CUATRO SIGNOS DE IDOLATRÍA EN LA IGLESIA
https://www.bibliatodo.com/Reflexiones-Cristianas/
Todos los derechos reservados - Publicado en este medio con permiso
La idolatría es el mayor pecado en la Biblia, tanto así que es el primer mandamiento que Dios nos presenta por medio de las Escrituras diciendo: «No tendrás dioses ajenos delante de mí», Éxodo 20:3.
La idolatría es la causante principal de todos los pecados, ya que cuando el hombre quita a Dios del lugar que le corresponde, por consecuencia tiende a llenarse de pensamientos y sentimientos contrarios a la voluntad de Dios.
Lamentablemente muchas veces hemos caído en este pecado sin darnos cuenta, pensamos que somos cristianos fuertes incapaces de idolatrar, pero no somos capaces de ver que sencillas acciones cotidianas pueden conducirnos a la idolatría.
Este es un hecho muy real del cual la iglesia no ha escapado; la idolatría se ha metido en muchas congregaciones y muchos lo consideran como algo normal, ignorando que se podría estar violando el mas importante de los mandamientos. Estas son las cinco señales de idolatría en la iglesia:
1.- El ídolo de los predicadores famosos
Muchas personas viajan a grandes distancias solo con la intención de oír conferencias de pastores o líderes cristianos famosos; en ocasiones las personas lloran y se desmayan con la sola presencia de estos hombres de Dios. Ahora bien, es cierto que debemos dar honra a nuestros líderes cristianos, sin embargo existen límites que no debemos sobrepasar como hijos de Dios.
En una oportunidad Cornelio se encontró con el apóstol Pedro y al verlo dice la Biblia que se postró ante él y lo adoró, a lo que Pedro le dijo que se pusiera de pie, pues él solo era un hombre igual a él (Hechos 10).
Debemos entender que estos líderes famosos que observamos en la televisión, al igual que nosotros son hombres sujetos a tentaciones y pecados; no podemos caer en adulaciones con ninguna persona porque el día en que este falle lamentablemente vamos a terminar con una profunda decepción.
2.- El ídolo de la adoración y el entretenimiento
Muchas personas acuden a la iglesia como si esta fuera un centro de entretenimiento; muchos van a pasar el tiempo o incluso asisten solo para escuchar la música; sin saberlo muchos creyentes están poniendo su satisfacción personal por encima de la genuina adoración.
Anteriormente las iglesias no contaban con los instrumentos musicales y la tecnología que vemos en la actualidad; sin embargo aunque las personas utilizaban himnarios y otras herramientas para las alabanza, la gente acudía en masas porque tenía un corazón dispuesto a adorar al Señor. En la actualidad es común que las iglesias presupuesten grandes cantidades de dinero para el salario de cantantes profesionales, esto con la intención a atraer más personas a la congregación.
No participemos del ídolo de la adoración, al estar en la iglesia llevemos un corazón dispuesto, nuestra obediencia es la mejor adoración que podemos llevar a la casa del Señor.
3.- El ídolo de la prosperidad personal
En muchas iglesias el mensaje de los púlpitos ha sido cambiado por un mensaje de prosperidad en lugar de ser un mensaje que confronte y que lleve las vidas al arrepentimiento; si bien sabemos que Dios tiene intenciones de bendecirnos en esta tierra, debemos entender que debemos buscar el reino de Dios y su justicia antes que una vida cómoda en este plano.
El principal objetivo de la Palabra es llevarnos a vivir una vida conforme a la voluntad de Dios, por eso cuando el mensaje de las sagradas escrituras solo se enfoca en la prosperidad terrenal está alejado del propósito original de ella.
Sabemos que Dios es dueño de todo, pero no confundamos el propósito del evangelio que es para salvación y vida eterna con la prosperidad terrenal; no busquemos del Señor solo para satisfacer nuestras necesidades. Busquémosle con un corazón sincero y todo lo demás Él lo añadirá.
4.- El ídolo de la cultura
Muchos creyentes han permitido que sus costumbres y culturas triunfen sobre la Palabra de Dios. Jesús en una oportunidad dijo de algunos creyentes que se habían aferrado más a las tradiciones que a las Escrituras (Marcos 7:7).
Cuando leemos la Biblia debemos mirarla desde una óptica diferente a la de nuestras costumbres; no podemos acomodarla de acuerdo a nuestras ideologías, sino que debemos pedirle al Espíritu Santo que transforme nuestra mente y nuestro corazón por medio de ella.
Muy oportuno y objetivo el comentario, pues eso es exactamente lo que estamos atestiguando actualmente en el mundo cristiano: que algunas congregaciones fusionen la liturgia con las cosas frívolas del mundo. Cada vez: más del hombre, ý menos de Dios.
ResponderBorrar