LA ORACIÓN DE "DARSE CUENTA"

Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
https://www.youtube.com/user/daniel5459
Todos los derechos reservados-Publicado con permiso 

I Samuel 2:1-10

Hoy escuché por última vez la palabra “conchabo” sin saber bien qué significa. No tenía idea de que “conchabo” quiere decir “trabajo”. y de algún tipo de trabajo medio “berreta”, como llaman al trabajo informal o al trabajo precario, pero no sabía bien por qué. Hoy lo dijo un periodista y entonces ahí dije, “-No; tengo el internet adelante mío, así que fui y lo busqué. “Conchabo”, que en Argentina, Bolivia y algunos otros países de acá de la región se lo usa en este sentido de trabajo precario o de trabajo, al fin. Como cuando decimos “laburo”, me fui al “laburo”, fulano de tal consiguió un “conchabo”. Y la palabra viene del latín “conclavare”, que de ahí viene la palabra “cónclave” y un montón de otras palabras más como concluir, que viene de exponer a dos o más personas juntas en una habitación que tiene cerradura con clave. Es decir que es una habitación, un ámbito que está cerrado del lado de adentro para que no entre nadie que no haya sido invitado. Con la idea de que es algo que dos personas o más, hacen en lo oculto. Y que eso oculto que hacen, es estar arreglando algo que no quieren que los de afuera se enteren.

De ahí la idea de hacer un trabajo del tipo “Mirá, vos vas a trabajar acá, pero a mí me vas a dar la mitad del sueldo. Me lo vas a dar a mí, por el trabajo que yo te conseguí”. Ese arreglo bajo mesa, eso es lo que hace un conchabo. Es decir, un arreglo en lo privado.

Es interesante que ese concepto, el del trabajo hecho en condiciones impropias, está en un relato del Antiguo Testamento, que se llama “La oración de Ana”. Ana fue la mamá de Samuel, el gran, EL GRAN sacerdote y profeta que tuvo Israel. Por eso es un nombre también muy usado en el ambiente de los judíos, donde lo llaman Shemuel. En el ambiente cristiano cuando vos escuches que una persona te dice: “sí, yo me llamo Samuel”, preguntale: “sos creyente?” y vas a ver lo que te dice.

Lo voy a leer este párrafo, que es una oración que dijo Ana cuando tuvo a Samuel. Y estaba tan contenta porque ella había sido estéril y cuando quedó embarazada compuso evidentemente esta oración que es muy llamativa por la antigüedad que tiene, por el hecho de que una mujer sea su autora, y de que esté conceptualmente y en cuanto al lenguaje, tan desarrollada. Y la leo a propósito en la versión de Jerusalén que me obliga a mí mismo a cuidar las palabras, porque usa palabras que no están muy en boga hoy día, pero son parte de nuestro idioma castellano y uno puede correr el riesgo -me doy cuenta por mí mismo- que su vocabulario se reduzca. Y por lo tanto su ideología se reduzca, por lo tanto su pensamiento se achique, y eso es lo que no hay que permitir.

En este salmo que ella escribió, menciona en el versículo 5, voy a leer, donde dice:

"Los hartos se contratan por pan"

Y ese es un conchabo. Es decir, a una persona que antes era rica, que comía lo que quería, que decía: “no, este no me gusta traeme otro”; de repente Dios lo ha mandado al descenso y ahí tiene que trabajar por el pan. Que es una forma de contrato, de conchabo, de lo más bajo que hay. Cuando vos trabajás simplemente para no morir de hambre. Punto. Por el pan. Vos trabajás y te dan pan. ¡Listo! Eso es todo. Y está mencionado en este texto de Ana, que voy a leer en I Samuel 2:1-10.

Entonces Ana dijo esta oración: "Mi corazón exulta en Yahvé,  mi fuerza se apoya en Dios,  mi boca se burla de mis enemigos,  porque he gozado de tu socorro. No hay Santo como Yahvé,  (porque nadie hay fuera de ti),  ni roca como nuestro Dios. No multipliquéis palabras altaneras,  no salga de vuestra boca la arrogancia. Dios de sabiduría es Yahvé,  Él juzga las acciones. El arco de los fuertes se ha quebrado,  los que tambalean se ciñen de fuerza. Los hartos se contratan por pan,  los hambrientos dejan su trabajo.  La estéril da a luz siete veces,  la de muchos hijos se marchita. Yahvé da muerte y vida,  hace bajar al Seol y retornar. Yahvé enriquece y despoja,  abate y ensalza. Levanta del polvo al humilde,  alza del muladar al indigente  para sentarlo junto a los nobles,  y darle en heredad trono de gloria,  pues de Yahvé los pilares de la tierra  y sobre ellos ha asentado el universo. Guarda los pasos de sus fieles,  y los malos perecen en tinieblas  (pues no por la fuerza triunfa el hombre). Yahvé, ¡quebrantados sus rivales!,  el Altísimo truena desde el cielo.  Yahvé juzga los confines de la tierra,  da pujanza a su Rey,  exalta el poder de su Ungido."

(1 Samuel 2:1-10 Jer 2001)

No hay como una persona como Ana, que sabe lo que es estar en el fondo y sabe lo que es estar en el tope, para poder escribir esta oración tan bonita. Y ella sabe que eso depende de la voluntad de Dios. Y que Dios también tiene un sentido moral en su bendición, de bendecir a los que le siguen, a los que lo consideran, a los que claman a Él. Y a los que tuvieron un tiempo de gran fortuna y de gran privilegio, los hace caer hasta el fondo si no confían en Dios.

Quizás no te llames Ana, pero esta oración donde Ana nos cuenta como para ella, Dios es el que te puede poner en un lugar alto, seguro, de abundancia; o te puede mandar al fondo para castigar tu rebeldía.

Esta experiencia de ella, ha ganado un lugar en la Biblia, porque es una palabra eterna.


¿Agobiado por las culpas?

 

 Recibe el Perdón de Dios

Encuéntranos también en:
            


Comentarios

Entradas más populares de este blog

UNGES MI CABEZA CON ACEITE...

El poder del ayuno

70 veces 7