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Una piedra en el zapato

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Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com En cierta oportunidad, mi pie derecho comenzó a infamarse y el dolor era tan intenso que apenas si podía caminar. Tuve que concurrir con urgencia al médico. El pie se veía perfectamente sano por fuera, el problema era evidentemente interno. Fue entonces, cuando el doctor, ante mi mirada de terror, buscó un bisturí, lo esterilizó y sin mediar comentarios hizo una incisión de urgencia en la planta de mi adolorido pie. La infección fue extraída de urgencia. Una hora después mi pie estaba vendado y aún dolía, pero ahora era el dolor de la herida provocada por el bisturí. Conversando con el doctor, difícilmente pude acordarme que hacía unos días algo me había pinchado el pie y no le dí importancia. Tal vez pudo ser una piedrecilla en el calzado. La piel sanó la pequeña y diminuta lesión por fuera, pero por dentro había continuado un proceso infeccioso. A veces siento como si las piedrecillas, esas chiquititas que se e

Seis imágenes; un pasado, un presente, un futuro

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Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Alguien dijo que el pasado es un depósito que ya se hizo, y nada ya puede cambiar eso; el futuro, un pagaré o documento por pagar; en tanto que el presente es dinero en efectivo y en la mano. Sin embargo, este presente es el producto de las transacciones del pasado; del negocio que hagamos con él hoy dependerán los resultados del futuro.   En idéntica línea de pensamiento, alguien con la misma clase de visión dijo: “siembra un pensamiento y cosecharás un acto”. Y es que lo que domina nuestros pensamientos, siempre termina concretándose en acciones, para   bien o para mal, en hechos concretos con consecuencias que afrontar. Debo confesar que muchas veces me asusta esto. Habida cuenta de un pasado difícil, errático, con mucho cambio de rumbo, altos y bajos, caídas y volver a levantarse muchas veces para continuar camino. Y esto habla sin lugar a dudas de cuán grande o pequeño resulta ser el tamaño del “grano de m

Estar donde debes estar

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Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Difícilmente cuando uno transita en soledad un valle de lágrimas, mira hacia arriba y se goza con un cielo azul brillante que el Señor nos regala.   Cuando en medio de la tristeza el rostro del Señor parece esconderse, el corazón se quebranta, el alma se cierra como un puño apretando el dolor. Días atrás me quebranté y postrado, entre lágrimas, gritos y sollozos clamé: “¡Señor! ¡Ya no puedo más, no puedo más… no puedo más…!! ¡Por favor, haz algo!!!” Como una película pasaban constantemente por mi mente escenas de mi vida. Eran los peores momentos, esos que te faltan los días de tu vida para arrepentirte y quisieras volver el tiempo atrás para detenerte y no haber tomado esas decisiones, no haber cometido esos actos que te llevaron hasta este punto. En la certeza, la convicción de que el actual estado es resultado de tanto extravío, tanta desidia, tanta mala elección sin tener la capacidad de discernir ni la vis