No todo lo que suena a cristiano es cristiano o bíblico

Alex López
La Catapulta
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Gracias a Dios, muchos cristianos se encuentran publicando y compartiendo en las redes sociales, en podcasts y en blogs. Pero no todo lo que suena a cristiano es cristiano o bíblico. Y esto, como iglesia y como creyentes, nos presenta un desafío.

El apóstol Pablo le advirtió a Timoteo, su hijo en la fe, lo que pasaría en cuanto a la sana doctrina. Y cómo es que, las personas, guiadas por sus propios deseos, se rodearían de maestros – note que es en plural – que les dirían las novelerías que querían oír. No busque lo que quiere oír, busque lo que debe oír.

“En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir en su reino y que juzgará a los vivos y a los muertos, te doy este solemne encargo: Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír. Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos. Tú, por el contrario, sé prudente en todas las circunstancias, soporta los sufrimientos, dedícate a la evangelización; cumple con los deberes de tu ministerio.” La Biblia en 2 Timoteo 4:1-5

Usted que es cantante, músico, líder de un grupo pequeño o predicador, recuerde que lo que predicamos, no es nuestra palabra, sino la palabra de Dios. Por eso Pablo, a la luz del juicio que Jesús traerá para la humanidad – ahora Jesús funge como abogado ante el Padre, cuando regrese por su iglesia, vendrá como juez – le anima a predicar la Palabra.

Predicar la Palabra incluye: corregir, reprender y animar con mucha paciencia. Para ello, debemos leer la Biblia como la leyeron para quienes fue escrita. No existe la primera carta a los latinoamericanos. Pero sí, la primera carta a los Corintios. Por lo que debemos leerla como la leyeron quienes la recibieron.

Para esto, debemos conocer el contexto histórico en el que vivían y tomar en cuenta el contexto literario – lo que van antes y después del pasaje bíblico que estamos estudiando en el libro que estamos estudiando. Y también preguntarnos ¿Cómo es que esto encaja en los demás libros de la Biblia? –.

Por ejemplo. Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Es un pasaje bíblico, pero que, divorciado de su contexto, nos lleva a caer en el error y a creer algo que nunca fue la intención del autor, quien, inspirado por el Espíritu Santo, escribió lo que Dios quería que transmitiera sin pasar por alto su cultura y sus costumbres.

He escuchado a personas enseñar que nada malo nos va a pasar en la vida, porque “Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece”. Y si tenemos fe, entonces todo pasará. No veremos prueba, sufrimiento, enfermedad, muerte o un mal negocio. Y cuando la prueba, el sufrimiento, la enfermedad, la muerte o un mal negocio llegan, lo que hacen es decirle que usted no tuvo fe, por eso no vio su milagro. No declaró con fe, que “Todo lo podía en Cristo que lo fortalecía”.

Pero ¿En qué situación se encuentra el apóstol Pablo cuando escribe este pasaje? Veamos: “Hermanos, quiero que sepan que, en realidad, lo que me ha pasado ha contribuido al avance del evangelio. Es más, se ha hecho evidente a toda la guardia del palacio y a todos los demás que estoy encadenado por causa de Cristo. 14 Gracias a mis cadenas, ahora más que nunca la mayoría de los hermanos, confiados en el Señor, se han atrevido a anunciar sin temor la palabra de Dios.” La Biblia en Filipenses 1:12-14

Pablo está preso y lo que dice es, preso o libre, Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Es más, lea los primeros 11 versículos de Filipenses 4 y se dará cuenta que Pablo ha aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que se encuentre. Esto incluye: pobreza y abundancia, quedar saciado o pasar hambre y, a tener de sobra como a sufrir escasez.

Por eso, es que Pablo preso, no sólo ha aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que se encuentre. Sino que también, ha aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias. Por esto él puede exclamar: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Para el cristiano, no importa la circunstancia, buena o mala, en Cristo podemos seguir adelante porque él es nuestra fortaleza.

Sea cuidadoso del menú que escoge para alimentarse online. Hoy cualquiera de nosotros puede agarrar una cámara, grabar y publicar. Pero no nos crea a ninguno de nosotros porque lo que hablamos suena a cristiano. Sea como los creyentes en Berea, que hacían lo siguiente cuando el apóstol Pablo les enseñaba: “Tan pronto como se hizo de noche, los hermanos enviaron a Pablo y a Silas a Berea, quienes al llegar se dirigieron a la sinagoga de los judíos. Estos eran de sentimientos más nobles que los de Tesalónica, de modo que recibieron el mensaje con toda avidez y todos los días examinaban las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba.” La Biblia en Hechos 17:10-11

«Todos los días examinaban cuidadosamente las Escrituras, para ver si era verdad lo que se les anunciaba. El pueblo cristiano debe tener fe, pero no ser crédula ante cualquier enseñanza o explicación bíblica. Debemos ir siempre al Libro y verificar lo que la palabra de Dios nos enseña. No vamos a estar de acuerdo en todo, pero sí debemos estarlo en el corazón del evangelio.

Seamos cuidadosos de a quien escuchamos, de lo contrario podremos ser llevados por el error, aunque incluso alguien utilice un vocabulario bíblico que suene bien, puede enseñar lo que no es sana doctrina y esto se convierte en un riesgo, ya que la falsa enseñanza producirá siempre falsos resultados y colocará siempre al hombre al centro y a Dios como su sirviente. Cuando todo es al revés, la fe termina por morir porque Dios no cumplió o no funcionó lo que esperaban. Todo porque aprendieron una falsa doctrina. Algo que Dios nunca dijo, pero alguien que, en su ignorancia real o ignorado, decidió publicar.

Que alguien tenga muchos seguidores, no significa que lo que enseña es sana doctrina. Que alguien sea conocido, no implica que conoce la Escritura. Todos debemos verificar todo lo que se nos enseña a la luz de la Biblia. De lo contrario, vamos a estar compartiendo en Internet lo que Dios nunca dijo, que ni salva ni edifica al perdido.

Lea la Escritura inspirada por Dios diariamente. Porque Dios decidió trasladarnos la verdad de Su persona y Su voluntad por medio de autores bíblicos, debemos aprender a interpretarla en su contexto histórico y literario. Pero como el mensaje nace de nuestro mismo Dios, la Biblia siendo histórica, sigue escribiendo nuevas historias de un nuevo nacimiento en todo aquel que se arrepiente de sus pecados y pone su fe en Jesús. Como Dios inspiró el mensaje y este nace en El, La Biblia se aplica a todo ser humano en todo tiempo y lugar.

Porque el pecado, seguirá siendo nuestro obstáculo entre Dios y nosotros y la razón de mucho dolor en nosotros y hacia otros. Sólo Jesús es la respuesta para ponernos a cuenta con Dios, pues aplacó su ira santa con su sacrificio por nuestras transgresiones y Dios nos otorgó la justicia de Jesús a nosotros y gratuitamente.

¿Qué hará la próxima vez que escuche una enseñanza? Vaya a la Escritura. No sólo al pasaje bíblico en mención. Sino al contexto, a un comentario bíblico y juntos, libremos nuestra vida del error y a los demás. Porque no todo lo que suena a cristiano es cristiano o bíblico.


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