COMPAÑEROS DE CAMINATA

Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Efesios 3:18

La pandemia nos ha obligado a aprender un nuevo lenguaje ¿viste eso? Interesante. Todavía hay gente que comete errores de ortografía porque estamos llenos de neologismos. Por ejemplo la misma palabra “pandemia” que algunas personas llaman “pandemia”. No, no se dice “pandemia”, y tampoco se dice “isopapos”; se dice “hisopado”. Y así hay una terminología a la que nos estamos acostumbrando que tenemos que aprender por causa de las circunstancias de la coyuntura que estamos pasando. Una de las cosas que desafía esta coyuntura es a la adecuación, al ajuste a lo que está pasando. Yo me doy cuenta que muchas personas de mi edad, que son personas de edad, les cuesta trabajo cambiar el paradigma. Están muy frustrados. Y algunos amigos están realmente deprimidos. Están deprimidos, porque esa falta de voluntad y esa queja todo el tiempo es signo claro de la depresión, de la falta de ajuste a la realidad. De la dificultad en adecuarse. No digo “aceptar”, porque hay gente que va a decir “-Sí, pero yo lo puedo aceptar esto que los políticos de ahora…” No… tranquilo, tranquilo. ¿Ves? Ya te enojaste. Te va a subir la presión, te va a dar el “bobazo” Eso no quiere decir “aceptar”, decir “está bien, hagan lo que quieran”. Quiere decir: el mundo real de hoy es con pandemia y con pandemia moral incluida.

Va junto. ¿Y sabés por qué pasa eso? Pasa porque nosotros somos una cultura, la cultura nuestra, occidental; somos una cultura extremadamente individualista. Todo el tiempo estamos nosotros encerrados en nosotros. Está graficado en la “selfie” que siempre mencionan. La gente dice: “¡Ay, qué gracioso el pastor, hizo cara como que se estaba sacando una selfie, ja ja ja!” No es un chiste. Es una época. Si vos no entendés ese chiste que yo hago, que hago la carita como de selfie, pongo cara de pícaro. La cara de pícaro es mi crítica a la época selfie, donde estamos todos preocupados por cómo me veo. Entonces nos sacamos fotos selfies, porque el foco -vos fíjate- la foto empezó en 1850, por ahí. En 1950, o sea, el año cuando yo nací, ya hacía un siglo que había fotos. Y desde 1950 que yo nací hasta ahora, han pasado “veinte siglos” más. Y entonces la fotografía siempre se sacaba. Vos fijate que al agujerito donde uno mira la cámara de foto, se lo llamaba “objetivo”, es decir apuntaba a un objeto. En cambio ahora, apunta a un sujeto, me apunta a mí. Tanto es así que los celulares modernos, todos tienen cámaras para sacar fotos, pero tienen la cámara que le dicen, la cámara posterior, que es la cámara que te mira a vos. Y entonces vos te sacás fotos con esa cámara, te sacás las famosas selfies. Y si pones la cara y decís ¡Ay, tengo el pelo corrido, pará que tengo el pañuelo este se me está saliendo, pará que salgo muy narigón… Pará que es la época selfie.

Y una cosa que debemos aprender a ajustar en esta época, es a no ser tan selfie. Basta de selfie. No digo, no sé, sacate una selfie; hacé como hago yo, poné cara de seductor y así te sacás y decís “¡Ay, qué cara de loco!” Me alegro que te hayas dado cuenta. Me alegro que te hayas dado cuenta. Porque en esta época, ser loco es ser cuerdo.

Así que yo quiero leerte una frase de tres palabras nada más, que está en Efesios 3:18, que la dijo el apóstol Pablo, y que hay que tener ojo con eso porque está dicho por el apóstol Pablo. Guarda, no es cualquier cosa. Y él dice que ora por los creyentes de Éfeso, la ciudad griega; y dice: “yo oro para que Cristo viva en los corazones de ustedes”. Y la palabra “viva”, quiere decir “habitar en una casa”. Habitar en una casa implica habitar con otra gente. Y no como se le dijo al Director Técnico de River en su momento: “¿Qué sos? ¿Cabeza de termo vos? Y ahí empezó la expresión “cabeza de termo”.

Hay muchos de nosotros que somos “cabeza de termo”. Tenemos una tapa hermética, la apretás y hace “pluc-pluc” y ahí sebás mate. Pero cuando terminás la apretás y hace “pluc-pluc” y se cierra. Así hay mucha gente cabeza de termo hoy día, que no está viendo lo que pasa. No está viendo lo que pasa. E incluso algunos de adentro del termo creen que ven la realidad y salen con esas teorías de que está todo el mundo unido en una conspiración universal para inyectarnos grafeno en las venas y con el 5G controlar nuestro… ¡Por favor! ¡Por favor, salí del termo! Respirá hondo, mirá la naturaleza y mira a Dios. Y decile: “Padre, avivame un poco. Quiero salir del termo. Quiero comprender como vos. Quiero tener una perspectiva mundial. Quiero ver el mundo y los que lo habitan. Quiero entender a los chinos, quiero entender a los peruanos, quiero entender a los de Barrio Norte. Me cuesta trabajo entender a los de Barrio Norte, de Buenos Aires. Quiero entender a los chetos y quiero entender a los pobres de las villas. Quiero entender, Padre; porque no entiendo. Me doy cuenta que no entiendo. ¡No entiendo! ¡Me vuelvo loco! ¡Me vuelvo loco!”

Y Dios me dice: “¡Tranquilo! ¡Tranquilo! ¡Tranquilo!” Ahí te dejo esta frase del apóstol Pablo que dice: “Yo quiero que Cristo viva en ustedes, como en una casa. Donde comparten varios familiares, dos perros, un gato, y un loro. Que aprendan a vivir ahí, y que aprendan a vivir y que sean capaces, dice Pablo, de comprender con todos los santos y dice después, de conocer la anchura, la longitud, la altura, la profundidad; y de conocer el amor de Cristo. Conocer el amor de Cristo con todos los santos. La palabra “santos” es una palabra que, ya estuve mirando en otras versiones y la que tengo yo acá delante; todas la traducen los “santos”. Los santos son los creyentes, no los santos del “santoral” de la Iglesia Católica. Porque la gente cuando lee estos textos dice “yo tengo que entender con todos los santos”. ¿Cuáles? ¿San Francisco, Santo Tomás de Aquino, Santa Silvia, San…? Y eso. ¡No! ¡No! ¡No! ¡Para nada! Quiere decir: “con todos los creyentes” Dicho en una traducción mía, propia; “con todos los otros creyentes”. Vos no sos el único creciente en el mundo. No sos el único a quien Dios le escucha la oración y a los demás, no. Vos no sos el nene chiquito de la casa. Vos sos uno más del montón. Yo soy uno más del montón. Vos sos uno más del montón, todos somos uno más del montón. Solamente que Dios es tan maravilloso, que a cada uno de nosotros nos trata como si fuéramos únicos en el universo.

Pero dice Pablo: “traten de comprender”. Una palabra, la palabra “comprender”, el verbo “comprender” que Pablo usa acá, quiere decir: agarrar, cazar, tratar de “cachar”; con todos los creyentes, cómo es el amor de Cristo.

Tratá de “cachar” con los otros. Y los otros, hay una parte del amor de Cristo que no la están “cachando”. Ayudálos vos a “cacharla”. Como dicen en Chile: “¿La cachái, o no la cachái?” cada uno. Bueno, eso es “cachar”, eso es comprender con todos los santos.

Y te dejo esta mañana, este desafío: Es cierto que esta es una época difícil. Es cierto, es cierto; nadie lo discutiría. Pero también es cierto que esta es una época de oportunidades de aprender a conocer mejor el amor de Cristo y de aprenderlo, no yo solo para mi gusto personal, sino con todos los creyentes. ¿La cachái, o no la cachái, cabro?


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