DEJA-VU!

Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Jacob llamó a aquel lugar Peniel (que significa «rostro de Dios»), porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y sin embargo conservo la vida».

(Genesis 32:30 NTV)

Tuviste alguna vez un: “deja-vu”? Sabés qué es un “deja-vu”? En francés “deja-vu” quiere decir “ya visto” y no como algunos dicen que quiere decir: “dejá vos”.

Es cuando uno está en un lugar, por ejemplo, o veo una persona y dice: -yo esta persona la conozco; y por las circunstancias te das cuenta que jamás lo has visto. Es una confusión del sistema que tiene nuestro cerebro de reconocimiento. Nosotros tenemos en nuestro cerebro un sistema de reconocimiento. Así reconocemos por ejemplo, un rostro si vemos la sombra del rostro, porque unas características como por ejemplo, el ángulo de la nariz, es muy característico en algunas personas que nosotros conocemos, y entonces, cuando vemos esa sombra, sabemos que la sombra es de alguien conocido.

Pero ese sistema que es tan afinado, tan cuidadoso, tan detallista; que permite clasificar rápidamente una situación, una persona, un lugar, un instrumento, alguna cosa, en una fracción de segundo. Y que es el sistema que permitió al hombre a través de miles y miles de años, de reconocer lo más anticipadamente posible a un enemigo peligroso, o a una persona querida, o a lo que fuera. Es un sistema que es imperfecto. Y en el caso de reconocer a Dios, que es invisible, el pecado ha deformado eso. Y entonces ahí está la razón, según mi humilde opinión, por la cual muchas personas reconocen a algo como Dios, sin que lo que están presenciando, viendo, escuchando, algo, sea Dios.

La famosa voz de Dios: “Dios me dijo…” Que cómo sabés vos, si lo que vos creés que escuchaste, lo escuchaste. Y si que lo que escuchaste, es realmente la voz de Dios o una cosa que a vos te pareció la voz de Dios? Típicamente, es el caso de los sueños. Que en los sueños soñamos algunas cosas que nos hacen agitar el corazón y después resulta que despierto y eran… nada.

Y a veces sufrimos en el sueño, tan graves angustias y problemas, que en realidad son inexistentes. Pasan todas en el “microcine” de nuestra cabeza.

Entonces, cómo sabemos cuando nosotros estamos frente a la presencia de Dios? Esto también se aplica a todo. A todo, todo, todo, todo, todo, nuestro contacto con el mundo exterior. Nosotros percibimos las cosas y tenemos una especie de intuición sobre las cosas que percibimos. Mi mamá, que  siempre la recuerdo, contenía esas cosas, era chispeante en eso. Mamá decía de alguien, por ejemplo, estábamos hablando de alguien y dice: -viste? Sí y es parecida a fulano de tal! Entonces le decíamos: -pero en qué se parece? Fijate, esta parte de acá y así ponía el pulgar y el índice juntos y marcaba una franja, por ejemplo la franja de los ojos, o la franja de la boca; siempre era por ahí, eh?, los labios o los ojos. Y tenía razón mamá, en que a veces, algunas personas tienen por ejemplo, la comisura de los labios parecida a otra persona. Y si vos te fijás, a veces un rostro no es parecido totalmente a otro rostro de, por ejemplo, el nieto al abuelo, o a la abuela; pero sí, las cejas, por ejemplo, o la forma de la nariz, o el ángulo de la cara, el ángulo que da la frente, la nariz y el mentón. Entonces algunos de esos pequeños conjuntos de rasgos,  “son parecidos a”, aunque no muy parecidos, no idénticos, pero sí un rastro. Uh!, mi mamá debe haber sido una mujer primitiva, de la época del hierro, calculo yo, del neolítico.

Así que nosotros conocemos a Dios. Y el conocimiento de Dios con lo atractivo que es, sumamente atractivo, también pasa por el hecho de que “el que reconoce”, somos nosotros, que somos seres humanos a los cuales el pecado les distorsiona lo que ven, en lo espiritual. Distorsiona lo malo, distorsiona lo oculto, distorsiona lo pecaminoso. Y distorsiona lo santo, y distorsiona el conocimiento de Dios. De manera que vos, conmigo, podemos estar de acuerdo en que lo que conocemos de Dios es imperfecto.

Que Dios está revelado en la Biblia y en la vida de Jesús, en particular, estamos de acuerdo que sí; que ahí está revelado perfectamente.

Pero que; lo que yo tengo en mi cabeza con la idea de que esto es la fe genuina en Dios, es absolutamente correcta… y… es un poquito como pretencioso!

La verdad es que nosotros conocemos en parte, como hacía el apóstol Pablo y aún cuando predicamos, él decía “en parte profetizamos”, lo que no quiere decir que en parte “macaneamos” en el nombre de Dios, sino que lo que quería decir era que cuando predicamos, cuando decimos cosas de Dios, de la fe, de la vida del mundo, del universo, lo hacemos parcialmente. Y es muy importante que nosotros nos acotemos, a que nuestros pensamientos y nuestros conocimientos son acotados, son acotados. Son pocos. Pero los podemos aumentar, podemos abundar en eso.

Este pensamiento que está en un texto bastante raro, ahí en Génesis 32:30, donde Jacob, que después de eso, Dios le cambió el nombre y le puso: Israel. Jacob llamó a aquel lugar donde tuvo un encuentro cara a cara con Dios y lo peleaba a Dios… vos podés escuchar…! Escuchá esto! Jacob discutiendo con Dios y peleando con el ángel de Jehová! Entonces Jacob  llamó a aquel lugar: “Peniel” que quiere decir en hebreo directamente “el rostro de Dios”. Si vos querés, “el aspecto de Dios”; si vos querés, “la impronta de Dios”, porque dijo: he visto a Dios cara a cara y sin embargo conservo la vida.

“Lo dejo a tu criterio”, como dijo la "filósofa" argentina (*), cómo fue ese encuentro; pero que hubo un encuentro, hubo un encuentro! Y ese encuentro de Jacob con Dios, que lo transformó en una persona más humilde, más “no te agrandés tanto Chacarita” (**), es porque tuvo un encuentro con Dios.

Igual que vos y yo. Y te animo hoy a que, sea cual sea el nivel de conocimiento de la persona de Dios a lo que hemos llegado, profundicemos en Él. Y nos demos cuenta que en nuestro encuentro con Dios, deberíamos haber muerto por nuestros pecados, sin embargo Dios nos tuvo misericordia y nos permite conocerlo sin morir.

No está bárbaro eso!?

 

(*):Olga Karina Jelinek Yamaguchi. Villa María, Córdoba, Argentina. 22 de marzo de 1981. Actriz, modelo, conductora de televisión y empresaria. Un personaje suyo decía con frecuencia “lo dejo a tu criterio”, cuando simulaba quedarse sin argumentos durante las entrevistas con los invitados del programa - (NdE).

(**):Club Atlético Chacarita Juniors. Club deportivo de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Fundado el 1° de mayo de 1906 - (NdE). 

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