Amor inextinguible
Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
https://www.youtube.com/user/daniel5459
Todos los derechos reservados-Publicado con permiso
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Escuché de una niñita pequeña que estaba sentada en la falda de la mamá y un momento la acaricia y le dice:
-Mamá, yo te amo con un amor “inextinguible”!
La mamá se puso toda emocionada, se le llenaron los ojos de lágrimas y la abrazó, le dio un beso… y a continuación la nena le dice:
-Mamá, qué quiere decir “inextinguible”?
Ay, el tema del amor! El amor es siempre diferente, te diste cuenta de eso? Por ejemplo, una persona dice que ama a su padre o a su madre y no es lo mismo cuando dice que ama al perro, o que ama la revolución, lo que fuera; siempre son amores distintos, de distinto tipo.
Y hoy quiero hablar del amor A Dios y del amor DE Dios.
Doy por sentado que vos estás experimentando algo del amor de Dios y del amor a Dios, por eso elegí el salmo 27:7-10. Qué dice David, que era un experto en esto de amar a Dios y de y recibir el amor de Dios. Decía así:
Escúchame cuando
oro, oh Señor;
¡ten misericordia y respóndeme!
Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa
conmigo».
Y mi corazón responde: «Aquí vengo, Señor».
No me des la espalda;
no rechaces a tu siervo con enojo.
Tú siempre has sido mi ayudador.
No me dejes ahora; no me abandones,
¡oh Dios de mi salvación!
Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
el Señor me mantendrá cerca.
Salmos 27:7-10 (NTV)
Es un amor diferente el de Dios y como decíamos, amor a Dios en realidad y en lo teórico, el amor a Dios y el amor de Dios, es único en su especie. En realidad, aquí hay la comparación en el Nuevo Testamento, Jesús tomó esta idea también, la idea de amar al padre y a la madre o recibir el amor del padre y de la madre y compararlo con el amor de Dios o a Dios. Y sirve como comparación, pero hasta ahí no más. Porque después el amor a Dios es una cosa exclusiva, no se puede amar a dos dioses, que eso también lo observó Jesús, cuando dijo: “no se puede amar a Dios y a las riquezas”. No se puede, en el sentido de que el amor a Dios es el amor primario más superior que hay. No hay otro amor más, es decir, yo suponé que yo puedo decir: “amo a mi perro y amo a mi hijo”. Pero si hay un accidente y tengo que elegir salvar a uno de los dos, no voy a estar titubeando a ver a quién salvo, sino, salvo a mi hijo. Porque el amor a hijo no es lo mismo que amor a perro. Te das cuenta lo que quiero decir, no es cierto? Es otra especie de amor.
Y cuando hablamos del amor de Dios o a Dios, estamos hablando de una especie que es única. No se puede amar a dos dioses, y no se puede amar otra cosa igual que amar o el amor de Dios. Por ejemplo, amás, el amor de la persona más amada, pensá ahora en este momento cuál es tu persona, la número uno de amada, y que vos amás y que recibís amor de ella. Quién es esa persona? Bueno y ahora comparalo eso con el amor de Dios y a Dios y ahí nomás vas a ver que hay una diferencia y eso es lo que está David acá diciendo: padre disfruto de saber que vos me has invitado a tener comunión contigo y también me doy cuenta que como con vos no tengo un vínculo semejante con nada, ni nadie. No hay nada, ni nadie que valga en mi vida lo que vos valés, y por lo tanto no hay nada ni nadie en el mundo, que si me faltara, me faltaría tanto como vos. Si me faltaras, cosa que temo de que alguna vez por algún motivo, me faltaras, y tengo miedo de que eso sea así. Pero puedo declarar que aún los amores más grandes de mi vida, los amores a, y los amores de, mi padre y mi madre; que hay el caso de personas que son abandonadas por sus padres o sus madres; aún en ese caso yo sé que el señor, dice David, me mantendrá cerca.
Y yo te animo en el día de hoy, a pensar en eso del amor a Dios, como algo único en tu vida. A ver cómo lo puedo decir: es algo en lo que uno puede crecer porque es único en su especie. No es como ese hippie que estaba con su novia y la novia le pregunta:
-Pero… vos me amás?
Y el hippie le dice:
-Sí, mi amor! Yo te amo, si vos sabés que yo, como hippie amo a todo el mundo!
Entonces, no es lo mismo eso, cuando una persona dice que ama a Dios, no siempre está diciendo del amor más grande que hay en su vida. Está diciendo: aprecio mucho a Dios, lo estimo, lo considero valioso, es un valor muy importante, pero no es el único, el exclusivo el primero, el que no se puede comparar, el Dios Eterno.
Te animo en esta mañana, a pensar en eso. En que tu vínculo con Dios, que puede todavía crecer, el mío también. Podemos crecer en amar a Dios y en entender o experimentar más de ese amor de Dios y en esta dimensión eh? Una dimensión dramática como aunque mi padre y mi madre me abandonen el Señor me mantendrá cerca.
Que en este momento, te digo, en este momento que nos toca vivir; yo soy un pastor responsable, que no tiene un ganado (rebaño-NdE) propio ahora, pero que sigue trabajando de boyerito, y te digo, el boyerito ve que las ovejas están muy “complicadas”. Viste, que la palabra “complicada” la están usando todo el tiempo, todos los responsables del lío este en que estamos metidos, que es económico y sanitario, mitad y mitad, 100% de los dos? Dicen: “la situación está complicada”, porque no se animan a decir directamente que están muertos de miedo porque no saben qué soluciones ofrecer en ninguno de los dos campos que acabo de mencionar. Y es un momento de peligro, de gran peligro social, como en el caso de una guerra; solamente que acá no se escuchan tiros, se escuchan noticias. Pero justamente este es el día para pensar que aún, AÚN, en la tesis de máxima de lo peor, que es una cosa que los creyentes debemos aprender a hacer cuando están preocupados, cuando vos estás preocupado… Mirá, a mí me ha servido. Vos tenés que preguntarte cuando estás angustiado que “qué es lo peor que podría pasar?” Preguntátelo, no tengas miedo! Dale, dale! Enfrentá como dicen que David enfrentó al gigante Goliat, y lo enfrentó mirándolo cara a cara y le dijo:
-Eso que estás haciendo, está mal!
Y él triunfó sobre ese gigante, y lo mismo vas a triunfar vos y yo contra el gigante, si lo podés encarar no, en tu nombre propio, sino en el Nombre de Jesús.
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