos esta idea que dice aquí el apóstol Pablo a la iglesia de Galacia, los gálatas: 

No os engañéis; de Dios nadie se burla. Pues lo que uno siembre, eso cosechará: el que siembre para su carne, de la carne cosechará corrupción; el que siembre para el espíritu, del espíritu cosechará vida eterna.

(Gálatas 6:7-8 Jer 2001*) 

De paso, una notita histórica. Cuando Pablo escribió esto, faltaban como 2.000 años para que se invente la heladera. ¿Cómo conservaban la carne? Ponele que mataban una vaca. Una vaca tiene como 200 kilos de carne. ¿Y qué hacen con los 200 kilos? Bueno, hacés un asado, invitás a todo el pueblo, algo así. O si no, comés, comés carne hasta reventar, un día. Al otro día, la carne está medio abombada, pero la hervís bien y le echás vinagre y todavía se puede comer, y al tercer día tenés que tirar los otros 148 kilos de carne que te quedaron. Menos algunos que podés ponerlos con sal, ceniza; qué se yo. Metele algo para demorar ese proceso de putrefacción. Así son las cosas de esta vida. Que dura un poco, dura un poco y podemos tener mucha abundancia un día, pero no es para siempre.

Es interesante este texto. Porque lo que dice básicamente, es que a Dios no se le puede hacer ruido con la boca burlándose de Él. Esa palabra donde dice “Dios no puede ser burlado”; a veces lo vemos “burlar a alguien”, en el sentido de explotarlo, o de mentirle; pero en este caso no dice eso. Lo que dice la raíz de la palabra “burlar” es “hacer ruidos con la boca” como hacer “múuuu!” con la boca. Ese tipo así de burla. Como hacen los chiquitos en el litoral, en Misiones; se golpean la boca abierta, y ese ruidito, es la burla que hacen. A Dios no se le hace eso. ¿Y cómo me puedo burlar yo de Dios? Lo último que quisiera es eso. Bueno, en esto: en que uno siembra cosas y después esperar que mágicamente las cosas que salgan sean de otra calidad o de otra naturaleza. Si yo siembro peras, ¿qué va a salir del árbol? Si yo siembro trigo, ¿qué va a salir del trigo? Y si yo siembro cizaña, ¿qué va a salir? ¿Y si yo siembro vinagre? ¿Y si yo siembro ácido muriático? ¿Y si yo siembro algo amargo… ¿qué voy a lograr? ¿Puedo lograr algo diferente, si siempre siembro lo mismo?

Bueno, eso es lo que dice el texto. El que siembra de su carne, de la carne cosechará carne podrida; y el que siempre para el espíritu, del espíritu cosechará vida eterna.

¿Vos tenés esta Vida Eterna, no? Por las dudas, pregunto. A ver si estamos hablando, lo mismo que si yo fuera el Sadhguru de Carlos Paz, que dice palabras de sabiduría, todo muy lindo, todos aplaudimos; y después seguimos insistiendo en hacer en nuestra vida cosas que no nos traen… ¡No, que si están correctas de acuerdo a la doctrina bíblica! ¡Es poco decir eso!

Lo que es decir, es cumplir ese deseo que Jesús tenía cuando le dijo a sus discípulos “yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10 –NdE).

Así que te animo a que esta mañana, que analices tu vida, la pongas en las manos de Dios, le pidas perdón por haberle hecho “¡múuuu! ¡múuuu!”, así a Dios -que Dios te perdona, porque es buenísimo- y podés cambiar. Hoy mismo mismo podés cambiar tu perspectiva de la vida, para aprender todo lo que no te enseñaron en el colegio.

¡Besitos!

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