El mayor problema de la humanidad: el desarrollo de la codicia

Por: Andrés Estrada
Iglesia Evangélica Bautista "Jesucristo Rey de reyes"
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Staff 

 


Soy el pastor Andrés Estrada. Saludos cordiales.

Estamos en una serie de mensajes sobre las verdades fundamentales de la Biblia. Especialmente que nos ayudan a crecer y a vivir fortalecidos especialmente. Y hoy día es un tema muy especial. Espero que puedan estar hasta el final.

Leamos la Palabra de Dios en Marcos cap. 8 vers. 27-38

Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas. Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo. Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno.

Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. Esto les decía claramente. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle. Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

(Marcos 8:27-38 RV 1960)

Es una preciosa lectura de la Palabra de Dios y una linda enseñanza que nos da Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. El propósito de esta enseñanza, realmente es que tenga mucho cuidado con el problema mayor en la vida de los seres humanos como administradores en este mundo ya que en el mundo en que nos encontramos se está desarrollando grandemente la CODICIA.

Es por este motivo que Jesús nos enseña aquí en la lectura de Marcos 8, del vers. 27 al 38, que es mejor preocuparse por la vida espiritual que es eterna, que por las cosas terrenales que son temporales en esta vida, que pasan rápidamente. Y justamente, el Señor ha venido a dar su vida para ayudarnos. Acá por la Palabra de Dios podemos notar que el mismo Jesús dice: “porque qué aprovechará el hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma, o qué recompensa dará el hombre por su alma?”

Queridos hermanos, hermanas; amigos, amigas; que me escuchan en esta noche, la CODICIA es la ambición, el ansia exagerada de tener riquezas. Es el deseo exagerado de poder, dinero u otras cosas, consideradas buenas. El hombre pone toda su mira, no sé si Ud. se ha dado cuenta que los seres humanos trabajan hasta el cansancio, muchas veces todos los días desde el lunes hasta el domingo, pero al final de cuentas, llega un tiempo en que se enferman y todo lo que ganó no le alcanza ni para la primera fase de su enfermedad. ¡Qué triste! ¿No? Ver así a las personas. Pero es así muchas veces por la codicia, por el dinero, por tener riquezas. Claro que no estoy diciendo que esto es algo negativo. Es algo bueno, pero recuerde: mire lo que la Palabra de Dios dice en cuanto a la codicia. Dios mira la codicia con desprecio.

Y en Colosenses cap. 3 vers. 5, dice la Palabra de Dios de la siguiente manera, dice así:

Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;

(Colosenses 3:5 RV 1960)

Importante, queridos hermanos, Dios llama a la codicia “IDOLATRÍA” y manda que el cristiano la extermine completamente de su vida.

Hay muchos peligros, hermanos, cuando yo, tú, vivimos codiciando. La codicia produce efectos dañinos. Y eso lo dice el libro de Proverbios 1:19.

Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,

 La cual quita la vida de sus poseedores.

(Proverbios 1:19 RV 1960)

¡Qué tristeza! ¿No? Que el codicioso puede morir rápido por el ansia de dinero. Esto es lo primero en nuestra comunión con Dios. La codicia es peligrosa porque tiene prioridades equivocadas. Y aquí  lo dice el Señor Jesucristo bien claro: “Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y al final de cuentas pierde su alma?”; o ¿qué recompensa puede pagar por la salvación de su alma, a pesar que tenga todo el dinero? Con todo el dinero no puede hacer nada, queridos hermanos y hermanas, amigos y amigas que nos escuchan… La codicia produce prioridades equivocadas. Aún pone en duda mi testimonio y tu testimonio de ser verdaderos cristianos.

Escucha lo que dice I Corintios cap. 6 vers. 10. Dice la Palabra de Dios:

ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.

(1 Corintios 6:10 RV 1960)

Ni los AVAROS, ni los CODICIOSOS… se da cuenta?

Tito 1:10, mire lo que dice la Palabra de Dios:

Ten cuidado con tu testimonio, querido hermano…

Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene.

(Tito 1:10-11 RV 1960)

Mira, hasta los cristianos que dicen que predican la Palabra de Dios o creen en Dios solamente para obtener ganancias deshonestas. También lo dice II Pedro cap. 2 vers. 1-3; Judas vers.14.

Amados hermanos, es importante librarnos de la codicia. Y nos vamos a liberar de la codicia cuando reconocemos que Dios determina el nivel de prosperidad o de pobreza de sus hijos. No es que vamos a ser siempre pobres. Porque por eso es importante la ADMINISTRACIÓN. Que tú puedas ADMINISTRAR BIEN lo poco que tienes, hermano.

Cuánta gente, aún en el mundo, que no ha tenido nada y ahora se han vuelto ricos, empresarios prósperos… Y ¿Qué será, hermanos, de nosotros, que tenemos un Dios todopoderoso y como hemos dicho antes, es el DUEÑO DE TODO. Es por eso, si queremos liberarnos de la codicia, nos vamos a liberar cuando reconocemos que no es pecado tener riquezas. No te preocupes, si Dios te bendice grandemente. Más bien ADMINISTRA BIEN lo que tienes. No lo guardes. Está bien, AHORRA, pero es importante COMPARTIR como la Palabra de Dios dice. Ayuda a la Iglesia, ayuda a los pobres; ayuda a los necesitados, mira entre los niños de tu comunidad alguien que necesite tu ayuda.

Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia,  Y tus lagares rebosarán de mosto.

(Proverbios 3:9-10 RV 1960)

Muchas veces no tenemos. Y hay veces que nos parece increíble cuando tenemos dinero y no sabemos qué hacer y nos olvidamos de Dios, y nos olvidamos de las necesidades de nuestra familia, de los hermanos, aún el ayudar a la Iglesia para seguir adelante.

También, hermanos, nos liberamos de la codicia cuando nosotros, especialmente como creyentes, aún tú también, amigo, puedes hacerlo; cuando correctamente nos regocijamos de la prosperidad de los demás. Pero lamentablemente en este tiempo, por la codicia, en lugar de regocijarnos de que los demás están prosperando, más bien los odiamos. Y nos preguntamos por qué yo no tengo y ellos tienen… y eso es un pecado, queridos hermanos.

Miren lo que dice la tercera carta de Juan vers.2. Aquí el apóstol decía unas palabras muy bonitas:

Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

(3 Juan 1:2 RV 1960)

¡Qué palabras preciosas! “Y que tengas salud así como prospera tu alma” En todas las cosas seas prosperado. Especialmente que tu alma, que tu vida espiritual también tenga prosperidad. Hermanos, debemos de regocijarnos. Regocijarnos cuando alguien prospera, cuando alguien termina la universidad, cuando alguien se gradúa, y así Dios nos va a bendecir. Debemos reconocer que hay otras cosas más valiosas que el dinero o lo que uno desea. Por ejemplo: la sabiduría de Dios (Proverbios 8:11; Proverbios 16:16). Es importante y es mejor tener la sabiduría, la sabiduría de Dios que las riquezas, que el dinero.

También es importante, más importante que el dinero, que las riquezas, es que otros piensen de uno, BIEN, y no mal. Proverbios 22:1, hermanos.

También es importante reconocer que es importante el CARÁCTER, en la vida del cristiano, en la vida del ser humano. Tu carácter es importante.

Hay que reconocer las limitaciones del dinero y de cualquier cosa terrenal. RECUERDA: con dinero, con cosas terrenales, con tus finanzas aunque tengas dinero, no puedes comprar la SALVACIÓN (Proverbios 10:12; Proverbios 11:4 y 28).  No puede producir la satisfacción el dinero (Eclesiastés 2:7-11). Lo decía bien claro el rey Salomón en Eclesiastés 4:8; no puedes eliminar la preocupación, Eclesiastés 5:12, con dinero. Las cosas terrenales no pueden ser llevadas cuando tú mueras. Más bien te las van a quitar. Recuerda: las cosas terrenales no se llevan. Y dice Eclesiastés 2:18; 5:14; no te dejes llevar por la influencia de este mundo o por la codicia. Confía en el Señor, en Dios. Él te va a dar lo que necesitas y te va a bendecir tu vida cada día. Cuando en verdad ADMINISTRES correctamente, aún lo poco que tienes, porque si administras bien lo poco que tienes, como dice su palabra, también te dará mucho más para que lo administres mejor cada día.

Vamos a orar, y medita, piensa; ¿Cómo está tu vida? Libérate de la codicia y pide perdón a Dios. Si tu vida está viviendo en codicia y estás muchas veces en grandes aprietos y necesidades que Dios te ayude a liberarte de ese pecado que está en muchos corazones.

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