Siete cosas que un cristiano debe hacer ante las elecciones en su país

Alex López
La Catapulta
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Este domingo elegiremos a nuestras nuevas autoridades de gobierno en Guatemala: presidente, diputados y alcaldes.

Aquí siete cosas que un cristiano debe hacer antes y después de las elecciones en su país:

1. Infórmese

¿Por quién votar? Dura tarea. Pero hay que hacerla. Infórmese por todos los medios posibles. El único gobernante perfecto que puedo recomendarle para su vida y nación, es Dios. Ama la justicia, aborrece el pecado y quiere que todos conozcan de su justicia y su gran amor en Jesús. Pero en esta tierra, debemos elegir entre seres imperfectos. Decida con sabiduría.

2. Sea un pacificador

“Dichosos los pacificadores porque serán llamados hijos de Dios”. En su forma de hablar sobre temas de política, sea sabio. El cristiano practica la paciencia, pasa por alto la ofensa, ama, refleja el carácter de su Señor en todo momento. Juzgue, sí. Evalúe, también, pero presente la verdad de sus temas en amor.

3. Vote

No soy admirador de votar en blanco o nulo. Algunos así votarán y tienen todo el derecho. Pero preséntese y vote. El voto es parte de nuestro deber cívico. La iglesia – el Cuerpo de Cristo – no vive en una burbuja y debemos ser parte de las decisiones en nuestra nación.

4. Ore

No sólo para las elecciones. Siempre. Dios nos manda a orar por las autoridades de gobierno para que conozcan a Jesús el hijo de Dios como su Salvador y mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:1-7). También porque los gobernantes y las autoridades son una extensión de su justicia. Debieran los justos disfrutar de su buen gobierno y los injustos temerle. El propósito de orar por ellos siempre, es para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna.

5. Accione

Los creyentes en Jesús para salvación, sabemos que en esta tierra no existe justo ni siquiera uno, que todos nos hemos desviado. Pero habiendo sido reconciliados por medio de Jesús con Dios, por medio de su muerte en la cruz, somos llamados a vivir en santidad y a cumplir dos mandamientos: amar a Dios con todo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Con sus buenas obras en todo lugar, sea luz. Los cristianos todo lo hacemos como para Dios, en el nombre de Dios y de buena gana. Brillemos para su gloria siempre y transformemos nuestra sociedad con nuestro ejemplo y al predicar su evangelio.

6. Confíe

Dios intervendrá y juzgará toda injusticia en esta tierra y pondrá todo en orden. Un día viviremos en un cielo en donde no hay muerte, no hay llanto, no hay lamento, ni dolor. ¿Por qué? Porque en el cielo Dios gobierna con justicia y santidad. Su reino es nuestra esperanza eterna. Una esperanza que no se marchita porque no es perecedera.

7. Participe

Participe trabajando como servidor público en algún área de gobierno y sirva con excelencia. Muchos creyentes trabajan en el gobierno y lo hacen como debe hacerse. Trabajar para el gobierno no es algo indigno, cuando se comporta de manera digna.

Ahora, si su llamado es a participar políticamente a un cargo de elección popular, por el bien de su nación, hágalo. Pero hágalo como para Dios, en el nombre de Dios y de buena gana. No sólo se llame cristiano y luego, con sus comentarios y acciones derrumbe lo que proclama ser, al no reflejar el carácter de justicia y santidad de nuestro Señor. Si no, mejor no se presente como cristiano. Porque por nuestros frutos y no sólo por nuestras palabras, nos conocerán.

Yo por ahora, no tengo ninguna aspiración a ser candidato político, aunque en esta ocasión, 3 partidos distintos me invitaron a ser su candidato a alcalde del municipio Mixco, municipio en el que vivo. Ni mi familia, ni yo, estamos preparados por ahora para esto. Pero desde mi trinchera, seguiré sirviendo a mi Dios, a mi prójimo y a mi país. Y, usted, como cristiano, es llamado a hacer lo mismo desde su trinchera.

Hay tanto más que tocar que no he tocado acá. Y, preguntas, que seguro tiene y que no he respondido. Pero le he presentado siete acciones que seguramente le ayudarán a votar y sobre todo a accionar cuando las elecciones ya sean historia.

Los cristianos no tenemos vacaciones. Vivimos para amar y servir a Dios y al prójimo antes, durante y después de las elecciones. Hasta que Cristo vuelva por su iglesia y estemos en la gloria. Ese cielo, el lugar que todos soñamos tener en esta tierra y que nunca será, aunque aquí todo mejore, jamás se comparará a la gloria que nos espera. Sólo el cielo será perfecto. Y, Jesús, regresará por segunda vez, para llevarnos a los que hemos creído, con él. Esa es nuestra esperanza eterna, que no se marchita cada cuatro años…

“Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, 4 pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad. Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos. Este testimonio Dios lo ha dado a su debido tiempo, y para proclamarlo me nombró heraldo y apóstol. Digo la verdad y no miento: Dios me hizo maestro de los gentiles para enseñarles la verdadera fe.” La Biblia en 1 de Timoteo 2:1-7.

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