Nuevos comienzos
Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Este principio de milagros hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó
su gloria; y sus discípulos creyeron en Él.
(Juan 2:11 RVG)
¡Hola! ¿Te fijaste que hoy, como es lunes, es para nosotros, emocionalmente, el primer día de la semana? Hay gente que hace historia como cuál es el primer día de la semana no tiene mucha importancia, la verdad. Sí tiene importancia en el sentido de que en alguna forma psicológica, y desde el punto de vista del trabajo también, y de la escuela; marca el comienzo de una semana. La semana también es un período de tiempo algo arbitrario, que es como para acomodar los días de manera que uno pueda encontrarle algún sentido, alguna orientación. Y sigue teniéndola aún para personas que son jubiladas, por ejemplo; que no van a trabajar y el lunes sigue siendo el principio de la semana. Y uno se acostumbra a eso ¿no es cierto?
Yo quiero hablar de esa idea; de la idea del principio. Y cómo vos fijate que en nuestra vida hemos de tener muchos principios. Muchos principios, cada día es un principio. Pero vamos a tener un solo final. Es interesante eso. Aunque durante la vida puede ser que hay cosas que terminen, que sea el final de esa parte, pero en general, el final es una cosa más dramática que el principio de semana, digamos. El principio del día de hoy, el principio de un nuevo un día.
A ver, voy a explicar un poco mejor lo que estoy queriendo decir, por las dudas, como es lunes ¿vio?. Tuve un compañero de trabajo que se estaba separando de la mujer. Así que cada semana, cuando nos juntábamos nos comíamos una pizza por ahí, así, y hablábamos, qué sé yo. Pasábamos por el caso de que sí, que es una loca, que ya me tiene cansado. Que otro dice bueno, nos tomamos un tiempo para conocernos mejor, y bueno, ahora estamos yendo un terapista… Pero un día vino y dice: “-¡Antes que me pregunten, les quiero decir tengo una nueva mujer!” Y todos nos quedamos todos mirándolo a ver cómo, qué era, cómo este tema de la nueva mujer. Dice: “-Sí, sí, sí. Estamos yendo a terapia y entonces el terapista matrimonial nos enseñó que debemos vernos como personas nuevas. No la misma persona de antes con la cual ya no queremos más vivir; sino con una persona nueva con la que empezamos una nueva relación hoy. Así que bueno, este muchacho seguía con la de antes, pero ahora la veía como nueva. Y pasó el tiempo y se le volvió a poner vieja, y se terminaron separando definitivamente, quizá un par de años después.
Pero, interesante el concepto. De qué significa algo nuevo. Yo puedo considerar nuevo algo que siendo técnicamente viejo, para mí es algo que yo encaro con un renovado, RE-NOVADO espíritu, y entonces para mí eso es nuevo. porque ha sido RE-NOVADO. Y la idea es que como uno tiene que estar atento a los principios. A los principios repetidos, diría yo. Vuelvo al principio. Volver a los principios. Y vos fijate que la palabra “principio” nosotros la usamos en el sentido temporal de algo que comienza en un momento, en un aquí y ahora. Que, por supuesto, es pasado, a los 2 segundos ya es pasado; pero también usamos la palabra “principio” para referirnos a algo que es rector. Por ejemplo, el principio de la equidad. Entonces es muy bueno esto y de hecho la Revolución Francesa, que fue una gran inspiradora de las revoluciones libertadoras latinoamericanas, entre ellos, la nuestra. En argentina fueron inspirados por esa idea de los principios “libertad”, “igualdad” y “fraternidad”. Que por supuesto, vos fijate cómo es eso, 200 años después ¿qué tenemos que hacer nosotros? Volver y comenzar esos principios. Y uso la palabra, el verbo “comenzar” justamente para señalar esa idea de que las cosas tienen que volver a comenzar.
Yo hoy comienzo una nueva relación con mi esposa, con mis hijos, y tienen todas esas relaciones un elemento de novedad que va cambiando paulatinamente como las fases de la Luna, hasta que cuando nos queremos acordar nuestra realidad es diferente. Pero se debe a que cada nuevo principio cambió en algún sentido.Yo espero ¿no?, disculpame ¿no?, pero espero no complicarte la vida con lo que estoy diciendo, sino para volver a una palabra, a una expresión que aparece mucho en la Biblia. La palabra “principio”; “arché” (αρχή) en griego, en el Nuevo Testamento, es una palabra muy usada especialmente en los textos proféticos, es decir, en los textos que son espiritualmente más profundos. Ahí hay muchas referencias a algún principio, tanto en el sentido “principio rector” de algo, como en el principio como “comienzo”. Y en Juan 2:11 dice que, ¿Se acuerdan ustedes el famoso milagro donde Jesús en una fiesta de casamiento en una aldeíta que se llamaba Caná de Galilea, donde Él estuvo ahí con sus discípulos, al principio de su ministerio; y según Juan, que es el único que relata esto dice esta señal milagrosa, la de convertir el agua en vino. Fue gracioso, pues se les terminó el vino, y Jesús por instancia de su madre que lo presentó ahí, convirtió el agua en vino. Unos cántaros que tenían con agua cuando él les dijo que los busquen, resultó ser que era vino, y entonces dice que los comentarios en las mesas, de los que tenían más o menos un paladar bueno. Y no como decía el viejo del río en Mendoza que decía que él era un buen “captador” de vino -con “p” al medio- y entonces lo cargaban, y nunca se sabía si él lo decía en chiste, o realmente porque no sabía bien cómo se escribía; él según él, era un gran “captador” de vino. Le decían siempre: “-Sí, vos te “captás” todo el vino que podés “garronear”… Y así lo cargaban al Pedro, a don Pedro del Brito. Y entonces ese hombre que hizo el comentario en el casamiento de Caná de Galilea, dice: “-Todo el mundo larga primero el vino mejor. Saca las botellas esas que dicen “Cosecha 1958” y después cuando ya la gente ya está tomando y se le ha calentado el pico, entonces dan un vino más barato, más “vino de la casa”. En cambio vos, acá dejaste el mejor vino para ahora”.
Yo quiero hablar de esa idea; de la idea del principio. Y cómo vos fijate que en nuestra vida hemos de tener muchos principios. Muchos principios, cada día es un principio. Pero vamos a tener un solo final. Es interesante eso. Aunque durante la vida puede ser que hay cosas que terminen, que sea el final de esa parte, pero en general, el final es una cosa más dramática que el principio de semana, digamos. El principio del día de hoy, el principio de un nuevo un día.
A ver, voy a explicar un poco mejor lo que estoy queriendo decir, por las dudas, como es lunes ¿vio?. Tuve un compañero de trabajo que se estaba separando de la mujer. Así que cada semana, cuando nos juntábamos nos comíamos una pizza por ahí, así, y hablábamos, qué sé yo. Pasábamos por el caso de que sí, que es una loca, que ya me tiene cansado. Que otro dice bueno, nos tomamos un tiempo para conocernos mejor, y bueno, ahora estamos yendo un terapista… Pero un día vino y dice: “-¡Antes que me pregunten, les quiero decir tengo una nueva mujer!” Y todos nos quedamos todos mirándolo a ver cómo, qué era, cómo este tema de la nueva mujer. Dice: “-Sí, sí, sí. Estamos yendo a terapia y entonces el terapista matrimonial nos enseñó que debemos vernos como personas nuevas. No la misma persona de antes con la cual ya no queremos más vivir; sino con una persona nueva con la que empezamos una nueva relación hoy. Así que bueno, este muchacho seguía con la de antes, pero ahora la veía como nueva. Y pasó el tiempo y se le volvió a poner vieja, y se terminaron separando definitivamente, quizá un par de años después.
Pero, interesante el concepto. De qué significa algo nuevo. Yo puedo considerar nuevo algo que siendo técnicamente viejo, para mí es algo que yo encaro con un renovado, RE-NOVADO espíritu, y entonces para mí eso es nuevo. porque ha sido RE-NOVADO. Y la idea es que como uno tiene que estar atento a los principios. A los principios repetidos, diría yo. Vuelvo al principio. Volver a los principios. Y vos fijate que la palabra “principio” nosotros la usamos en el sentido temporal de algo que comienza en un momento, en un aquí y ahora. Que, por supuesto, es pasado, a los 2 segundos ya es pasado; pero también usamos la palabra “principio” para referirnos a algo que es rector. Por ejemplo, el principio de la equidad. Entonces es muy bueno esto y de hecho la Revolución Francesa, que fue una gran inspiradora de las revoluciones libertadoras latinoamericanas, entre ellos, la nuestra. En argentina fueron inspirados por esa idea de los principios “libertad”, “igualdad” y “fraternidad”. Que por supuesto, vos fijate cómo es eso, 200 años después ¿qué tenemos que hacer nosotros? Volver y comenzar esos principios. Y uso la palabra, el verbo “comenzar” justamente para señalar esa idea de que las cosas tienen que volver a comenzar.
Yo hoy comienzo una nueva relación con mi esposa, con mis hijos, y tienen todas esas relaciones un elemento de novedad que va cambiando paulatinamente como las fases de la Luna, hasta que cuando nos queremos acordar nuestra realidad es diferente. Pero se debe a que cada nuevo principio cambió en algún sentido.Yo espero ¿no?, disculpame ¿no?, pero espero no complicarte la vida con lo que estoy diciendo, sino para volver a una palabra, a una expresión que aparece mucho en la Biblia. La palabra “principio”; “arché” (αρχή) en griego, en el Nuevo Testamento, es una palabra muy usada especialmente en los textos proféticos, es decir, en los textos que son espiritualmente más profundos. Ahí hay muchas referencias a algún principio, tanto en el sentido “principio rector” de algo, como en el principio como “comienzo”. Y en Juan 2:11 dice que, ¿Se acuerdan ustedes el famoso milagro donde Jesús en una fiesta de casamiento en una aldeíta que se llamaba Caná de Galilea, donde Él estuvo ahí con sus discípulos, al principio de su ministerio; y según Juan, que es el único que relata esto dice esta señal milagrosa, la de convertir el agua en vino. Fue gracioso, pues se les terminó el vino, y Jesús por instancia de su madre que lo presentó ahí, convirtió el agua en vino. Unos cántaros que tenían con agua cuando él les dijo que los busquen, resultó ser que era vino, y entonces dice que los comentarios en las mesas, de los que tenían más o menos un paladar bueno. Y no como decía el viejo del río en Mendoza que decía que él era un buen “captador” de vino -con “p” al medio- y entonces lo cargaban, y nunca se sabía si él lo decía en chiste, o realmente porque no sabía bien cómo se escribía; él según él, era un gran “captador” de vino. Le decían siempre: “-Sí, vos te “captás” todo el vino que podés “garronear”… Y así lo cargaban al Pedro, a don Pedro del Brito. Y entonces ese hombre que hizo el comentario en el casamiento de Caná de Galilea, dice: “-Todo el mundo larga primero el vino mejor. Saca las botellas esas que dicen “Cosecha 1958” y después cuando ya la gente ya está tomando y se le ha calentado el pico, entonces dan un vino más barato, más “vino de la casa”. En cambio vos, acá dejaste el mejor vino para ahora”.
Es el vino que hizo Jesús. Milagroso. Y un vino especial, porque ese vino de ese casamiento marcó para los discípulos este evento, esta señal milagrosa en Caná de Galilea, marcó la primera vez que Jesús reveló su gloria y sus discípulos creyeron en Él. Ese milagro tenía ese valor. ¿De ser el primero? ¿El primer milagro? El primer milagro que reveló su gloria. No especifica si fue el primero, primero; o el primero que reveló su gloria. De cualquier manera, la vida de Jesús había estado acompañada con milagros desde antes que él nazca, desde antes que fuera concebido. Pero lo cierto es que ese milagro, para los apóstoles significó “este es el Jesús que tiene una gloria, tiene una identidad, tiene un aspecto, tiene un un entorno, tiene… Él es. Es algo especial, es algo especial.
Y yo quisiera plantearte esta mañana, empieza la semana, de pensar esta semana, este día, tu vida como una vida que comienza. Que comienza hoy hoy mismo, y por lo tanto es una vida nueva. Porque mañana no va a tener los años tuyos más dos días, sino que va a tener solamente un día.
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