Moloc en la Biblia y Moloc en el 2021

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Moloc o Moloch era un dios pagano de los antiguos cananeos o fenicios que se asocia especialmente al sacrificio de niños y jóvenes por medio del fuego, era considerado con el símbolo del fuego purificante que a su vez representaba al espíritu.

Muchos Eruditos consideraban que se trataba del mismo Baal presentado con otro de sus nombres, se representaba con la figura de un toro sagrado o bajo la figura humana con cabeza de carnero o becerro, sentado en un trono y con una corona u otro distintivo de realeza, como un báculo. Los sacrificios preferidos por Moloc eran los niños recién nacidos, por ser considerados seres inocentes con mayor materia.

En los templos donde se rendía culto a este dios se encontraba una enorme estatua de bronce la cual tenía sus brazos extendidos para recibir a sus victimas y lo más aterrador era su boca abierta que desembocaba en un enorme horno de llamas ardientes, de modo que sus victimas eran engullidas y terminaban siendo consumidas por el fuego que ardía en el vientre de la estatua. Durante la ceremonia de sacrificio las madres arrojaban a sus propios hijos vivos al incandescente horno y para evitar que los desesperantes gritos de las victimas y de sus madres fueran escuchados por los expectantes, los sacerdotes de Moloc hacían tocar trompetas y tambores.

El profeta Jeremías menciona los sacrificios hechos al dios pagano Moloc: «Y edificaron lugares altos a Baal, los cuales están en el valle del hijo de Hinom, para hacer pasar por el fuego sus hijos y sus hijas a Moloc; lo cual no les mandé, ni me vino al pensamiento que hiciesen esta abominación, para hacer pecar a Judá», Jeremías 32:35.

Dios les había advertido al pueblo a que no participaran de las costumbres paganas de los cananeos y de no adorar a Moloc, ya que este tipo de cultos constituía una ofensa para Dios (Levítico 18:21). Además todo aquel que diera su hijo como ofrenda a Moloc debía morir lapidado (Levítico 20:2-5). No obstante, el pueblo no atendió a las advertencias del Señor y por su desobediencia tuvieron que sufrir terribles consecuencias.

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Moloc en el 2021

Con solo pensar en el terrible culto que se ofrecía a Moloc podemos llegar a sentir repugnancia, podemos llegar a pensar que quienes practicaban tales cosas eran las personas más ignorantes y crueles del mundo; sin embargo, al contrastar este acto con el aborto no hay mucha diferencia, en ambos casos hay un mal implícito que es la muerte de un inocente.

Hoy en día se ha generado un caos total a nivel mundial, en el que grupos a favor del aborto están desatando problemas y pidiendo a gritos la legalización del mismo,  escondiéndose tras una falsa cortina de humanismo y manifestando tener el derecho de elegir si dar vida al bebé que se lleva en el vientre o no. Al comparar esta situación con los cultos rendidos a Moloc podemos notar una característica muy similar y es que el ruido que genera esta situación no permite escuchar los gritos de la victima (feto). Si metafóricamente pudiéramos escuchar la voz de un bebé en el vientre creo que las cosas serían muy diferentes, si las madres pudieran oír el deseo de su hijo de nacer tal vez reconsiderarían no apoyar tales actos de crueldad.

Así que el Moloc de nuestros tiempos se ha quitado el traje de bronce y se ha puesto un traje más sofisticado llamado «la ley del aborto» que trata de justificar un acto de asesinato y culto a la muerte misma.

«Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de tu Dios. Yo Jehová», Levítico 18:21.