Los administradores de Dios-Felicidad y libertad financiera

Andrés Estrada
Iglesia Evangélica Bautista "Jesucristo Rey de reyes"
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Staff

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Todas las promesas del Señor Jesús son apoyo poderoso de mi fe.  Y en verdad, en la Palabra de Dios, encontramos las promesas  de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Siempre van a ser de mucha bendición si las vivimos, las practicamos en todos sus principios. Gracias a Dios por este tiempo.

[Salutaciones]

Y seguimos sobre la serie de mensajes sobre las Verdades Fundamentales de la Biblia que nos ayudan a crecer y a vivir fortalecidos espiritualmente. Vayamos a la carta del Apóstol Pablo a los corintios, 2da. Carta a los Corintios, cap. 9; vers. 6 al 15. La Palabra de Dios dice:

Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito:

Repartió, dio a los pobres;

Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. ¡Gracias a Dios por su don inefable!

(2 Corintios 9:6-15 RV 1960)

Los creyentes, como administradores de Dios aprenden con la Biblia, a tener una vida de felicidad y libertad financiera, y veamos los fundamentos.

Dios, recordemos, nos ha librado del pecado. Él desea librarnos también de momentos tristes por el mal uso de nuestro dinero o el manejo de nuestras finanzas. Él, nuestro Dios, quiere darnos satisfacción y felicidad, y estar libres de preocupación en cuanto al dinero o nuestras actividades financieras.

Cristo es el Redentor de todos nuestros fracasos, tanto espirituales, materiales, y dejemos que la Palabra de Dios siempre guíe nuestra vida. Y no nosotros; no, nuestros sentimientos, nuestras emociones o todos nuestros sentidos. Qué preciosos principios espirituales nos enseña el Apóstol Pablo aquí en el texto que hemos leído, en el sentido de dar a Dios, como los hermanos y las hermanas en la iglesia en Macedonia. La Palabra de Dios dice que se dieron primeramente a Dios y después, completamente a Su Obra. Encontramos en el cap. 8, aquí mismo en la segunda carta a los corintios, en el vers. 5:

Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;

(2 Corintios 8:5 RV 1960)

Y aún más, nosotros debemos hacer  con alegría, así como lo hicieron ellos. Debemos de darle a Dios con alegría, no por obligación o por apariencia. Dice la Palabra de dios aquí en el texto que hemos leído, en el cap. 9, vers.7, que debe de ser porque lo damos con alegría y con gozo a nuestro Dios. Y debe de ser eso siempre, porque Dios se merece todo honor, toda gloria de nosotros.

También, Proverbios 3: 9 al 10 dice que es justamente un honor darle a Dios, hermanos, para que Él pueda bendecirnos.

Tengamos cuidado, porque siempre Satanás influencia con malos principios o pensamientos mentirosos en nuestra mente que destruyen nuestra vida y siempre nos tienen necesitados de dinero. Tenemos también mucho dinero y nos volvemos avaros, malos y tercos. 2da. de Corintios, cap. 11, un poquito más a delante, unos capítulos más adelante, vers. 3 dice:

Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.

(2 Corintios 11:3 RV 1960)

Si Satanás engañó a Eva, también puede engañarnos en estos tiempos a nosotros y especialmente en cuanto al tema del dinero. En la familia, siempre el padre de familia debe de tomar la delantera y ayudar a los integrantes del hogar a practicar los principios bíblicos para tener felicidad y libertad en el uso de su dinero.

Por eso Efesios cap. 5 el vers. 23 nos dice:

porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

(Efesios 5:23 RV 1960)

Recuerde: todos como creyentes debemos de practicar estos principios porque son fundamentales en la vida cristiana, y el primer principio que debemos practicar y este principio es el que veremos hoy solamente, el primero; es el siguiente: EMPIEZA A DIEZMAR. Muchos me dirán, “pero, pastor, con la justa gano para sobrevivir!” Es por eso que debes aprender, hermano, hermana, a diezmar, para que Dios te bendiga más. Un pastor, hace años, en EE.UU. enseñó a la iglesia y les dijo: “si ustedes quieren ser ricos, hagan y recuerden lo siguiente: 10, 10, 10, 70”. ¿Y qué significa eso? Y él enseñó: 10% separa para las misiones cristianas, para ayudar a los misioneros. El 10% separa para darle a Dios tu diezmo. El otro 10% separa para tus ahorros, para que tengas algo para el futuro cuando haya algún problema o dificultad. Y el otro 70% úsalo para todos tus gastos que necesitas. Así verás cómo Dios obrará grandemente y te volverás ricio.

Por eso Malaquías, (cap.) 3, (vers.)  del 8 al 12 enseña bien claro, y le enseñaba al pueblo de Israel “si diezman, Él abriría las ventanas de los cielos”.

En Lucas, cap. 6 vers. 38 también el Señor nos hace recordar un principio importante. Dice:

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

(Lucas 6:38 RV 1960)

Interesante! Recuerda: todo es de Dios. Tienes un trabajo, tus ganancias, tus propiedades; de verdad, es todo de Dios.  Puede que sigas pensando, pero si doy mi diezmo, ¿Es todo lo que debo de dar? Amado hermano, hermana; amigos, amigas; los israelitas daban el diezmo como lo mínimo que podían dar en el tiempo de la Ley. Y aún el Señor, Nuestro Salvador Jesucristo, nos manda continuar haciéndolo. En Lucas cap. 23 (vers.) 23 hay ahí una partecita que dice: “esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello” Era justamente el diezmo.

Si vamos a la historia del diezmo en la Biblia, veremos que no inició como un mandato en la Ley, sino comenzó desde antes de la Ley. Ya se practicaba. Antiguamente fue practicado con Abraham, y puede leerlo en Génesis 14:20. Fue prometido el diezmo por Jacob en Génesis 28:22. Después, practicado por sus hijos, por toda las tribus de Israel. Y los hijos de sus hijos, en 2da. Crónicas 31:5-6. Fue reconocido el diezmo por el autor de la epístola a los Hebreos, en Hebreos 7:2-10. ¿Se da cuenta la importancia, que es fundamental? Pero recuerde: Dios no te obliga a darlo. Más bien la Biblia enseña en Proverbios 3: 9-10 que si tú das, estás honrando a Dios y debes de honrar a Dios con tus bienes. Y esto significa que debe salir de tu amor por Dios y no una obligación. Y por lo tanto así Dios, te multiplicará todo lo que tienes y te dará siempre cada día más.

Si deseas vivir con felicidad y siempre teniendo, entonces recuerda. Lee también Salmos 37:21, que dice que los justos prestan y dan con generosidad. Y si deseas TENER amado hermano, tienes que con amor dar tu diezmo, tus ofrendas a Dios.

A través de la iglesia podemos tener la posibilidad de experimentar lo que sucedió en el tiempo del rey Ezequías. Lo que dice 2da. Crónicas 31:10, la abundancia que tuvieron los sacerdotes.

Cuántos de nosotros, más bien experimentamos lo contrario en nuestro tiempo, a este hecho que sucedió en ese tiempo.

Y no se trata sólo de bienes materiales, mas de todo aquello que concierne al hombre en su totalidad, queridos hermanos. Su cuerpo, su alma y su espíritu, porque las bendiciones de Dios cubren cada sector de la existencia humana, de las necesidades físicas, y las esferas más elevadas del espíritu. El diezmo era la base de las ofrendas a nuestro Dios en el tiempo de la Ley. En efecto, se daba la ofrenda, la ofrenda de las primicias de las cosechas y del lagar, que era el lugar donde se exprimían las uvas y las aceitunas. Hermanos a esto se le añadían las ofrendas voluntarias de acuerdo a las bendiciones recibidas. Y lo puede ver eso en el libro de Éxodo en el libro de Deuteronomio. Aún aquellas hechas por un voto de promesa voluntaria  en Levítico 17 y 16. Las ofrendas  de agradecimiento también en Levítico. Algunos estudiosos de la Biblia dicen que los hijos de Israel casi un tercio de sus rentas, o sea de sus ganancias. Eso significaba aproximadamente el 35% de todo lo que recibían. Ahora bajo la gracia, pensarás: ¿Cuál es la medida que debo de dar a nuestro Dios? Los israelitas daban el diezmo como mínimo. Un cristiano hijo de Dios debe de dar como propuso en su corazón. No con tristeza o por obligación.

¿La Gracia te ha hecho afable? ¿Te ha hecho generoso? ¿Te ha hecho perdonador? Entonces, esa es la única vida cristiana verdadera. La mayordomía es vivir para dar. Querido hermano y hermana, amigo; sin restricciones, porque Dios te da todo y si tú recuerdas, mucho más de lo que necesitas.

Escucha estos preciosos versos. Se llama: “Dar es vivir”.

Dar es vivir me dijo el ángel un día

Vé al hambriento y dale el pan de amor

¿Debo de dar y dar, más todavía?

Fue mi respuesta en quejoso dolor

Ah, no! Me dijo el ángel hiriéndome así:

Da hasta que el Maestro no te dé más.



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