JESÚS, MENOR QUE LOS ÁNGELES. TRES INTERPRETACIONES DIFERENTES

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¿En qué sentido Jesús se hizo menor a los ángeles, además de su humanidad?

Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos; Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.

Hebreos 2:7-9

Interpretaciones y significado bíblico

En la carta a los Hebreos, encontramos un pasaje intrigante que afirma que Jesús fue hecho «un poco menor que los ángeles». Esta declaración ha llevado a diversas interpretaciones teológicas a lo largo de la historia. 

En este artículo, exploraremos tres formas en las que Jesús se hizo menor que los ángeles y examinaremos su significado bíblico. Acompáñanos en este viaje de descubrimiento y reflexión.

3 formas en las que Jesús fue hecho menor que los ángeles

La naturaleza temporal de Jesús

En su encarnación, Jesús experimentó la limitación temporal de la humanidad. A diferencia de los ángeles, quienes existen fuera del tiempo, Jesús nació en un momento específico de la historia y en un lugar concreto.

Esta limitación temporal resalta su humildad al someterse a las condiciones de la humanidad, demostrando su amor y compasión por nosotros. Como dice en Gálatas 4:4:

«Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley».

La limitación de poder en la encarnación

Otra interpretación sugiere que Jesús, en su forma humana, eligió limitar el ejercicio de su poder divino. Aunque seguía siendo plenamente Dios, optó por depender del Espíritu Santo y actuar en obediencia al Padre. 

Esta elección revela su profundo amor y su deseo de conectarse con nosotros en nuestra humanidad. Como se nos dice en Filipenses 2:7:

«sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres».

El sufrimiento y la muerte redentora

Jesús experimentó el sufrimiento y la muerte de manera voluntaria. A diferencia de los ángeles, quienes son seres celestiales y no están sujetos a la muerte, Jesús eligió enfrentar la cruz para redimir a la humanidad. Esta elección fue un acto supremo de humildad y amor sacrificial. Como se declara en Hebreos 2:9:

«Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honor, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos».

Conclusión

A través de estas tres formas en las que Jesús se hizo menor que los ángeles, podemos apreciar su humildad, amor y entrega por la humanidad. Su encarnación, la limitación de su poder divino y su sufrimiento redentor nos revelan su naturaleza compasiva y su deseo de estar cerca de nosotros. 

Estas interpretaciones nos invitan a reflexionar sobre la grandeza y la humildad de Jesús, y nos inspiran a seguir su ejemplo de amor y servicio a los demás.

En resumen, Jesús se hizo menor que los ángeles al asumir una forma humana, limitar el ejercicio de su poder divino y enfrentar el sufrimiento y la muerte en la cruz. Estas interpretaciones nos permiten comprender más profundamente su humildad

Salmo de Referencia: Salmo 8

Salmo de David

La gloria de Dios y la honra del hombre

Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David.

¡Oh Jehová, Señor nuestro,

Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!

Has puesto tu gloria sobre los cielos;

De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza,

A causa de tus enemigos,

Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,

La luna y las estrellas que tú formaste,

Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,

Y el hijo del hombre, para que lo visites?

Le has hecho poco menor que los ángeles,

Y lo coronaste de gloria y de honra.

Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;

Todo lo pusiste debajo de sus pies:

Ovejas y bueyes, todo ello,

Y asimismo las bestias del campo,

Las aves de los cielos y los peces del mar;

Todo cuanto pasa por los senderos del mar.

¡Oh Jehová, Señor nuestro,

Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

 

 

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