De dificultades a escalones

William Brayanes
Haz de Sabiduría
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Una anciana de 92 años de edad, cuyo esposo había muerto recientemente, se mudaba a un asilo. Luego de horas de aguardar pacientemente en la sala de espera, le dijeron que su cuarto estaba listo, y la condujeron hacia él.

Mientras caminaban hacia el ascensor del edificio, le iban describiendo todo, respecto a dicho cuarto: decoración, cortinas, cama etc.

“Me encanta” dijo la anciana,  con un entusiasmo propio de un niño al que le acaban de entregar un juguete nuevo.

-Señora Jones ¿cómo puede usted decir   “Me encanta”, si aún no ha visto con sus propios ojos el cuarto? -le preguntaron. 

Miren –respondió la anciana- que me guste o no mi cuarto, no depende de cómo esté arreglado; sino de cómo yo arregle mi mente. Y en mi mente yo ya decidí que me gusta”.

Querid@ visitante:

Es edificante que en nuestro diario vivir, no nos centremos solo en las cosas negativas que nos ocurren,  sino  en lo positivo que puede salir de las mismas, si las utilizamos a nuestro favor.

En el caso de alguien que esté atravesando enfermedad, tiene dos opciones: dedicarse a LAMENTAR por las partes de su cuerpo que no funcionan; o AGRADECER por las partes que sí lo hacen.

Dicho de otra manera, nuestras dificultades pueden pasar a convertirse en bendiciones si las utilizamos como escalones para acercarnos más a Dios. 

Todo es cuestión de enfoque y actitud.

Ciertamente, todas las cosas son de él, y por él,

y para él. ¡ A él sea la gloria por siempre! Amén.

(Romanos 11:36)