La carta inspiradora de Lincoln
William Brayanes
Ministerio Haz de Sabiduría
https://hazdesabiduriaministerios.blogspot.com
StaffAbraham Lincoln, decimosexto presidente de los Estados Unidos, quien derogó la esclavitud en su país, en cierta ocasión escribió y dirigió una carta al profesor de su hijo. Parte del texto decía:
“Estimado Profesor: Mi hijo debe aprender que por cada enemigo, existe un amigo, y que más vale una moneda ganada honradamente que una moneda robada.
Enséñele a perder y también a disfrutar correctamente de las victorias. Aléjelo de la envidia y que conozca la alegría que reside en la silenciosa sonrisa.
Que aprenda a escuchar a todos, pero que a la hora de la verdad, decida por sí mismo.
Enséñele a sonreír y cuando esté triste explíquele que a veces los hombres también lloran; enséñele a luchar por lo que crea justo.
Trátelo bien, pero no lo mime ni lo adule, déjelo que se haga fuerte. Incúlquele valor y coraje pero también paciencia, constancia y sobriedad.
Finalmente transmítale una fe firme y sólida en el Creador del Universo. Sólo si tiene fe en sí mismo, tendrá fe también en los hombres.
Querid@ visitante:
Sin duda el contenido de esta carta, pese a haber sido escrita en 1830, no pierde vigencia, pues la sociedad cada día necesita hombres de integridad que hayan sido formados bajo principios sólidos, como los que se postula en el referido documento. Allí Lincoln puso énfasis en un conjunto de valores, que empiezan a ser escasos en estos tiempos postmodernos, como: honradez, mansedumbre, paz, bondad, paciencia, humildad, sobriedad; y, sobre todo, aquello que él cita textualmente: “una fe firme y sólida en el Creador del Universo”.
Ministerio Haz de Sabiduría
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StaffAbraham Lincoln, decimosexto presidente de los Estados Unidos, quien derogó la esclavitud en su país, en cierta ocasión escribió y dirigió una carta al profesor de su hijo. Parte del texto decía:
“Estimado Profesor: Mi hijo debe aprender que por cada enemigo, existe un amigo, y que más vale una moneda ganada honradamente que una moneda robada.
Enséñele a perder y también a disfrutar correctamente de las victorias. Aléjelo de la envidia y que conozca la alegría que reside en la silenciosa sonrisa.
Que aprenda a escuchar a todos, pero que a la hora de la verdad, decida por sí mismo.
Enséñele a sonreír y cuando esté triste explíquele que a veces los hombres también lloran; enséñele a luchar por lo que crea justo.
Trátelo bien, pero no lo mime ni lo adule, déjelo que se haga fuerte. Incúlquele valor y coraje pero también paciencia, constancia y sobriedad.
Finalmente transmítale una fe firme y sólida en el Creador del Universo. Sólo si tiene fe en sí mismo, tendrá fe también en los hombres.
Querid@ visitante:
Sin duda el contenido de esta carta, pese a haber sido escrita en 1830, no pierde vigencia, pues la sociedad cada día necesita hombres de integridad que hayan sido formados bajo principios sólidos, como los que se postula en el referido documento. Allí Lincoln puso énfasis en un conjunto de valores, que empiezan a ser escasos en estos tiempos postmodernos, como: honradez, mansedumbre, paz, bondad, paciencia, humildad, sobriedad; y, sobre todo, aquello que él cita textualmente: “una fe firme y sólida en el Creador del Universo”.
Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley.
(Gálatas 5:22)
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