Una buena noticia entre tantas malas

Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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"Se ha cumplido el tiempo --decía--. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!" 

(Marcos 1:15 NVI)

Algunos me preguntaron si me di la vacuna. Sí, el martes me tocó el turno, me dieron la vacuna Sinopharm (®), así que ahora ya sé hablar en chino. Ahora sé contar hasta cuatro: y, chi, nan, ji; qué te parece? Si ahora sé contar hasta cuatro, con la segunda dosis sabés hasta cuándo voy a aprender a contar? Hasta ocho! Qué te parece?

Porque algunos me preguntan: pastor y usted cree que un creyente debe darse la vacuna? La respuesta mía, científica, es que soy pastor epidemiólogo, la respuesta es: más vale! Que la Antivariólica, la triple todas las vacunas, hay que dárselas. Porque cuando está la enfermedad y se muere gente o quedan paralíticos como en la polio cuando yo era chico, todos clamamos a Dios pidiendo la solución y cuando hay una solución decimos: “no, nosotros los creyentes nos vamos a defender con la fe y no vamos a usar barbijo porque eso es muestra de que no confiamos en Dios”.

De dónde sacaron eso la gente que cree así? El señor Jesús cuando sanó a algunas personas les dijo así: “vayan y muéstrense al sacerdote”. Por qué hizo Jesús así? Y no decía: “no hagan más nada, total ya la gloria de Dios ha sido manifestada!” Sino que decía: “vayan y cumplan con lo que dice la Ley” que cuando estás enfermo, para que estés curado es el mismo Cristo el que decía: “vayan y que el sacerdote diga sí estás curado” y entonces cumplimos con la Ley y no hay ningún tipo de problema y no somos un motivo de mal testimonio.

Como somos muchos creyentes, que no respetamos nada, total Dios nos va a cuidar y después cuando hay una cadenita de infectados, nosotros bajamos la cabeza, nos hacemos los tontos y no nos hacemos cargo, no nos hacemos cargo, de no cumplir con lo que Dios dijo en su palabra, que está muy clarito: “ve y muéstrate al sacerdote”. Por si querés buscar algo en el Nuevo Testamento. Si vas al Antiguo te vas a encontrar con un montón de otras cosas que el propio Jesús dijo, “yo no he venido para anular la Ley, he venido para cumplirla”.

Bueno dicho que fuera esto, el Señor Jesús cuando comenzó su ministerio dijo unas palabras hermosas que me hicieron acordar una experiencia que tuve, muy, muy linda, y muy rara. Yo compré una vez un Rastrojero (®) que estaba muy bueno, estaba impecable; estaba impecable! Lo habían hecho nuevo. Era de un hombre que tenía una carnicería y verdulería y el sueño de su vida era agarrar un Rastrojero (®) y rehacerlo completo. Hacerlo todo. Y él lo hizo. Se compró un Rastrojero (®), lo entregó en un taller y les dijo: métanle todo, a full! Y entonces pasaban los meses y él había logrado que le desarmen el Rastrojero (®) completo. Desde el chasis, empezó pintando el chasis, cambiando todos los bujes de goma, los amortiguadores, las ruedas; arregló el motor, le puso un torpedo viste, donde van los instrumentos, de un Peugeot (®) , del auto Peugeot (®) moderno, le puso la bomba inyectora nueva y le hizo chapa y pintura completa. Los Burletes, el tapizado estaba nuevo era un auto espectacular! Pero la mujer de él que era bastante bicha, le dice un día, bueno le iba preguntando qué pasaba con el Rastrojero (®) y él le respondía con evasivas no?, es que falta un repuesto que va a venir de Buenos Aires y no, que tuvieron problemas para conseguir no sé qué… y así un día, la mujer ya estaba bastante molesta con este asunto y entonces mientras estaban sentados en la mesa tomando mate o algo así, le puso un talonario de papel adelante y una birome y le dijo: “escribí ya, la cantidad de plata que tenés gastada en el Rastrojero (®). Él, entonces empezó con las mismas vueltas de siempre; no, lo que pasa es que yo… bueno, no hice la cuenta pero habían quedado, a ver, serían… y la mujer entonces mientras él estaba haciendo toda esa maniobra de evasión, le dijo: “tenés que decidirte; vendés el Rastrojero (®) o te buscas otra mujer”. Así nomás!

El hombre, yo tuve la oportunidad de conocerlo, porque un día paré en una avenida y veo un hombre que de enfrente, cuando vio el Rastrojero (®) se cruzó, miró para los dos lados y se vino corriendo hasta el auto. Y dije debe ser un cliente que viene para preguntarme algo, para pedirme que le mire algo, no sé. Y entonces él vino decididamente, apoyó el pie en el estribo y metió la cabeza adentro de la ventanilla mientras me decía: “es suyo el auto?” “Sí, sí”, le digo. “Éste era mío, yo le hice todas estas reformas. Vió qué lindo que está? Me quedó bárbaro! La verdad que estoy muy contento cómo quedó!” Pero no me dijo nada que la mujer lo había emplazado y entonces después, me saludó y se fue sin que él supiera que yo sabía que tuvo que elegir entre ese auto y su mujer.

Eso! Eso es amor! Esa mujer, me gustaría conocerla y decirle: “cómo la ama su marido señora! Porque uno cuando se emperra con algo, que es una forma de decir, uno ama algo, uno se apasiona por algo, gasta más de lo que debería.

Y es lo mismo que Dios hace con vos, mi querido, mi querida. Dios con vos y conmigo gasta más de lo necesario porque está apasionado con nosotros. Dice el mensaje de marcos 1:15 que Jesús cuando empezó el ministerio de Él cuando empezó a la vida pública, digamos, dijo más o menos así: se ha cumplido el tiempo, decía, el Reino de Dios está cerca arrepiéntanse, crean las buenas nuevas y lo que él estaba diciendo es más o menos así. Yo te lo digo ahora cambiando algunas palabras para resaltar el valor que tienen algunas de las expresiones que Él usó, que le dan sentido a lo que Él realmente decía, que si no, suena o nos puede sonar a nosotros como que era la introducción de una nueva religión, algo así que le estaba presentando y no de una nueva relación con Dios que era una novedad para ese tiempo y que sigue siendo la gran noticia de toda la historia de la humanidad hasta el día de hoy. Él en otras palabras lo que decía era así: se ha dado todo lo que tenía que darse hasta ahora. El reino de Dios está acá nomás, al alcance de la mano; cambien esa mentalidad y métanse de lleno en esto que es una noticia fenomenal.

Eso sería en otras palabras lo que Jesús decía cuando iba pueblo por pueblo anunciando esto que llamamos el Evangelio, la gran noticia que es, que Dios está al alcance de la mano. Vos si querés podés verlo. De hecho, mucha gente cuando escuchaba que Jesús iba a venir a su pueblo, se juntaba dos o tres cosas, decía, yo pongo un par de sandwiches y una botellita de agua en la mochila y me voy a verlo. Más vale! No me quiero perder a este Jesús del que hablan tanto a ver en una de esas, si no es el Mesías que estamos esperando. Y efectivamente, algunas de las personas lo miraban y descubrían que estaban viendo en vivo y en directo, nada menos que al Mesías prometido por tantos años.

Yo quiero terminar esta meditación de hoy diciéndote que, con todo respeto, que algún día podríamos sentarnos frente a la mesa frente a Dios y decirle: “Padre, humildemente, no lo consideres una falta de respeto, pero acá te dejo un papel y una birome y quisiera que vos escribas en ese papel cuánto has gastado en nuestras salvaciones.

Y Jesús se agacharía sobre el papel y escribiría algo y antes de pasarnos el papel, nos miraría con una sonrisa amplia y luminosa y nos pasaría un papel que tiene una palabrita nada más de cinco letras: comienza con jota. Te das cuenta qué es lo que Él pagó?

(®): Son Marca Registrada de sus respectivos dueños –NdE.