LOS CUATRO PRINCIPIOS DE LA ADMINISTRACIÓN O MAYORDOMIA CRISTIANA

Por: Andrés Estrada
Iglesia Evangélica Bautista “Jesucristo Rey de reyes”
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Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes. Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo. Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas. Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo? Él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta. Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. Él le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta. Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz. Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

(Lucas 16:1-13 RV1960)

Qué importante es poder leer y especialmente comprender la palabra de Dios. A simple vista parece que Jesús está alabando la viveza y la sagacidad de alguien que no hacía lo correcto. El propósito es que Ud. aprenda en esta oportunidad, los CUATRO principios de la administración cristiana, la MAYORDOMÍA. Ya que siempre nos dejamos llevar por lo que se dice o lo que se practica en este mundo y nos olvidamos de los principios que Dios nos ha dejado para nuestra tranquilidad y nuestra felicidad en lo especial en lo relacionado a la vida y a  los bienes materiales que Dios nos ha dado y nos da cada día.

Aquí en el Evangelio de Lucas cap.16 Dios nos enseña a que podamos estar atentos, a vivir una vida no de astucia, de viveza, como el mayordomo infiel, no nos está enseñando a ser astutos o vivos como criollamente podríamos decir. Lo que Él desea, es que es importante para un hijo de Dios no vivir pensando en lo material o tener muchas riquezas. El mayordomo infiel, si Ud. se da cuenta en esta parábola que el Señor nos ha dejado, hubiera podido robarle y e irse lejos. Pero si Ud. se da cuenta, él primero pensó y pensó bien, y en lugar de robarle e irse lejos, ayudó a los que le debían a su amo. Y recordemos que según la Palabra de Dios, Dios trata de ayudarnos a toda costa para nuestro futuro. Y eso es lo que Jesús alaba, queridos hermanos. El mayordomo infiel miró su futuro. No miró las riquezas que podía llevarse. Si encuentras un tesoro cómo llevártelo todito! Cuenta la historia del Titanic, que mucha de la gente que murió, no murió porque no había salvación para ellos, sino porque querían llevarse todo, querían llevarse todo lo que habían subido allí al barco. Pero, lamentablemente todas las joyas, el oro las riquezas se hunden en el mar y ellos también, y murieron.

Amados hermanos nosotros como hijos de Dios debemos mirar el futuro y hacer lo correcto ante los ojos de Dios y recordemos que Dios nos tiene preparadas unas moradas especiales. Y el Señor nos dice  en el vers. 9 “Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas”. Claro que no hay que robar para ayudar a la gente! Sino que si tú tienes, debemos recordar al pobre, ayudar a los que menos tienen, que necesitan que les demos una mano. No es necesario darles muchas riquezas, sino tan sólo nuestra presencia y llevar algo para darles que será de mucha bendición, que aún con lo poco que tenemos, con sabiduría les ayudará mucho. Y en esta noche quiero de alguna manera, decirles los CUATRO PRINCIPIOS que se pueden aplicar a todas las áreas de nuestra vida; tanto en lo físico, en lo intelectual, social, espiritual; y aún pueden relacionarse nuestro bienes materiales, financieros, nuestro dinero, lo mucho o lo poco que Dios nos provee cada día. Y el primer principio, GRÁBELO BIEN EN SU MENTE!

I.                    DIOS ES EL DUEÑO DE TODO

Yo no soy dueño de nada. Y lea lo que dice la Palabra de Dios en Job, cap. 41, vers. 11:

¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío”.

Dios es dueño de todo por CREACIÓN. Dios es el dueño de todo lo que existe en este mundo, del oro, de la plata, de las personas, de los animales, y de todo. Todo creyente debe reconocer que Dios es el dueño de todo y de todo lo que tenemos nosotros. Especialmente recordemos que dios es el dueño de todo por Creación, que Él nos ha creado (Génesis 1:27; Salmos 148:5; Isaías 41:20; Efesios 2:10). Hay varios pasajes que nos recalcan este principio importante.

Dios es dueño de todo por DERECHO. Especialmente, por ser Dios. Deuteronomio cap. 10 vers. 14:

He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella”.

Aún más:

Dios es el dueño de todo por REDENCIÓN. Dios nos ha redimido, nos ha comprado del pecado, de la miseria en la que estábamos, a través de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. (Salmos 111:9; Romanos 3:24)

Miren lo que dice Romanos 3:24

siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, (Romanos 3:24 RV1960)

Qué preciosos versículos! Quieres ser feliz? Recuerda: DIOS ES EL DUEÑO DE TODO. Y tú y yo no somos dueños de NADA.

El segundo principio:

II.                  DIOS ME HA ENCOMENDADO TODO LO QUE TENGO

Ya hemos leído este pasaje la semana pasada y es importante que Ud. lo recuerde.

Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.

(1 Corintios 4:2 RV1960)

Este mayordomo de la lectura de Lucas, fue hallado infiel y tuvo que rendir cuentas delante de Dios. El segundo principio, no olvide: Dios te ha encomendado todo lo que tengo, todo lo que tienes Dios te lo ha dado. Y especialmente te lo ha encomendado para que hagas lo mejor con lo que tienes. Y recordemos que cuando la palabra de dios habla de fidelidad, requiere que cada administrador sea fiel. Fiel es una persona que corresponde a la confianza puesta en ella. Y Dios nos dio lo que tenemos para honrarle, para glorificarle. Dios nos dio el trabajo, aún el dinero que podemos obtener cada día, Dios nos da. Debemos recordar eso. Y Dios no te da para que le des. Dios no te pide, por si acaso. Eso lo hemos visto bien en los Salmos. Dios no quiere lo material. Lo que Dios quiere es un espíritu quebrantado, un corazón contrito y  humillado, no despreciarás, tú, oh Dios. Y recuerda: Dios me ha encomendado todo lo que tengo. Eso dí todas las mañanas y haz las cosas bien.

Y aquí viene el tercer principio:

III.                LO QUE DIOS ME HA DADO LO PUEDO MULTIPLICAR O LO PUEDO MENGUAR

Menguar significa: Disminuir. Y eso está en Mateo 25:14-15

Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.

(Mateo 25:14-15 RV1960)

Y sigue diciendo la Palabra de Dios:

Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.

(Mateo 25:27-28 RV1960)

Y al que le dio uno y no hizo nada, más bien por miedo lo enterró, le dice: quitadle el talento y dárselo al que tiene diez.

Hermanos, aquí “TALENTOS” significa: “DINERO”. Nosotros podemos MULTIPLICAR el dinero que tenemos o podemos DISMINUIRLO. Debemos de ser para Dios BUENOS MAYORDOMOS. Cuando hagamos algo, cuando compremos algo; debemos buscar calidad, economía, durabilidad; la calidad del producto vale lo que cuesta, queridos hermanos. Y TENGA CUIDADO CON LO QUE COMPRA. Una vez compré un USB que dije que era “bien baratito” y cuando llegué a casa, estaba quemado, no servía, era una estafa. Espero que Dios no me reclame por esa compra, no me dí cuenta… y es dinero de Dios, que Dios me da.

Y cuarto principio:

IV.                DIOS NOS PUEDE PEDIR CUENTAS EN CUALQUIER MOMENTO

Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

(1 Corintios 3:11-15 RV1960)

En primer lugar, Dios nos puede pedir cuentas ya, por lo que nosotros hacemos. Y recuerda querido hermano: la recompensa no es por la CANTIDAD, sino por la FIDELIDAD en la que nosotros administramos bien lo que Él nos da.

En segundo lugar, hay DOS maneras en que Dios nos puede pedir cuentas:

UNO: con el ARREBATAMIENTO, o sea cuando Cristo viene y lleva a su Iglesia, el RETORNO de Nuestro Señor Jesucristo.

Y DOS: por la muerte de cualquiera de nosotros. Algún día vamos a estar delante de Dios y Él te va a preguntar: primero qué has hecho con JESÚS. Y en segundo lugar, qué has hecho con todo lo que yo te dí.

Espero que no te avergüences delante de Dios. Qué has hecho con tu vida, y recuerda lo primero que dije: esto está relacionado con TODO. Con TODO nuestro sistema de  vida. Dios va a pedir cuentas de tu familia, Dios va a pedir cuentas de tu dinero, Dios va a pedir cuentas de tu casa, Dios va a pedir cuentas de tu perrito que te dio, si está todo pulgoso, cómo lo criaste… Dios te va a pedir cuentas y… ¿Qué harás delante de Dios?

Espero que estés bien preparado para rendir cuentas y aprendas bien, de memoria, estos cuatro principios.

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