A quemar nuestras naves

William Brayanes
Haz de Sabiduría
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Staff

En el  año 335 aC. al llegar a la costa de Fenicia, el conquistador Alejandro Magno  constató  que los soldados enemigos superaban  tres veces en cantidad  a su  ejército.

Fue entonces cuando, luego de desembarcar con sus pocos y  temerosos  hombres, en la costa enemiga, Alejandro dio la orden de quemar sus propias naves. Y mientras así lo hacían,  exhortaba a sus hombres, diciéndoles: 

“Observen cómo se queman los barcos... Ésa es la única razón por la que debemos vencer, ya que si no ganamos, no podremos nunca más  volver a nuestros hogares a reunirnos con los nuestros. Es más, ni siquiera podremos abandonar esta tierra despreciable. Por ello,  nos es indispensable la victoria, pues siendo la única vía el mar, solo nos quedarían los barcos de nuestros enemigos, para regresar.”

Querid@ visitante:

Cuántas veces la inseguridad en nosotros mismos, el temor a los cambios, el estar atados a lo “seguro”,  nos ha llevado a  mantenernos en la monotonía y la mediocridad, privándonos de expandir nuestros sueños y llegar a metas mayores, a la sana cumbre que Dios tiene para nuestra vida.

Vale señalar que el ejército de Alejandro Magno venció en aquella batalla, y pudo regresar  a su tierra a bordo de los barcos embargados al enemigo. De igual forma, nosotros también podemos vencer, quemando las naves de nuestra comodidad, y colocando  a los pies del Señor, todo  obstáculo, todo temor que nos aleje de los ideales que Él nos ha plantado en el corazón.  

Sólo yo sé los planes que tengo para ustedes.

Son planes para su bien, y no para su mal,

para que tengan un futuro lleno de esperanza.”

(Jeremías 29:11)