Por: William Brayanes Hay una conocida caricatura que presenta a un hombre en actitud de oración, mirando a los cielos, y diciendo: Señor dame paciencia; pero la quiero ya!… Cualquiera diría que aquello solo podría darse en la mente fantasiosa del humorista. Sin embargo no es así, pues de alguna forma representa el actual estilo de vida de una sociedad apurada, en donde la gran mayoría prefiere cualquier atajo, pasando por encima de quien sea, con tal de lograr metas instantáneas, evitando en lo posible los procesos. Lo que cuenta para esas personas son los resultados, parecidos a los que mostraba el ilusionista frente a su público, con solo pronunciar el clásico: “abracadabra.” Querid@ visitante: Si tu vida se caracteriza por un caminar angustioso, ansioso y estresante, debes hacer un alto y tratar de entender que los triunfos no se dan de la noche a la mañana, pues son el...