NUEVE DESCUBRIMIENTOS QUE CONFIRMAN LA VERACIDAD DE LA BIBLIA
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La Biblia es el escrito más antiguo y exacto desde el punto de vista histórico que jamás haya existido; cada vez son más los descubrimientos que respaldan y prueban que cada una de las historias y pasajes representados en este libro son reales, a continuación presentaremos nueve de ellos.
La inscripción de Pilato
La piedra de Pilato es una inscripción tallada en piedra caliza atribuida a Poncio Pilato. Durante las excavaciones realizadas en el yacimiento arqueológico Cesarea Marítima en el año 1961, fue hallada una Piedra que tenía una inscripción muy significativa que decía: «Poncio Pilato, Prefecto de Judea» La inscripción es un hallazgo arqueológico, del siglo I.
El hallazgo corrobora lo declarado por las Escrituras, en donde se menciona en varias oportunidades a este prefecto de Judea, «Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?», Juan 18:29.
El túnel de Ezequías
El Túnel de Ezequías fue construido en el año 701 a. C. por orden del rey Ezequías, que gobernó aproximadamente entre el 727-698 a. C. Ezequías hizo construir un nuevo muro en torno a la ciudad, y aseguró por medio de la construcción del túnel que lleva su nombre el abastecimiento de la ciudad con agua potable.
Este enorme túnel encaja perfectamente con lo declarado por la Biblia en el libro de 2 Crónicas 32:30 donde dice: «Este Ezequías cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo».
El prisma de Taylor
En el año 1830 un hombre llamado Robert Taylor encontró un cilindro de arcilla que medía aproximadamente 15 pulgadas. Se trató del denominado prisma de Taylor, el cual registra las palabras de Senaquerib quien era el rey de Asiria para ese entonces.
Lo sorprendente de este descubrimiento son las palabras inscritas por el rey Senaquerib, donde declara: «En cuanto a Ezequías, el Judío no se sometió a mi yugo»
«Me acerqué a 46 de sus ciudades fuertes, fortalezas amuralladas y las innumerables pequeñas aldeas en su vecindad, y las conquisté por medio de rampas de tierra bien selladas y arietes».
Al comparar estas palabras inscritas en el prisma y lo que declara la Biblia, podemos darnos cuenta que es exactamente lo mismo que declaró Senaquerib, «Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los asirios e invadió a Judá, y acampó contra las ciudades fortificadas, con la intención de conquistarlas», 2 Crónicas 32:1.
La inscripción de David: Estela de Tel Dan
La Estela de Tel Dan es una piedra sobrescrita descubierta entre 1993 y 1994 durante excavaciones llevadas a cabo en Tel Dan en el norte de Israel. Es la primera vez que una inscripción conteniendo el nombre de David y su dinastía ha sido encontrada fuera de la Biblia. Durante muchos años se consideró que la existencia del rey David era una historia fantasiosa; sin embargo, este hallazgo da veracidad a los que dice la Biblia de él.
La Estela de Mesa o Piedra Moabita
La Estela de Mesha (popularizada en el siglo XIX como la «Piedra Moabita») es una piedra de basalto negro, que muestra una inscripción de Mesha, rey moabita del siglo IX a. C., la cual fue descubierta en 1868.
En esta Piedra, Mesha cita a Omri como el rey de Israel, tal y como lo declara la Biblia en 1 Reyes 16:21-28. Además de mencionar al hijo de Omri, Acab, en estrecha conexión con los Moabitas y respalda lo que dice el libro 2 Reyes 3:4-6.
La Casa de Nazaret
Muchos escépticos llegaron a oponerse a la existencia de Jesucristo por considerar que no había pueblo en Nazaret en el siglo I. No obstante, en 2009 fue hallada una casa en Nazaret que data del siglo I, del tiempo de Jesús. La casa tenía una exactitud de 900 pies cuadrados pero era la suficientemente grande para proporcionar evidencia de la exactitud de la Biblia.
El Cilindro de Ciro
El Cilindro de Ciro es una pieza cilíndrica de arcilla que contiene una declaración en acadio babilonio cuneiforme del rey persa Ciro el Grande (559-529 a. C.). En ella, el nuevo rey legitima su conquista y toma medidas políticas para ganarse el favor de sus nuevos súbditos. Data del siglo VI a. C. y fue descubierto en las ruinas de Babilonia en Mesopotamia (actual Iraq).
Fue hecha por el rey Ciro y tiene una inscripción ella sobre las victorias que obtuvo sobre Babilonia. La declaración de Ciro coincide exactamente con lo que declara la Biblia en el libro de Esdras 1:1-11.
El Estanque de Siloé
En el año 2004, una majestuosa entrada escalonada al estanque de Siloé fue descubierta en el área conocida como la Ciudad de David.
En Juan 9:7, vemos que Jesús le dijo a un ciego que fuera a lavarse al Estanque de Siloé, «y le dijo: Vé a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo».
Las Tablas Hititas
La Biblia fue cuestionada durante muchos años, por quienes alegaban que en ella se encontraban nombres de gente y lugares que nunca existieron, entre ellos la Nación de los Hititas.
No fue hasta 1906, 3000 años después de que la Biblia lo declarara que Hugo Winkler descubrió 10.000 tablillas de arcilla que documentaron la historia de la nación Hitita. Además también se conoció que esa área era la capital de la nación hitita. En Josué 11 leemos acerca de los cananeos, los amorreos y los Hititas. Dejando así en claro que lo declarado por la Biblia era verdad.
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