¡Espera! No te apresures

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De nada sirve ir por la vida apresurando las cosas. Por más ansiosos que estemos, por mucho que lo deseemos todo para ayer, mañana puede ser el mejor momento para la realización de nuestros sueños y proyectos.

Algo que debes entender es que no depende de ti decidir cuándo serás recompensado por tu esfuerzo, sino del tiempo. No solo es un remedio para sus dolores, angustias, también es un excelente juez. Él es quien te mostrará si debes o no tener algo, si eres digno o no de lo que has estado pidiendo durante tanto tiempo. Así que no te apresures, ten calma y paciencia, porque lo que sea tuyo llegará en el momento ideal. Hasta entonces, céntrate en el presente.

Los logros de tu futuro dependen de tu iniciativa en el ahora, son fruto de tu naturaleza y de tu carácter a lo largo de la vida. Ese decir «aquí lo haces, aquí lo siembras» es la más pura verdad.

Quien siembra bondad cosecha felicidad; quien siembra envidia, resentimiento, cosecha fracaso.

No culpes a Dios, por que las cosas que deseas no llegan el el momento que esperas, ni se muevan a la velocidad que quieres.

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El mundo no gira en torno a ti, cuida de ser una mejor persona, de ayudar a los demás, de ser digno del auto, de la casa, del viaje que sueñas.

Pensar que tu vida está estancada es el peor error que puedes cometer. Primero, porque si tienes un trabajo decente, un techo sobre tu cabeza y comida en tu mesa, ya estás mejor que mucha gente. Segundo, porque nada es en vano. Si tus planes aún no se han concretado es porque Dios todavía te está preparando para ello.

Ahora no es el momento de disfrutar todo lo que deseas. Confía en el Señor. Asegúrese de hacer su parte para llevar una vida más plena y feliz, y todo lo que desee, tarde o temprano, saldrá bien. Recuerde que todos pasamos por dificultades y tristezas.

Todas las personas que lo rodean ya han perdido el sueño por un problema, ya han derramado ríos de lágrimas ante alguna situación dolorosa.

No hay frustración, decepción o sufrimiento que dure para siempre. Muy pronto pasará toda esta turbulencia y verás cuanto necesitabas esas circunstancias difíciles para madurar.

La vida es un aprendizaje permanente y la paciencia es una de las lecciones más importantes y difíciles de entender… ¡Que Dios te Bendiga!