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Aprendiendo a caminar

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Aprendiendo a caminar Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Recuerdo que mi madre a menudo hablaba de lo mucho que me costó aprender a caminar.   Los médicos ordenaron toda clase de estudios, ya que sospechaban la existencia de algún problema óseo o físico que me impedía caminar. ¡Imagínense el temor de mi madre ante la posibilidad de que su hijo no pudiera caminar!! Eso sí: lo hablaba todo. Caminar, nada; hablar, todo. Finalmente y luego de meses de estudios clínicos, el médico principal dio su veredicto. -¡No se preocupe, señora, no tiene nada!¡Es vago!. Lapidario. ¡Gracias, doctor; yo también lo amo!. En todo caso la vagancia del pequeño vástago pudo significar un gran alivio para mi madre. No había ningún impedimento serio de índole física. Alguna vez iba a poder caminar. Y así fue. Cuando adquirí confianza y me largué, ya nadie pudo detenerme. Obviamente, a medio siglo de aquellos duros momentos no puedo recordar absolutamente nada, sólo l

El fluir de nuestros pensamientos

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El fluir de nuestros pensamientos Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com El agua tiende a fluir siempre por un mismo sendero, El que naturalmente le resulta más fácil. Quienes vivimos en zonas de montaña podemos observar este fenómeno cada día. El agua proveniente de la nieve de las altas cumbres, que se derrite al llegar la temporada estival, tiende a fluir por el camino naturalmente más fácil. De tanto pasar siempre por el mismo lugar, va creando su propio sendero en la ladera de la montaña. Con el tiempo ese camino del agua va profundizándose más y más hasta formar anchos y hondos socavones. Muchos de ellos terminan convirtiéndose en bravos ríos de montaña que arrasan todo a su paso. Para que esto preste una utilidad a los seres humanos, es necesario construir obras que canalicen ese caudal lanzado con impetuosa fuerza al libre albedrío de la naturaleza y grandes reservorios que permitan tener disponible el líquido elemento cuando más se lo neces

Gafas de sol

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Gafas de sol Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Días atrás, noté en mis gafas de sol como un pequeño y molesto pelito de escasos dos o tres milímetros de largo. Cuando examiné detenidamente el cristal con la intención de extraer el pelillo, descubrí que en realidad se trataba de una trizadura. Con el transcurrir de los días y del uso, la pequeña e imperceptible rotura fue extendiendo su longitud hasta que un día fui a extraer los anteojos de su estuche para ponérmelos y el cristal ya se había espontáneamente partido en dos. El técnico dijo que por el tipo de diseño y armado del marco no se podía extraer el cristal para reemplazarlo. ¡Qué pena! ¡Amaba esas gafas! ¡Y cómo las necesitaba! De modo que no hubo más remedio que dejar esos anteojos que me habían acompañado poco menos de quince años   y adquirir unos nuevos. Estrenar las gafas de sol nuevas, me hizo recordar la primera vez que usé lentes para sol. Era un niño de unos once, tal vez do

Agua estancada

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Agua estancada Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com En el estado donde vivo, los ingenieros durante los últimos dos siglos lograron convertir una zona árida de desierto montañoso en un verdadero oasis de vida. Si hay algo que llama poderosamente la atención a visitantes y turistas de diversas partes del mundo, son las “acequias” o “cunetas” que corren a ambos lados de las calles en plena ciudad. Son pequeños canales que llevan el agua de riego proveniente de diques y reservorios para la abundante arboleda de la ciudad. También cumplen la función de escurrir rápidamente el agua de las calles cuando llueve, cosa que ocurre pocas veces en el año. Esta ingeniosa manera de transportar y aprovechar el agua de deshielo proveniente de los ríos de montaña, sumada a otras complejas obras son los medios de aprovisionamiento de agua para la ciudad y sus habitantes. Es lo que hace que una zona árida y desértica se transforme en un frondoso oasis.    Pero el

Alguien tuvo que salir a la batalla contra Goliat

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Alguien tuvo que salir a la batalla contra Goliat Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com En el cap. 17 del primer libro de Samuel, hallamos la historia del desafío de Goliat al pueblo de Israel. Un Goliat gigantesco, confiado de sí mismo y de su superioridad física, entrenamiento y armamento, dotado de una armadura formidable. Por contraste, también podemos ver a los hombres bajo el mando del rey Saúl, en gran manera turbados y con mucho miedo. Es que aquél gigante verdaderamente infundía terror a quien se atravesara en su camino. Estaba tan seguro de su victoria, que hizo una especie de apuesta con el pueblo de Israel: “-¡Dénme un hombre que pelee conmigo!, vociferaba. ¡Si él me vence, nosotros les serviremos a Uds.; si yo lo venzo, Uds. nos servirán a nosotros!” era la consigna (I Sam. 17:9 y 10). La batalla que se avecinaba era tan sólo entre dos hombres; nada comunes, por cierto, cada uno de ellos; con la carga extra de que además el resultado de sus

Regreso desde Babilonia

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Regreso desde Babilonia Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com La cautividad de Judá predicha 100 años antes por Isaías y Miqueas, se realizó en varias etapas. No fue un proceso de un día para otro, ni mucho menos de un año para otro. Veinte años le tomó al rey Nabucodonosor desde que derrotó a Joacim y se llevó a los primeros cautivos a Babilonia junto con los tesoros del templo, hasta terminar en sucesivas incursiones, con la completa destrucción de Jerusalén.   Podría haberlo hecho en mucho menos tiempo, por cierto; pero como comenta Henry Halley, Nabucodonosor quería tributo y tal vez la influencia de Daniel, deportado junto con el primer grupo,   quien llegó a ser amigo y consejero de confianza del rey pudo haber tenido algo que ver en la demora. Pero lo que en realidad motivó la decisión final de Nabucodonosor de borrar Jerusalén del mapa, fue la persistencia de Judá en aliarse con Egipto. Era estrategia militar de asirios y babilonios la

Laberinto

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Laberinto Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com El famoso Laberinto de Creta es, en la mitología griega, el laberinto construido por Dédalo para mantener atrapado al Minotauro. Históricamente se asocia la leyenda del laberinto con el imponente palacio de Cnossos. Dicho palacio era la ciudad-palacio más grande de la isla griega de Creta. Dotado de un nivel de sofisticación verdaderamente impresionante para la época; con más de un millar de estancias dispuestas en dos o tres niveles, escaleras, corredores, rampas para carros, almacenes, talleres y hasta un sistema de alcantarillado. Una construcción de elevado nivel de sofisticación y de alta tecnología para la época. Allí, el artesano Dédalo, ciudadano ateniense desterrado a Creta, construyó el laberinto. Una intrincada y compleja construcción de muros donde Minos hizo encerrar al terrible Minotauro, monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro al que se le ofrecían sacrificios humanos. Fina