PAZ ESPIRITUAL EN UNA SOLA PALABRITA

Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Romanos 8:9-11

Ayer escuché esta, iba a decir “historia”; pero es una historia que dudosos antecedentes. Dice que un profesor les preguntó a los chicos de la clase, en un examen, distintas preguntas sobre un texto que habían tenido que leer. Y dice que alguien había puesto que San Martín cuando llegó a Francia se había de puesto de novio con una tal “Logia Lautaro”. Otro había puesto en otra referencia histórica, que el papa León X, lo había excomulgado a Lutero porque no se quiso sacar una selfie con él. Entonces el profesor, muy inteligente, dice: “-Bueno por favor, los que respondieron así, me buscan en el libro de texto dónde dice eso que ustedes están afirmando”. Entonces el primero que había dicho que San Martín se había puesto de novio con Logia Lautaro, le leyó un texto donde decía así:

“Cuando San Martín llegó a Francia, tuvo relaciones con la Logia Lautaro”. En cambio, que el otro que había respondido sobre Lutero, según el texto que decía eso que él afirmaba, es el texto donde dice que “el papa León X excomulgó a Martín Lutero porque no quiso retractarse delante de él”.

Muchas personas a veces no notan qué es lo que estudia uno en el seminario. No se imaginan qué es lo que uno estudió en el seminario. Y es una enseñanza tan preciosa. Yo siempre tengo un recuerdo realmente, impresionantemente potente de lo que pasó en mi espíritu, en mi vida, durante los años que estuve en el seminario. Porque básicamente lo que se estudia en el seminario, es la Biblia. Entonces ahí todo gira alrededor de la Biblia. Por ejemplo, si vos estudiás Pedagogía, no estudiás es una Pedagogía así genérica, digamos, para cualquier cosa. Siempre está enfocado a la enseñanza de la Biblia como Palabra de Dios.

Y cuando las personas sospechan que uno tuvo estudios en el seminario y ha estudiado las lenguas donde fueron escritos el Antiguo y el Nuevo Testamento, piensan a veces, que uno ha llegado a un conocimiento muy sofisticado, profundo, y por lo tanto aburrido, de la Biblia. Y entonces tiene una idea de que uno se va convirtiendo en una especie de miembro de la Logia Lautaro. De una “logia” que maneja códigos secretos como el código Davinci, y que entonces uno sabe cosas que nadie sabe. Y una de las cosas que la gente no sabe, y que uno tampoco sabe, es que no. Que lo que uno aprende, son claves de palabras sencillas. La Biblia es un libro de palabras sencillas. Sí, ya sé que hay palabras que son difíciles, pero son las menos; son las menos. Y esas merecen un estudio y para aprender qué significan nada más.

Una de las palabras más significativas en toda la Biblia es una preposición y como todo el mundo sabe la preposición es una palabrita corta pero “prepotente”. La preposición es “pre-potente” porque te marca lo que dice el resto del texto. Cortita y chiquita como por ejemplo, la preposición “en”. Vos cuando leas en el Nuevo Testamento, especialmente; cada vez que encuentres la palabrita “en”, fijate lo que dice y qué significado tiene, lo que dice no sé qué “en”. En Romanos 8:9 al 11, son tres versículos. El 9, el 10 y el 11. Aparece cinco veces la preposición “en”. ¿A ver si las encontrás?

Pero ustedes no están dominados por su naturaleza pecaminosa. Son controlados por el Espíritu si el Espíritu de Dios vive en ustedes.

Primera

(Y recuerden que los que no tienen al Espíritu de Cristo en ellos,

Segunda

de ninguna manera pertenecen a él).

Mirá vos como este “en”, implica que si “en” tal cosa uno tiene vida eterna y Dios mismo vive en uno. Pero si no está el “en” uno, no pertenece a Dios. ¿Y entonces a qué pertenecés? ¡Ah! ¡No sé! Pero a Dios, no.

Y Cristo vive en ustedes;

Tercera

entonces, aunque el cuerpo morirá por causa del pecado, el Espíritu les da vida, porque ustedes ya fueron declarados justos a los ojos de Dios. El Espíritu de Dios, quien levantó a Jesús de los muertos, vive en ustedes.

Cuarta

Y, así como Dios levantó a Cristo Jesús de los muertos, él dará vida a sus cuerpos mortales mediante el mismo Espíritu, quien vive en ustedes.

(Romanos 8:9-11 NTV)

Quinta

Te dejo esta palabrita para que vos veas cómo la diferencia entre tener vida espiritual y no tener vida, que es lo mismo que decir y estar muerto, ser un muerto, que es una paradoja que un día le tenemos que dedicar un ratito. Eso de ser muerto. En algunos lugares en Entre Ríos, decían así. Hablaban de alguien que había fallecido, refiriéndose a él con el verbo “ser”. Que es curioso, porque justamente el verbo “ser” es de una persona que es y no una que dejó de ser. Y entonces decían: “-sí, porque fulano de tal, es muerto”. Que quiere decir que ya no vive más, aunque de alguna forma se referían a él como una persona que es. Pero una persona no puede ser, si no es en Dios.

Incluso hay personas que son en algún ámbito. Son en el arte, son en los canales de televisión de chismes, son en el mundo político, son en el mundo cultural, son en algún lado. Pero en realidad están muertos. Respecto de Dios no son no son nadie, ni son nada hasta que no dejen que Dios haga una obra preciosa que tiene que ver con el ser de la persona. Con su existencia total y profunda y trascendente.

Por eso quería levantar esta mañana, esta palabrita “en” para que vos y yo nos fijemos, obviamente yo ya me fijé; si no, no estaría diciendo esto, si mi vida dónde está; en dónde está.

Y si mi vida no está en Cristo; si yo no soy alguien en Cristo, no seré nadie. Como dijo San Martín, el novio de la Logia Lautaro: “Serás lo que debas ser, y si no, no serás nada”.


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