EL PORQUÉ YA NO ME CREO EL REY

Por: William Brayanes
Ministerio Haz de Sabiduría
https://hazdesabiduriaministerios.blogspot.com

 

 


Mi padre -hombre modesto y de humilde condición-  no tuvo enseñanza académica formal, más allá de unos cuantos años de instrucción primaria. Eso sí, a manera de compensación fue un gran  autodidacta: leía de todo; no había un film que no haya visto, y su colección de discos (en ese tiempo de acetato) era considerable. Por eso a la hora de autodefinirse decía: “soy lectómano, cinéfilo y melómano”. Esos conceptos no eran muy bien  entendidos por algunos de sus conocidos,  pero sonaban interesantes, y a mí me causaban gracia.
 
Y precisamente dentro de su discoteca  constaba  el tema titulado: “El Rey”,  una canción que se constituyó en una especie de himno  para mi padre, quizá porque su letra, entre otras cosas, decía:
“…Con dinero y sin dinero / hago siempre lo que quiero/ y mi palabra es la ley. /No tengo trono ni reina/  ni nadie que me comprenda/  pero sigo siendo el rey./ Una piedra del camino /me enseñó que mi destino/ era rodar y rodar…”

El asunto es que yo  también -quizá por congraciarme con mi padre- desde jovencito empecé a hacer de aquel tema, mi canción de batalla durante muchos años. Hasta cierto día, en que la sepulté para siempre, porque discerní seis cosas básicas:
 
1. Que con  dinero o sin dinero, no debo hacer siempre lo que quiero, especialmente si estoy afectando el derecho del resto, y el bienestar   de los míos.   2. Que  es arrogancia machista el pensar que mi modesta  palabra pueda ser la ley, ya que como humano estoy sujeto a equivocaciones.  3. Que sí tengo un trono, pero está construido a base del  amor que me han profesado mis seres queridos.   4. Que sí tengo  quien me comprenda, y que es  la  amiga, compañera y esposa en quien me apoyo para  avanzar juntos por la senda.  5. Que mi destino no ha sido el de  rodar y rodar, porque Dios me ha traído con un propósito en la vida. 

Final y especialmente  entendí  que no soy, ni  seré el “Rey”, ya que el único  soberano, Rey de reyes y Señor de señores, se llama Jesús.

¿Cuándo comprendí  todo esto? … cuando  permití  que el Señor tome a su cargo y para siempre,  el control de mi anterior, agitada, vanidosa y machista existencia. 


¿Y tú?...  querido varón :
¿Aún vas por la vida sintiendo que eres “el rey” 

Le harán la guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con él son sus llamados, sus escogidos y sus fieles».

(Apocalipsis 17:14)


 

 

 

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

UNGES MI CABEZA CON ACEITE...

El poder del ayuno

70 veces 7