Por qué Jesús dobló el lienzo que cubría su rostro?
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Un hecho que causa mucha curiosidad es lo sucedido en Juan 20:7, donde nos habla acerca del día de la resurrección de Cristo, y del sudario encontrado doblado que tiene una simbología implícita en la cultura judía:
«El domingo por la mañana temprano,* mientras aún estaba oscuro, María Magdalena llegó a la tumba y vio que habían rodado la piedra de la entrada. Corrió y se encontró con Simón Pedro y con el otro discípulo, a quien Jesús amaba. Les dijo: «¡Sacaron de la tumba el cuerpo del Señor, y no sabemos dónde lo pusieron!». Pedro y el otro discípulo se dirigieron a la tumba. Ambos iban corriendo, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero a la tumba. Se agachó a mirar adentro y vio los lienzos de lino apoyados ahí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro y entró en la tumba. Él también notó los lienzos de lino allí, pero el lienzo que había cubierto la cabeza de Jesús estaba doblado y colocado aparte de las otras tiras» (NTV).
¿Qué significaban los lienzos doblados en la cultura judía?
La cultura judía tiene muchas tradiciones y costumbres, muchas de estas tradiciones se remontan a los tiempos del antiguo testamente en donde las tradiciones regían la vida de los pobladores de Judá; estas costumbres fueron pasando de generación en generación.
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Entre estas tradiciones encontramos una que se asemeja mucho a lo sucedido con sudario Jesús, se trata de una costumbre diaria entre el amo y el siervo. Esta costumbre era inculcada a los judíos desde la niñez y se cumplí así:
Cuando el siervo preparaba la mesa para la comida de su amo, se esforzaba por cumplir esta tarea de la manera que su Señor le ordenaba.
Y una vez que la mesa estaba preparada, el amo se sentaba. Durante este tiempo el siervo permanecía fuera de la visión del amo a la espera de que este terminara de comer; cabe destacar que el siervo no podía sentarse a comer hasta que su amo terminase su comida. Una vez terminaba, el amo se levantaba, se limpiaba la boca, la barba y los dedos con el lienzo y lo dejaba en la mesa. El lienzo arrugado significaba: «HE TERMINADO».
Por otra parte, si el amo se levantaba de la mesa y dejaba el lienzo doblado, el siervo no podía aun acercarse a recoger los utensilios de ella, sino hasta que su señor regresase y terminara de comer, porque ese lienzo doblado quería decir: «VOLVERÉ».
Así como la tradición lo indica, lo que Jesús quiso decirnos cuando dobló el sudario fue la promesa de su venida, de que el ascendería a los cielos, pero que aun su labor no había terminado y que regresaría a terminar lo que empezó.
«Nosotros somos siervos a las ordenes del Señor. Y así como el siervo no puede sentarse a la mesa hasta que su amo no regrese, nosotros tampoco podemos hacerlo. No podemos dejar de trabajar para el Señor, porque es hasta que el vuelva que podremos sentarnos a la mesa, y no cualquier mesa, sino la de las bodas del cordero».
«Por lo tanto, procuremos estar preparados para el día de su venida. Ya hemos sido advertidos acerca de su venida, así que estemos vigilantes, seamos prudentes y mantengamos nuestras lámparas encendidas, porque el novio viene de camino…» Bendiciones.
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