Los administradores de Dios administran bien su vida y familia
Andrés Estrada
Iglesia Evangélica Bautista "Jesucristo, Rey de reyes"
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Staff
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Lectura bíblica: Génesis
18:1-22
Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho. Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo. Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo. Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron. Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda. Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.
Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos. Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él. Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré. Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Jehová.
(Genesis 18:1-22 RV 1960)
Amados hermanos y hermanas;
amigos y amigas, en esta noche, quiero explicarles un poco, especialmente para
que Uds. como creyentes, y si todavía no es, recuerde: Acepte a Cristo en su
vida. Aún como discípulo de Cristo, pueda ser un ADMINISTRADOR de Dios. Y como
administradores de Dios es importante que administremos bien nuestra vida y
familia.
En la lectura bíblica, en la
historia del gran patriarca Abraham, nos enseña que Dios revela su voluntad de
acuerdo a la administración de nuestra vida y la familia. Algo especial y lo
que había aprendido bien Abraham en su vida, era que su vida y todo lo que
tenía pertenecía a Dios. Y ahí les puedo hacer recordar los CUATRO PRINCIPIOS
DE LA MAYORDOMÍA. Es importante aprenderlos bien de memoria:
1°- DIOS ES EL DUEÑO DE TODO, yo no soy dueño de nada.
2°- DIOS ME HA ENCOMENDADO TODO LO QUE TENGO.
3°- Lo puedo MULTIPLICAR o lo puedo MENGUAR. Menguar significa DISMINUIR… y
4°- DIOS NOS PUEDE PEDIR CUENTAS EN CUALQUIER MOMENTO.
Si nosotros leemos bien aquí
en el cap. 18 de Génesis, el vers. 17 al 19:
Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
(Genesis 18:17-19 RV 1960)
¿Este era el secreto, podemos
decir así, espiritual de Abraham, que es llamado el “padre de la fe”? Dios
conocía bien a Abraham, y sabía que había entregado todo, su vida y familia y
lo aclara bien en el vers. 19: “porque yo
sé que mandará a sus hijos y su casa después de sí …” Abraham no era cualquier persona. Una persona
entregada completamente. Él había entregado su vida, su familia, todo lo que
tenía, todo lo que era, en las manos de Dios.
Amados hermanos, hermanas,
amigos, amigas, claro que este tipo de historias no solo lo encontramos en el
Antiguo Testamento. También en el Nuevo Testamento, en II Corintios cap. 8
vers. 1 al 7 la Palabra de Dios nos dice lo siguiente, especialmente el Apóstol
Pablo aquí nos enseña algo importante especialmente de la iglesia de los
hermanos, de la iglesia de Macedonia:
Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios; de manera que exhortamos a Tito para que tal como comenzó antes, asimismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia. Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia.
(2 Corintios 8:1-7 RV 1960)
Dice que los de Macedonia, se
entregaron a sí mismos, se dieron primeramente al Señor. Amado hermano,
hermana; amigo, amiga; ¿Qué estás haciendo con tu vida? ¿De verdad la has
entregado completamente en las manos de Nuestro Señor Jesucristo? ¿Reconoces al
Señor Jesucristo como el Señor te toda tu vida y de todo lo que tienes?
¿Qué ejemplo le das a este
mundo con tu vida? Aún más: ¿A tu familia? ¿O eres el mismo de siempre? ¿O Dios
ha cambiado completamente tu vida?
Si Dios nunca ha cambiado, o
todavía no ha cambiado tu vida o la ha cambiado a medias, ya es tiempo de que
te entregues completamente a Dios.
Aún puedes orar y decirle de
alguna manera personal a Dios, dile así al Señor:
“Señor Jesús toma mi vida y
que sea primero de uso tuyo”. Si nunca lo has hecho, ya es tiempo de que lo
hagas. Todo lo que tenemos pertenece a Dios.
Dios en el Antiguo Testamento
no sólo requirió que le dieran las primicias de las cosechas o cosas
materiales, pidió que se le entreguen los hijos primogénitos. Eso lo podemos
encontrar en Éxodo cap. 13 vers. 1 y 2 queridos hermanos. Puede tomar un momento
de su tiempo y después leer en Éxodo cap. 13 del 1 al 2. Los hijos son de Él.
Amados hermanos, debemos entregar toda la familia a Él. ¿Has dedicado tus hijos
a Dios y a su servicio? Y si no lo has hecho, es importante que ya lo hagas, lo
más pronto que puedas. Ana lo hizo y está en I Samuel cap. 1 vers. 27 al 28.
Vamos a mirar un momento aquí esta preciosa historia en la vida de Ana.
Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová.
Y adoró allí a Jehová.
(1 Samuel 1:27-28 RV 1960)
Puede leer todo el capítulo.
Ana, una mujer estéril, adolorida, con amargura. Su esposo también tenía otra
esposa y ella no podía tener hijos. Y fue al templo y oró a Dios y Dios le dio
un hijo. Y dice la Biblia que no solamente Dios le dio un hijo, le dio muchos
más.
Entonces, cuando hablamos de
ADMINISTRACIÓN o MAYORDOMÍA cristiana, como lo quieras tú llamar, recordemos,
no inicia en que tú debes darle a Dios tu dinero, o el pastor te va a pedir
dinero, o la Iglesia te va a reclamar los diezmos… Lo primero que tienes que
dejar a Dios no es las cosas materiales, que perecen. Es entregar tu vida
completamente a Dios, y a tu familia también. ADMINISTRA bien, con
responsabilidad, tu vida y tu familia. Recuerda: la Palabra de Dios nos enseña,
y especialmente es una doctrina principal, aún como bautistas, cada uno de
nosotros somos sacerdotes delante de Dios. Tanto hombres como mujeres. Y lo
enseña bien el apóstol Pedro en su carta I Pedro cap. 2 vers. 9; dice:
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
(1 Pedro 2:9 RV 1960)
Y cuando dice: “Real
sacerdocio” eso significa que cada uno de nosotros podemos llegar a Dios. No
hay necesidad de que llames a un pastor para que ore por tu vida o para que te
vaya bien, o para que bendiga tu familia. ¡Tú puedes, de una manera personal con
tu familia orar y pedir la dirección de Dios! ¡Claro que si llamas a alguien,
al pastor o a algún hermano, también! Pero recuerda que TÚ ERES UN SACERDOTE
delante de Dios.
Amados hermanos, guardemos
entonces esto, importante en la administración cristiana, en la mayordomía
cristiana. ¿Estás reuniendo a tu familia? ¿Oras con ellos, al menos una vez a
la semana, o cuando te sientas comer con ellos? ¿Le has explicado a toda tu
familia que pertenecen a Dios, no solamente por un momento, sino para toda la
vida? Aún, más, si eres soltero o soltera ¿tomas tu tiempo diario para tu
encuentro con Dios? ¿Entregas a toda tu familia a través de la oración?
¡Explícales, tú que eres padre, tú que eres madre, o tú que eres hijo o hija,
explícale a tu familia que tu vida es de Dios! Y que somos responsables de
cuidarnos del mundo, de cuidarnos del pecado. ¿Lo has hecho?
Si no haces esto, es tiempo de
comenzar. Administra bien tu vida, tu familia. Que tus hijos o familia no
influyan en tu vida con su filosofía, con su música; más bien tú influye con
los principios de la Palabra de Dios. Recuerda que este libro no es de ayer, no
es del siglo pasado, este libro tiene aproximadamente ¡3.500 años! de existencia. ¡3 MILENIOS Y MEDIO de
existencia! Es un libro con consejos, con enseñanzas profundas que te va a
ayudar a cambiar completamente tu vida.
Cuida tu vida del pecado y a tu familia. Lo dice claramente la Palabra de Dios en Romanos 12:1-2; I Corintios 6:9-20; I Corintios 3:16-17; II Corintios 7:1. Pablo lo decía a los gálatas, en Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí”. Santiago 4:13-15.
Administra bien tu vida y tu familia para la Gloria y Honra de Dios. Vamos a orar.
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