Los demonios, son reales?
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Los
demonios y la existencia de gente endemoniada no se pueden negar.
Hacerlo implicaría rechazar las múltiples referencias a los encuentros
de Jesucristo con los demonios en los evangelios (Mateo 4:24; Marcos 5:1–20; Lucas 8:2; Hechos 8:7; 16).
Durante su ministerio terrenal, Jesús enfrentó y expulsó a muchos demonios que poseían a personas. En Marcos 1:23-26, se cuenta la historia de un hombre poseído por un espíritu impuro que reconoce a Jesús como el Hijo de Dios y pregunta si ha venido para destruirlos. Jesús lo reprende y ordena que salga del hombre, liberándolo de la posesión.
En otra ocasión, en Lucas 8:26-39, Jesús encuentra a un hombre que había estado endemoniado por mucho tiempo y vivía en los sepulcros. Después de hablar con él, Jesús expulsa a los demonios y los envía a un rebaño de cerdos que se arroja al mar.
La expulsión de demonios era una de las manifestaciones del poder divino de Jesús y una señal de que el reino de Dios se había acercado. Sin embargo, Jesús también enseñó que la liberación de los demonios no era suficiente para la salvación eterna, y que era necesario arrepentirse y creer en el evangelio para ser salvos.
Encuentros de Jesús con demonios.
Jesús tuvo muchos encuentros con demonios durante su ministerio terrenal, y la Biblia describe varios de estos pasajes. A continuación, se mencionan algunos de los más destacados:
En Mateo 4:1-11, se describe el encuentro de Jesús con Satanás en el desierto, donde fue tentado por el diablo. Jesús venció a Satanás al resistir sus tentaciones con la palabra de Dios.
En Mateo 8:28-34, se cuenta la historia de Jesús sanando a dos hombres poseídos por demonios en la región de los gadarenos. Los demonios le suplicaron a Jesús que los dejara entrar en un rebaño de cerdos cercano, y cuando Jesús accedió, los cerdos se precipitaron al mar y murieron.
En Mateo 9:32-33, se describe a Jesús expulsando a un demonio de un hombre que era mudo y estaba poseído.
En Mateo 12:22-29, se cuenta la historia de Jesús sanando a un hombre ciego y mudo que estaba poseído por un demonio. Los fariseos acusaron a Jesús de expulsar demonios por el poder de Satanás, pero Jesús les explicó que era el poder de Dios el que le permitía expulsar demonios.
En Mateo 15:21-28, se describe a Jesús sanando a la hija de una mujer cananea que estaba poseída por un demonio. La mujer persistió en su petición a pesar de que Jesús inicialmente le dijo que no había venido a los gentiles, y finalmente, Jesús alabó su fe y sanó a su hija.
En Marcos 1:21-28, se cuenta la historia de Jesús enseñando en una sinagoga en Capernaúm y expulsando a un demonio de un hombre que estaba poseído. Los presentes se asombraron de su autoridad sobre los demonios.
En Marcos 5:1-20, se describe a Jesús sanando a un hombre poseído por muchos demonios en la región de los gadarenos. Los demonios suplicaron a Jesús que los dejara entrar en un rebaño de cerdos cercano, y cuando Jesús accedió, los cerdos se precipitaron al mar y murieron.
En Lucas 4:31-37, se cuenta la historia de Jesús enseñando en una sinagoga en Capernaúm y expulsando a un demonio de un hombre que estaba poseído. Los presentes se asombraron de su autoridad sobre los demonios.
Estos
son solo algunos de los pasajes bíblicos que describen los encuentros de
Jesús con los demonios. En cada caso, Jesús demostró su autoridad sobre
los poderes demoníacos y mostró su poder para sanar y liberar a las
personas de la posesión demoníaca.
¿Jesús también liberó a mujeres de la posesión demoníaca?
Sí, Jesús también liberó a mujeres de la posesión demoníaca en varios pasajes bíblicos. A continuación, citamos algunos de ellos:
En Lucas 8:1-3, se describe a Jesús viajando de ciudad en ciudad y predicando el evangelio junto con sus discípulos. Se menciona que algunas mujeres lo seguían y habían sido liberadas de espíritus malignos y enfermedades. Entre estas mujeres se encontraba María Magdalena, de quien se dice que Jesús había expulsado siete demonios.
En Marcos 5:25-34, se cuenta la historia de una mujer que había estado sufriendo de una hemorragia durante 12 años y había gastado todo su dinero en médicos sin obtener una cura. Ella se acercó a Jesús en medio de la multitud y tocó su manto, creyendo que sería sanada. Jesús reconoció que había salido poder de él y le dijo: «Hija, tu fe te ha sanado. Vete en paz y queda libre de tu enfermedad». En este pasaje, no se menciona que la mujer estuviera poseída por un demonio, pero es posible que su enfermedad tuviera una causa espiritual.
En Lucas 13:10-17, se describe a Jesús enseñando en una sinagoga en el día de reposo y viendo a una mujer que estaba encorvada y no podía enderezarse. Él la llamó hacia él y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad», y la puso en pie. Los líderes religiosos de la sinagoga se indignaron porque Jesús había sanado en el día de reposo, pero él les respondió que era justo liberar a esta mujer de su aflicción, ya que Satanás la había tenido atada durante 18 años.
En estos pasajes, vemos
que Jesús demostró su poder para sanar y liberar a las mujeres de
enfermedades y posesiones demoníacas. Él se preocupaba por su
sufrimiento y siempre estaba dispuesto a ayudarlas.
¿Cómo se reconoce a alguien poseído por demonios?
En la Biblia, la posesión demoníaca se describe como una condición en la que un espíritu maligno o demonio toma el control del cuerpo de una persona, causando cambios en su comportamiento y en su salud física o mental. La posesión demoníaca es mencionada en varios pasajes de la Biblia, como en el Nuevo Testamento.
En el Nuevo Testamento, se describe a personas poseídas por demonios como comportándose de manera extraña y anormal, como hablando en lenguas desconocidas, sufriendo convulsiones, gritando y mostrando una fuerza sobrenatural. Además, a menudo se asocia la posesión demoníaca con enfermedades mentales, físicas o espirituales.
En Marcos 5:1-20, por ejemplo, se narra el caso de un hombre que estaba poseído por muchos demonios y que vivía entre los sepulcros, aislado de la sociedad. Este hombre tenía una fuerza sobrenatural y estaba desesperado. Jesús expulsó a los demonios de este hombre y lo curó.
La Biblia describe a las personas poseídas por demonios como aquellas que muestran un comportamiento extraño, sufrimiento físico o mental y/o un comportamiento que va en contra de lo que se considera normal en la sociedad. Además, se muestra que la expulsión de demonios es una tarea que solo puede ser realizada por personas con autoridad espiritual, como Jesús y sus discípulos.
Es importante tener en cuenta que la posesión demoníaca es un tema muy controversial y su existencia es debatida por diferentes culturas y religiones. En el contexto de la Biblia, la descripción de una persona poseída por demonios puede variar de acuerdo a la interpretación de cada pasaje bíblico. Sin embargo, a continuación, te mencionaré algunas características que se han asociado con la posesión demoníaca según la interpretación bíblica:
Comportamiento anormal: la persona puede mostrar un comportamiento extraño, violento o agresivo, incluso hacia sí misma. En ocasiones puede hablar en lenguas desconocidas o profetizar.
Cambios físicos: la persona puede presentar cambios físicos como la dilatación de las pupilas, ojos inyectados en sangre, piel pálida o sudoración profusa.
Síntomas mentales: la persona puede sufrir cambios en su estado de ánimo, depresión, ansiedad, insomnio y en algunos casos, pensamientos suicidas.
Conocimiento sobrenatural: la persona puede tener conocimientos que no corresponden a su experiencia o formación.
Es
importante recordar que estas características son subjetivas y pueden
variar según la interpretación de cada persona o religión. Además, en la
actualidad, estos síntomas también pueden ser asociados con
enfermedades mentales o físicas, por lo que es importante buscar
atención médica y psicológica profesional si se experimentan estos
síntomas.
¿Habrá regiones más susceptibles que otras a los demonios?
Se especula que en zonas donde hay mucho espiritismo existen más endemoniados. Donde brilla la luz del evangelio hay muy poco.
Hay muchas historias de presencia demoníaca en diferentes países y culturas. Una de las más conocidas es la historia de Anneliese Michel en Alemania.
Anneliese Michel era una joven alemana que fue diagnosticada con epilepsia y depresión en la década de 1970. Sin embargo, ella y su familia creían que estaba poseída por demonios y buscaban ayuda espiritual para su situación. Después de años de buscar ayuda, Anneliese fue sometida a una serie de exorcismos por dos sacerdotes católicos, a pesar de la oposición de los médicos que la trataban.
La condición de Anneliese empeoró y ella murió en 1976 debido a la deshidratación y la inanición, después de haber sido privada de alimentos y agua durante los exorcismos. Los sacerdotes y los padres de Anneliese fueron acusados de negligencia y homicidio involuntario.
La historia de
Anneliese Michel ha sido objeto de debate y controversia, con algunas
personas que creen que ella estaba poseída por demonios y otras que
creen que su situación se debía a problemas médicos y psicológicos. La
historia ha sido retratada en libros, películas y documentales y
continúa siendo un tema de discusión en la cultura popular.
¿Qué decir en cuanto a los demonios territoriales?
No hay evidencia bíblica sólida para tal doctrina. Extraer de Daniel 10:13, 20, 21 y Efesios 6:12 toda una enseñanza, al punto de crear mapas e ir echando demonios para facilitar la evangelización del mundo, es simplemente un invento moderno que no tiene asidero en la Biblia. Por mucho que lo intenten, los que promueven tales enseñanzas no han podido comprobar ciertamente que sus oraciones y exorcismos hayan librado a ciudades de demonios. Algunos escépticos clasifican tales creencias como «ciencia ficción cristiana».
Los «demonios territoriales» toman fuerza con la novela «Esta Patente Oscuridad», de Frank Peretti.
«Esta Patente Oscuridad» es una novela de terror cristiana escrita por Frank Peretti y publicada en 1986. La historia se desarrolla en la pequeña ciudad minera de Ashton, donde extraños acontecimientos empiezan a suceder después de que un nuevo dueño se hace cargo de la mina. Los habitantes de Ashton comienzan a experimentar extrañas pesadillas y visiones, y un grupo de personas, liderado por el pastor Hank Busche y la periodista Bernice Krueger, descubren que la causa de estos eventos es una presencia demoníaca que ha tomado posesión de la ciudad.
¿Puede un cristiano ser poseído por demonios?la posibilidad de que un creyente pueda ser poseído por un demonio inquieta a muchos cristianos sinceros. C. Fred Dickason, una reconocida autoridad sobre este tema, nos aclara que no hay un texto que diga específicamente que no es posible; a la vez añade que ni en los cuatro evangelios, ni en los Hechos de los apóstoles, ni en todas las cartas a las iglesias se menciona siquiera un solo caso de un creyente poseído por demonios.
Al contrario, sigue informándonos Dickason, «que los creyentes en Jesucristo, por cierto, sufrirán tentaciones de Satanás, pero nunca serán endemoniados:
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo [incluido al diablo]; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe (1 Juan 5:4).
¿Cómo tratar lo que se enseña hoy sobre este tema?
Actualmente se están impartiendo muchas enseñanzas cristianas en una manera sensacional; vienen envueltas en paquetes muy atractivos, pero con poco fundamento bíblico. El creyente debe evaluar, como nunca, lo que viene con verdadera base bíblica, y tener sumo cuidado de no ser engañado por lo sensacional, que, aunque no es bíblico, se presenta sutilmente como si lo fuera.
Lo que nos pide la Biblia
Con respecto a todo lo referente a demonología, la Biblia nos exhorta a: probar los espíritus (1 Juan 4:1; 1 Corintios 12:10), a no tener comunión con los que participan con demonios (Levítico 19:31; 1 Corintios 10:20; 2 Juan 10, 11), a no tener nada que ver con ellos en lo personal (Deuteronomio 18:10–14; Isaías 8:19), a ponernos la armadura de Dios para vencerlos (Efesios 6:12–13) y entregarnos a la oración (Efesios 6:18).
Gracias a Dios por los benditos ángeles puros y buenos que en forma invisible pero real cumplen los propósitos divinos tanto en el cielo como en la tierra. Gracias a Dios que también los ángeles caídos están bajo la soberanía de Dios, y solo pueden hacer lo que Él les permite.
En cuanto a nuestra reacción a los ángeles, en lugar de estar buscando demonios por aquí y por allá, ¿por qué no dedicarles más tiempo a los ángeles buenos y llegar a apreciar a estos benditos seres que Dios ha creado para ser mensajeros del bien? Pero aún más, lo que en realidad debe absorber nuestro tiempo no son ni los ángeles buenos ni los caídos. Unámonos a David, poniendo nuestra mirada donde debe estar:
Himno
Alabad a Jehová desde los cielos;
Alabadle en las alturas.
Alabadle, vosotros todos sus ángeles;
Alabadle, vosotros todos sus ejércitos.
Alabadle, sol y luna;
Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas.
Alabadle, cielos de los cielos,
y las aguas que están sobre los cielos.
Alaben el nombre de Jehová
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