Glorifica a Dios con tu productividad

Josué Barrios • Ana Ávila
Coalición por el Evangelio
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Si somos llamados a vivir para la gloria de Dios (1 Cor. 10:31), entonces somos llamados a ser productivos. Sin embargo, en mi experiencia, en la iglesia en América Latina hablamos muy poco sobre esto y la productividad centrada en el evangelio.

Pensando en eso, aquí tienes una entrevista que hice a mi amiga Ana Ávila, autora del libro “Aprovecha bien el tiempo: Una guía práctica para honrar a Dios con tu día”. Ella es de México, sirve junto a su esposo Uriel en Iglesia Reforma (en Guatemala), y trabaja en Coalición por el Evangelio como editora senior.

Para empezar, ¿cómo conociste al Señor y llegaste a ver la importancia de ser productivos para su gloria?

Mis papás me llevaron a una iglesia evangélica desde bebé. Yo era una de esas niñas molestas que no paraba de hacer y responder preguntas en la escuela dominical, pero no era cristiana. No fue hasta los 16 años que me di cuenta que, a pesar de que en lo exterior mi vida lucía bastante decente, yo estaba viviendo para mí misma en lugar de hacerlo para Dios. Me arrepentí y empecé a buscar al Señor. ¡Y esa sigue siendo mi vida!

Siempre he tenido una personalidad “Tipo A”, como le dicen; desde pequeña me concentré en lograr muchas cosas y adquirir todas las habilidades que me fueran posibles. Pero, antes de que Jesús me salvara, vivía logrando cosas para mí misma. Ahora sé que es bueno esforzarme (y también descansar), pero no para mi gloria sino para la de Aquel que me hizo. De otra manera no puedo encontrar verdadera satisfacción.

¿Cuáles son las mentiras más comunes que los cristianos suelen creer sobre la productividad, y por qué las creemos?

Solemos caer en dos extremos. Por un lado, torcemos la idea de la soberanía de Dios y pensamos que como “Él tiene el control” podemos ir por la vida sin esforzarnos ni ser responsables; sin metas y simplemente cumpliendo con lo que tenemos enfrente. Es cierto que Dios tiene el control de todo y sus propósitos se cumplirán, pero también es cierto que nosotros somos responsables y tenemos cosas que hacer en esta tierra (Ef. 2:10; 5:15-16); Él usa nuestra productividad para su gloria.

Dios tiene el control de todo y sus propósitos se cumplirán, pero también es cierto que nosotros somos responsables y tenemos cosas que hacer en esta tierra

Por otro lado, podemos caer en agujero sin fin de “hacer grandes cosas para Dios”. Estamos todo el día preocupados, imaginamos a John Piper gritándonos “¡No desperdicies tu vida!”, y nos frustramos porque a nuestros ojos estamos haciendo poca cosa. Yo vivía con este afán, hasta que entendí que no puedo hacerlo todo y Dios no espera que lo haga todo. Puedo trabajar con diligencia y descansar con gozo, sabiendo que Dios usa mis esfuerzos y me bendice con reposo. Yo no tengo que afanarme por cambiar el mundo, ¡quien lo está haciendo es Jesús!

¿Cómo el evangelio debería moldear nuestra concepto de productividad, y cómo definirías la productividad según la Biblia?

Me gusta la manera en que Tim Challies describe la productividad, y creo que es una definición bíblica: “La productividad es administrar efectivamente tus dones, talentos, tiempo, energía y entusiasmo para el bien de los demás y la gloria de Dios”.

El evangelio nos enseña que Dios creó este mundo como un mundo bueno y nos puso en él para administrarlo mientras damos gloria al Señor, pero nuestro pecado lo arruinó todo. Jesús pagó el precio de nuestra maldad y nos vistió de su justicia, haciéndonos nuevas criaturas. La Palabra nos dice que fuimos “creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Ef. 2:10). Si estamos aquí, no es para pasar el rato. Dios nos ha dado una Gran Comisión como Iglesia, hacer discípulos; también nos ha puesto en cierto lugar de influencia (como padres, hijos, estudiantes, siervos, empleados, etc.) para hacer buenas obras y reflejar Su gloria. Ser productivos es simplemente cumplir de la mejor manera con estas cosas que Dios nos ha entregado.

Por cierto, ¡la productividad debe afectar toda nuestra vida! Ser productivos para Dios no es solo ser productivos en la iglesia. Si Él gobierna toda nuestra vida, con toda nuestra vida debemos adorarle y ser productivos.

¿Qué consejos darías a un creyente que desea ser más productivo, y cuáles son tus hábitos actuales que te ayudan a ser productiva?

Cualquier persona que desee ser productivo debe principalmente trabajar en su carácter; como diría Miguel Núñez, “antes de hacer tienes que ser”. Es fácil buscar consejos, trucos, y herramientas de productividad, pero eso no servirá de nada si no somos personas de propósito, diligentes, y profundas. Es vital iniciar con la transformación interior que solo Dios puede hacer a través del Espíritu Santo y su Palabra.

Si Dios gobierna toda nuestra vida, con toda nuestra vida debemos adorarle y ser productivos

La palabra “hábitos” es clave. Lo sepamos o no, todos vivimos naturalmente conforme a nuestros hábitos. En este mundo hiperconectado, es mucho más fácil ejercitar hábitos improductivos que productivos. Revisamos nuestras redes sociales cada 5 minutos, nos desvelamos gracias a Netflix, nos distraemos al leer cualquier cosa más extensa que un tweet… nadie tiene que obligarnos a hacerlo, simplemente así somos.

Una de las cosas que más me ayuda es ejercitar mi habilidad de enfocarme en una cosa a la vez. La idea es desconectarte de cualquier distracción y trabajar el mayor tiempo que puedas en una sola cosa. Al principio es muy difícil, pero entre más lo practiques más natural se vuelve. Cuanto más me concentro en una sola actividad, mejores resultados puedo ofrecer. Creo que esto es parte de ser buenos mayordomos de nuestras habilidades, tiempo, y energía.

Con respecto a herramientas para la productividad, uso varias. Si pudiera recomendar solo una, sería una buena lista de tareas. Es increíble la cantidad de cosas que esperamos que nuestro cerebro almacene. Cuando tenemos un mapa de las cosas que debemos hacer hoy y un lugar para depositar los pendientes para el futuro, podemos invertir nuestra energía en ejecutar; así no tenemos que gastar tiempo en recordar lo que hay que hacer o en estar preocupados por olvidar las actividades de mañana. En mi opinión, la mejor herramienta digital para hacer esto es Todoist. En el blog de la aplicación tienen muchos buenos consejos para sacar el mayor provecho posible de esta herramienta.


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